En Andalucía, el conjunto de las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) constituyen en la actualidad la primera causa de mortalidad para ambos sexos al igual que en el resto de los países desarrollados, alcanzándose cifras de un 41% sobre la totalidad de las defunciones.Dentro de ellas, la Cardiopatía Isquémica (CI) representa aproximadamente una cuarta parte de todas las muertes por ECV, situándose así en primer lugar con un predominio claro en varones para la edad media de la vida, 32,2% frente al 19,1% en las mujeres.No obstante al comparar las tasas de mortalidad ajustadas por edades ocupamos un lugar privilegiado en el contexto internacional, ya que solo tres países Japón, Francia y Portugal se encuentran con tasas inferiores a las nuestras, si bien por Comunidades Autónomas (CCAA) dentro de nuestro país Andalucía se encuentra entre las que presentan mayor tasa de mortalidad junto con las Comunidades Insulares y Valenciana.
Los cambios que están teniendo lugar en los países económicamente avanzados en las últimas décadas, tales como la mejora de la calidad asistencial y el consiguiente aumento de la esperanza de vida con supervivencias superiores a la séptima década de la vida, junto a un descenso importante tanto de la natalidad como de la mortalidad global, han determinado que en la actualidad estos países tengan una estructura poblacional donde el volumen que los ancianos representan sea cada vez más importante.
Dado que el ejercicio físico es capaz de poner de manifiesto aquellas alteraciones cardiovasculares no presentes durante el reposo, representa el primer escalón diagnóstico (evidentemente con las limitaciones inherentes a su realización y que serán tratadas con posterioridad), para valorar de forma objetiva y en relación siempre con el contexto clínico de cada paciente, las patologías cardiovasculares desde los puntos de vista electrocardiográficos, hemodinámicos, clínicos y de capacidad funcional.