La tuberculosis, en la última década a nivel mundial, tiene una tendencia a disminuir su prevalencia e incidencia; sin embargo, ésta sigue siendo una problemática de salud pública grave especialmente en los países más pobres y en vías de desarrollo; así en el año 2013, nueve millones de personas han desarrollado la enfermedad, 1.5 millones mueren por la enfermedad y 360.000 se asocian a la comorbilidad VIH positivo (World Health Organization, 2014).