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Calidad en radiodiagnóstico convencional

Calidad en radiodiagnóstico convencional

Introducción

El descubrimiento de los rayos X se produjo la noche del viernes 8 de noviembre de 1895 cuando Wilhelm Roentgen, investigando las propiedades de los rayos catódicos, se percató de la existencia de una nueva fuente de energía hasta entonces desconocida, como buen científico continuó estudiando con gran rigor las características y las propiedades de estos nuevos y desconocidos rayos durante varias semanas. Quiso aplicar su descubrimiento en el naciente campo de la fotografía y fue entonces cuando se percató que la radiación, a la cual llamó Rayos X por desconocer su origen, era capaz de velar las placas fotográficas que tenía en uso, por lo que intuyó la acción de la radiación sobre la emulsión fotográfica.

A partir de ese momento se dedicó a comprobar lo observado y continuó realizando experimentos con diferentes objetos.

Calidad en radiodiagnóstico convencional

Lic. Ángel G. Infante Pineda, Licenciado en Física

Dra. Imilsy Delgado Matos, Especialista 1er Grado en Higiene y Epidemiología

Ing. Reinier Reyes Montoya, Ingeniero Biomédico

Lic. Héctor Parra Caboverde, Licenciado en Tecnología de la Salud

Lic. Nelson Escalona Cuñat, Licenciado en Higiene y Epidemiología

Entidad a la que está adscrito el autor (si procede): Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Santiago de Cuba. Cuba

El 22 de diciembre, al no poder manejar al mismo tiempo su carrete, la placa fotográfica de cristal y colocar su mano sobre ella, le pide a su esposa que coloque la mano sobre la placa durante quince minutos, al revelar la placa de cristal estaba la mano de Berta, siendo esta la primera vez que se realiza una radiografía de una parte del cuerpo humano. Ese día nació la radiología como ciencia médica [1].

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Primera radiografía. Roentgen

Figura 1: Primera radiografía realizada a una persona, corresponde a la mano de Berta la esposa de Wilhelm Conrad Roentgen, fue tomada el 22 de Diciembre de 1895.

La protección radiológica (PR) o radioprotección es una disciplina científica moderna, y joven en el tiempo, pues nació con posterioridad a los descubrimientos de Roentgen en 1895 y a los trabajos siguientes de Henri Becquerel, los esposos Curie y de Villard a principios del siglo XX. Estos descubrimientos de las radiaciones ionizantes, fenómeno físico desconocido hasta entonces (Roentgen descubrió los rayos X, Becquerel la radiación natural, los esposos Curie el radium y Villard, los rayos gamma) conmocionaron las ciencias físicas y médicas. Los primeros se nombraron Rayos X, por ser algo desconocido, lo incógnito. Como desconocido al fin, se ignoraba todo sobre ellos y había que empezar a conocerlos y a estudiarlos. Se descubrió tempranamente que eran útiles en el tratamiento del cáncer, que hasta entonces sólo se trataba sin éxito.

Pero también se descubrió que, al igual que podían curar el cáncer, podían producirlo, eran peligrosos, pero no se podía prescindir de ellos. ¿Cómo abordar y solucionar el problema? Sencillamente protegiéndose de ellos. Así surgió la protección radiológica, cuando el hombre elaboró las medidas sanitarias para protegerse de su acción nociva. Se descubrieron sus efectos perjudiciales en el cuerpo humano de los que empezaron a estudiarlas y que por desconocimiento las manipulaban durante varias horas diarias por semanas, meses y años, hasta que se observaron lesiones cutáneas, eritematosas y ulceradas y alteraciones en la sangre, que progresaban y eran rebeldes a la curación.

En la época del auge de los estudios sobre esta materia en el mundo y sobre todo, en los EE.UU., la meca de estas investigaciones, uno de los primeros que desarrollaron cursos y conferencias en Cuba sobre la energía atómica fue el profesor de Física de la Universidad de La Habana Marcelo Alonso. El Dr. Ovidio La Osa Capote estudió con Alonso; con él tomó cursos en los laboratorios de Oak Readge para actualizar sus conocimientos, además de haber sido el iniciador de las investigaciones en medicina nuclear en 1950, en lo que es hoy el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR).

En realidad, antes de 1959 se desconocían los antecedentes y no había tradición referente a la protección radiológica en Cuba. El pionero, el alma, el motor impulsor de esta disciplina en el país fue el Dr. Jorge Gavilondo González, profesor de Radiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana, con formación profesional en Cuba y en los EE.UU. donde se familiarizó con esta especialidad, la organizó y desarrolló en la nación cubana. Su inteligencia y energía, sus características personales y sus relaciones con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) fueron decisivas. Dirigió la protección radiológica en el INOR hasta su muerte; desde entonces dirige esta disciplina su discípulo José Marco Hernández, quien fue el primer físico que trabajó en el Instituto de Oncología en 1970.

En 1963 se creó en el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR) una comisión para estudiar y ofrecer protección a sus trabajadores profesionalmente expuestos a las radiaciones ionizantes. Al constatarse la necesidad de transformar el programa local en un programa nacional el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba (MINSAP), envió un médico a Checoslovaquia, becado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para estudiar protección radiológica. En 1966 el Consejo Científico del MINSAP creó la Comisión de Protección Radiológica para orientar sobre la protección del trabajador expuesto y a la población en general. La Comisión de Protección Radiológica fue asesorada por el experto del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), profesor