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El desarrollo de la Enfermería pediátrica en el ámbito internacional y nacional

enfermeros (as) en general y de la infancia en particular. Acciones de seguridad, bienestar, alimentación, educación, se refieren a la prestación adecuada de esos cuidados que hoy en día conforman el objeto fundamental de la Enfermería.

Mujer y enfermera son también dos partes de un binomio, manifiesto a través de la historia. De esta manera los cuidados tienen un exponente en figuras enfermeras (os) destacadas en diferentes período, desde las antiguamente citadas, Las bíblicas Fua y Débora, de las que la Biblia habla como parteras, a las que el Faraón encargó asesinar a todos los varones que nacieran de mujer hebrea, orden que se negaron a cumplir (éxodo: cap.1, Vers. 15-19), en lo que podría reconocerse la existencia de unos ciertos principios deontológico. Entre las cristianas, Fabiola, Febe y Paula; la medieval Hildegarde de Bingen, abadesa Benedictina, cuyo nombre va ligado a vastos conocimientos sobre Medicina y Farmacia, curiosamente para su tiempo, hace alusión a una cuestión propiamente de los niños y a favor de la dignidad de la especie y explica por qué las criaturas humanas tardan tanto en aprender a andar en comparación con los animales y como antes de poder caminar erguidas tienen que arrastrarse o andar a gatas.

Los nombres de Na Sibil-la la Bolosella (1426-1430) y Antonia Tolona (1435-1441), ambas, ‘’didas’’ del Hospital de la Santa Cruz de Barcelona, han quedado reflejado en sus documentos por su importancia en el cuidado de los niños (as). Llama la atención que en una de las órdenes religiosas más destacadas de la época, la fundada por San Juan de Dios (1495-1550), no se contemple en las normas que rigen la Orden 1570 la figura de la mujer que cuidaba niños (as).

No obstante y de un modo “oficialistacomo señala Ventosa, aparece por la necesidad social la figura de la ‘’matrona o partera’’, no habiendo quedado registrado el nombre de ninguna de ellas. Una de las más interesantes de estas organizaciones y que ha mantenido su importancia hasta nuestros días es la de las Hijas de la Caridad, fundada por el clérigo francés San Vicente de Paúl en 1633, como una asociación de mujeres seglares dedicadas a la atención de problemas de la comunidad, pasando mas tarde a ser una orden religiosa fundamentalmente innovadora, destacando de entre las mujeres de la organización su.confundadora, Luisa de Marillac, a la que San Vicente Paúl solicita ayuda para desarrollar un programa dirigido al cuidado de niños (as) pobres.

Dicho programa tropezó con innumerables obstáculos, tales como fondos insuficientes para prestar servicios a un número tan elevado de niños (as) abandonados, la falta de nodrizas o el abandono de éstas por no pagar sus servicios; el fracaso de utilizar la leche de cabras y de vaca en la alimentación de los lactantes, el riesgo de infecciones derivadas del hacinamiento de los niños (as) etc. En el siglo XIX, la reforma de la Enfermería se hace patente. En esta época en Alemania se creó el Instituto de Diaconisas de Kaiserswerth (1836), trabajando en cuatro áreas: Enfermería, ayuda a los pobres, cuidados de los niños (as), y trabajo de auxilios a las mujeres.

La propia Florence Nightingale (1820 -1910), reconocida por todos como la creadora de la Enfermería Moderna, no olvida a los niños (as) en sus escritos recomendando algunos tipos de cuidados, relacionados con los que prestan las madres. En su libro de notas sobre Enfermería. Que es y que no es, la autora opina que las mujeres y las mejores entre ellas, deplorablemente están muy deficientes en conocimiento sanitario.”Si las leyes de la salud, por lo que respecta al aire fresco, limpieza, luz, etc.; se les enseñaran a todas ellas, ¿no se prevendría que algunos niños (as) murieran y que algún mal se perpetuará? “[….] En el caso de los niños, todo dependerá de la exactitud de la observación de la enfermera o de la madre, que son los que van a informar y raramente se cumple este requisito de la exactitud”. En 1860 organiza la Nightingale Training School of Nurses en el Saint Thomas Hospital de Londres. Comienza de este modo el desarrollo profesional de la Enfermería y en ella quien con su esfuerzo y visión de futuro obliga a la sociedad a comprender la importancia de los cuidados y de la formación de las enfermeras (os).

En su libro de nota sobre Enfermería refiere “Como se ha dicho y escrito montones de veces que en toda mujer hay una buena enfermera”, pero como las madres objetan continuamente que ellas no son médicas, que no saben, ella les lleva a la reflexión a través de unas curiosas deducciones de un índice de mortalidad excesivo en el que más de 25,000 niños menores de 10 años mueren cada día en Londres y le dice que se debe a falta de limpieza y ventilación.

La necesidad de instruir de manera especial a las enfermeras en el cuidado de los niños (as) es paralela al desarrollo de unidades pediátricas dentro de los hospitales generales, para convertirse definitivamente en hospitales infantiles. Las prácticas de Enfermería y los tratamientos en aquellos días se llevaban a cabo con tanta atención a los detalles que alcanzaban el grado de rito. Entre las figuras destacadas de Enfermería del pasado inmediato también encontramos a la estadounidense Lillian Wald (1867-1940), fue la responsable del establecimiento de una oficina Federal para los niños en EUA, en 1912, Eglantyne Jebb, fundadora en 1919 de Save Children, centrada en sus inicios en programas únicamente para niños (as), que en la actualidad está trabajando al lado de los niños (as) y los adultos para convertir los derechos de la infancia en una realidad.

En España, en 1923 se funda la Escuela Nacional de Puericultura: La formación especializada en Enfermería Pediátrica fue una de las que se cursaban en el antiguo Plan de Estudios del Ayudante Técnico Sanitario. En 1987 el Ministerio de Educación reguló la obtención de enfermera especialista mediante Real-Decreto 9992/87. (4)

En el año 1960, en Cuba se implementan planes de estudios de seis meses para formar auxiliares de Enfermería, en el año 1963 se inician los posbásicos de administración y docencia (5); no sucedió así con las Auxiliares Pediátricas quienes comenzaron su formación en 1962, donde se admitieron las que oscilaban entre las edades de 18 a 30 años en cursillo intensivo de 6 meses, basado en Salud Pública, asistencia dietética y pediatría, enfermedades trasmisibles y vacunación, así como toda clase de medidas preventivas encaminadas para evitar las enfermedades en individuos sanos (6). En 1964 comienza a convertirse las Auxiliares en Pediatría, en Enfermeras Pediátricas, con un período de duración de dos años, culminando el primer curso en 1966.

Es válido señalar que para ese entonces ya existían 26 enfermeras especializadas en neonatología (8); sin embargo no es hasta el año 1977, en que se aprueba la Resolución 230/77 del Ministerio de Educación que ampara los Planes de Estudios de las especialidades de Enfermería y Técnico del Subsistema de Docencia Médica Media del Ministerio de Salud Pública. En 1980 se crean los Planes de estudio de Enfermería Pediátrica, Plan III para Auxiliares de Enfermería General y Pediátrica, y se aprueban otras resoluciones para la especialidad de la Enfermería Pediátrica, siendo la última aprobada por el Ministerio de Educación la Resolución No. 196/84, vigente desde el curso escolar de su aprobación hasta el curso 1985