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Alergia e intolerancia a la lactosa

Alergia e intolerancia a la lactosa

RESUMEN

El primer año de la vida es un periodo fundamental que nos permitirá la prevención de los problemas de salud del adulto y evitará enfermedades relacionadas con la dieta.

Las enfermedades alérgicas en general (dermatitis atópica, asma, rinitis, etc…) y la alergia alimentaria, han aumentado su frecuencia en los últimos años, con una prevalencia en crecimiento exponencial en los países occidentales.

Alergia e intolerancia a la lactosa

1. Ana María Alonso Benedí

2. Myriam Martín Castillo

3. Elena Alonso Benedí

1. Enfermera del Centro de Atención Primaria “San Pablo” de Zaragoza.

2. Matrona del Hospital Ernest Lluch de Calatayud. Profesora titular del Grado de Enfermería de la Universidad San Jorge de Zaragoza.

3. Auxilar de Enfermería en Hospital Clínico “Lozano Blesa” en la UCI de Zaragoza

La intolerancia a la lactosa NO es lo mismo que la alergia a la leche de vaca.

Aunque los síntomas puedan ser parecidos y su desaparición implique en ambos casos el seguimiento de unas pautas dietéticas similares, como es excluir la leche de vaca y los productos lácteos de la dieta, hay que tener siempre presente que:

– Intolerancia a la lactosa: Es una afectación de la mucosa intestinal que incapacita al intestino para absorber ese nutriente, la lactosa, (el azúcar de la leche), debido a una deficiencia de una enzima llamada lactasa (nutriente que está presente en los lácteos y derivados) lo que impide la correcta absorción de la lactosa y a su vez provoca los consiguientes trastornos digestivos (diarreas, vómitos, gases, dolor abdominal…)

– Alergia a la leche de vaca: Reacción del sistema inmunitario (hipersensibilidad) a las proteínas presentes en la leche de vaca y derivados. Al ser una reacción alérgica, puede afectar al aparato digestivo, piel, vías respiratorias o cualquier otra parte del organismo.

PALABRA CLAVE: alergia a la leche de vaca, intolerancia a la lactosa, hipersensibilidad, productos lácteos y derivados.

ALLERGY AND INTOLERANCE TO LACTOSE.

ABSTRACT

The first year of life is a critical period that will allow us to prevent health problems in adults and prevent diet-related diseases.

Generally allergic diseases (atopic dermatitis, asthma, rhinitis, etc …) and food allergy, have increased in frequency in recent years, with an exponentially growing prevalence in Western countries.

Lactose intolerance is NOT the same as allergy to cow’s milk.

Although the symptoms can be similar and their disappearance involves both tracking similar dietary guidelines as to exclude cow’s milk and dairy products from the diet, we must bear in mind that:

– Lactose intolerance: An intestinal mucosal involvement disabling the intestine to absorb the nutrient, lactose (milk sugar), due to a deficiency of an enzyme called lactase (nutrient that is present in dairy and derivatives) which prevents proper absorption of lactose and the subsequent turn causes gastrointestinal disorders (diarrhea, vomiting, gas, abdominal pain …)

– Allergy to cow’s milk: immune system reaction (hypersensitivity) to the proteins found in cow’s milk and derivatives. Being allergic reaction can affect the digestive system, skin, respiratory tract or elsewhere in the body.

KEYWORDS: allergy to cow’s milk, lactose intolerance, hypersensitivity, dairy products and derivatives.

INTRODUCCIÓN

La intolerancia y la alergia a la lactosa son dos patologías distintas, cuyas causas y síntomas difieren, aunque tienen un denominador común la “lactosa” (azúcar presente en leche y derivados). Hay que diferenciar que en la intolerancia a la lactosa hay un déficit o falta total de una enzima llamada lactasa, la cual digiere la lactosa para su absorción y metabolización y en la alergia a la lactosa el organismo reconoce a la lactosa como una sustancia nociva e invasora, lo cual desencadena una serie de reacciones en rechazo de dicho azúcar, pudiendo aparecer síntomas digestivos, cutáneos, respiratorios o incluso un shock anafiláctico.

Estas dos patologías pueden producir alteraciones crónicas que simplemente con pequeños reajustes en la dieta diaria, dejarían de ser un problema.

Hay que saber que la leche no es una fuente insustituible de calcio y proteínas. Afortunadamente la naturaleza nos provee de materias primas con igual o más cantidad de estos preciados nutrientes y la industria alimentaria nos facilita productos elaborados que sustituyen a la leche y derivados.

La falta de leche en la dieta puede producir falta de calcio, vitamina D, riboflavina y falta de proteínas. Por ello es conveniente sustituirlo por leche de soja o productos lácteos sin lactosa.

A- La intolerancia a la lactosa es la incapacidad que tiene el intestino de absorber ese nutriente (la lactosa), debido a una deficiencia de una enzima llamada lactasa (nutriente que está presente en los lácteos y derivados).

La lactosa está formada por glucosa y galactosa. El organismo que debe absorberla debe realizar el desdoblamiento de estos componentes a través de una enzima específica llamada lactasa .Si esta enzima no realiza bien la función, aparecerán dificultades para digerir la lactosa y por tanto se producirá una intolerancia.

Es una patología que afecta principalmente a los lactantes pequeños cuyo inicio generalmente es en los 6 primeros meses de vida, siendo en la mayoría de los casos transitorio y con buen pronóstico en cuanto a la resolución. (A los 2 años de vida aproximadamente el 90% de los niños tolera de forma adecuada la leche)

Síntomas: Diarrea, dolor cólico abdominal, flatulencias, náuseas, distensión abdominal, pérdida de peso, desnutrición, crecimiento lento en niños, meteorismo o heces flotantes con olor fétido, alergias o erupciones cutáneas, malabsorción, estreñimiento, defecación con ardor y/o anorexia.

En algunas personas suele acontecer:

– Nada más ingerir el alimento (leche o cualquier producto lácteo, excepto el yogurt que se tolera mejor porque la fermentación reduce la lactosa y el queso que también se tolera bien por su fermentación cuya digestión es más lenta.

– En otras la relación causa-efecto se inicia desde los 30 minutos hasta 2 horas después de la ingesta de lactosa, cuando llega al colón.

No todas las personas con malabsorción a la lactosa refieren síntomas al consumir lácteos. La intensidad y frecuencia depende de diversos factores: cantidad ingerida, tipo de lácteo, la edad, origen étnico del paciente, la coexistencia de otras enfermedades digestivas…

La intolerancia a la lactosa puede ser:

Permanente: que es determinado por la genética de la persona, hereditaria y permanente. Frecuente en la vida adulta.

Secundaria o adquirida: que es reversible o temporal normalmente debido a patologías o