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Aspectos sobre la importancia de las principales evidencias diagnósticas en el asma bronquial

La evolución de la reacción asmática constituye un proceso cuyas principales fases son:

  • Fase temprana. Tiene lugar como reacción de los mecanismos inmunológicos o no inmunológicos frente a agentes alérgenos, microbianos, etc. y se caracteriza por constricción de la luz (abertura en el conducto) de los bronquiolos.
  • Fase tardía. Sobreviene al persistir el estado de crisis y constituye una acentuación de la misma caracterizada por edema e hiperactividad bronquial, es decir, una fácil predisposición a la broncoconstricción.
  • Fase crónica. Tiene lugar cuando el estado anterior no disminuye después del tratamiento habitual y, con frecuencia, la tos, acentúa la irritación bronquial. Ello conlleva a daño del revestimiento epitelial del bronquio, persistencia de la hiperactividad bronquial y de moco bloqueante de las vías aéreas.

Cuando el asma o los síntomas que se presentan en este, como la tos, no mejoran, es posible que se deba a:

  • Algún desencadenante en el entorno del paciente, como en la casa, colegio o trabajo: polvo, animales, cucarachas, moho y el polen, aire frío, humo de tabaco, entre otros.
  • Algún desencadenante ocupacional, en el cual es característico que el paciente mejore durante los fines de semana o cuando esté en vacaciones.
  • El paciente no está tomando algún medicamento, incluyendo el inhalador, de la manera correcta. En algunos casos será necesario cambiar de medicamento por alguno más efectivo para el control a largo plazo.
  • Puede que el asma sea más grave de lo que se piensa, por lo que los casos de asma recurrentes deben ser consultados con especialistas en asma.
  • Es posible que no sea asma, sino otra enfermedad la que afecte al paciente.

Evidencias diagnosticas

El diagnóstico del asma comienza con una evaluación del cuadro clínico, la historia familiar y antecedentes de riesgo o crisis anteriores tomando en consideración el tiempo de evolución del cuadro y las crisis. La mayoría de los casos de asma están asociados a condiciones alérgicas, de modo que diagnosticar trastornos como rinitis y eczema conllevan a una sospecha de asma en pacientes con la sintomatología correcta: tos, asfixia y presión en el pecho. El examen físico por lo general revela las sibilancias que caracterizan al asma. Es importante evaluar si el paciente ya recibió algún tratamiento antes de la consulta médica, así como los eventos desencadenantes de la crisis.

El examen físico es vital, a veces no da tiempo examinar con detalle, sin embargo se perciben las características sibilancias a la auscultación. En algunos casos severos, la broncoobstrucción es tal que se presenta un silencio auscultatorio, sin embargo, el resto de la clínica es tan florida por la incapacidad respiratoria que el diagnóstico no amerita la percepción de sibilancias para el tratamiento de estas crisis grave de asma. Esa angustia y sed de aire puede indicar una crisis grave que amerita tratamiento de rescate inmediato para revertir el broncoespasmo antes de continuar con el examen físico detallado. La inspección del tórax puede mostrar tiraje o retracción subcostal o intercostal. Las dimensiones del tórax en pacientes asmáticos crónicos varían en comparación con niños no asmáticos, característico el aplanamiento costal. La inspección puede revelar detalles al diagnóstico, como el descubrimiento de dermatitis alérgicas, conjuntivitis, etc.

Existen varios exámenes que ayudan al diagnóstico del asma, entre ellas pruebas de función pulmonar, pruebas de alergia, exámenes de sangre, radiografía de tórax y senos paranasales.

Estudios del departamento de registro de las actividades de células, tejidos y órganos.

Función pulmonar

Los exámenes de la función pulmonar incluyen:

  • Espirometría: mide la capacidad respiratoria y velocidad de espiración y es usada para determinar la cantidad de obstrucción pulmonar. La espirometría puede ser medida después del inicio del tratamiento para evaluar la efectividad de este.
  • Prueba de metacolina: usada mayormente en adultos, se hace inhalar metacolina, el cual causa que las vías respiratorias se vuelvan angostas en presencia de asma, haciendo caer los valores de función pulmonar. Los efectos de la metacolina se revierten con un broncodilatador al final de la prueba.
  • Saturación de oxígeno y gasometría en casos más severos.

Es una prueba básica de función respiratoria. La cual consiste en medir directamente los niveles de oxigeno y dióxido de carbono en la sangre, personas con enfermedades pulmonares tienen alterada esta prueba.

Prueba Ergométrica

La ergometría o prueba de esfuerzo es una prueba que se utiliza para el diagnóstico de la angina de pecho en pacientes con dolor torácico y para valorar la respuesta del corazón al ejercicio.

En pacientes asmáticos adultos, añosos, hipertensos, sedentarios, fumadores, obesos, con empleo crónico de isoproterenol, cuadros anginosos, etcétera.

Electrocardiograma

En pacientes asmáticos mayores de 50 años o con más de 20 años con asma bronquial e historia de empleo de beta –agonistas en dosis elevadas; presencia de arritmias