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Farmacología de la adicción a la cocaína

Farmacología de la adicción a la cocaína

Autora principal: Patricia Blasco Serrano

Vol. XVII; nº 18; 748

Pharmacology of cocaine addiction

Fecha de recepción: 03/08/2022

Fecha de aceptación: 19/09/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 18 Segunda quincena de Septiembre de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 18; 748

Autores:

Patricia Blasco Serrano. Graduada en enfermería en la Universidad de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.

Alberto Espeso Izquierdo. Graduado en enfermería, facultad de ciencias de la salid de la Universidad de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.

Raquel Pérez Navarro. Graduada en enfermería, facultad de ciencias de la salud de la Universidad de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.

Belén Faci Gracia. Graduada en enfermería, facultad de ciencias de la salud Universidad San Jorge de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.

Cristina Seijas Malavé. Graduada en la facultad de ciencias de la salud de la universidad de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.

Javier Jesús Júdez Pérez. Graduado en enfermería, facultad de ciencias de la salud Universidad San Jorge de Zaragoza. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.

Esther Cruz Solas. Graduada en enfermería en la Universidad de Jaén. Hospital Miguel Servet, Zaragoza. España.

RESUMEN:

La hoja de la planta Erythroxylum Coca ha sido consumida por los pueblos indígenas desde hace miles de años. Posteriormente se empezó a comercializar en forma de sustancia química como sales o cristales de cocaína. Ésta actúa sobre el sistema nervioso central provocando efectos sobre el comportamiento y las emociones haciendo que sea una de las drogas más adictivas que existe llegando incluso a causar la muerte por sobredosis. El consumidor pasa por dos fases: estimulación y depresión que lo llevan a un constante deseo de consumir.

Palabras clave: cocaína, adicción, drogas.

SUMMARY

The leaf of the Erythroxylum Coca plant has been consumed by indigenous people for thousands of years. Later it began to be commercialized in its chemical form such as cocaine salts or crystals. It acts on the central nervous system causing effects on behavior and emotions, making it one of the most addictive drugs that exists, even causing death by overdose. The consumer goes through two phases: stimulation and depression that lead to a constant desire to consume.

Keywords: cocaine, addiction, drugs.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses

La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.

Han preservado las identidades de los pacientes.

1. ¿QUÉ ES LA COCAÍNA Y DE DÓNDE SE OBTIENE?

La cocaína es un estimulante del Sistema Nervioso Central con gran capacidad de recompensa o refuerzo positivo. Es un potente adictógeno con capacidad de generar dependencia. Su mecanismo de acción es por bloqueo de la recaptación presináptica en las sinapsis noradrenérgicas, dopaminérgicas y en menor medida serotoninérgicas [1].

Las acciones farmacológicas se caracterizan por manifestaciones de actividad noradrenérgica y dopaminérgica fundamentalmente, que afecta a los distintos aparatos.

Entre estas acciones farmacológicas se encuentran:

  • Estimulación de sistema nervioso central y periférico y del sistema cardiovascular.
  • Aumento de la energía y la lucidez.
  • Elevación del estado de ánimo.
  • Disminución del apetito y de la fatiga, insomnio.
  • Hiperactividad psicomotora [2].

Se la conoce como la droga de los años ochenta y noventa por su gran popularidad. Sin embargo, no es una droga nueva sino que se conoce desde hace más tiempo.

La cocaína se obtiene de la planta de coca (Erythroxylum Coca), que crecía principalmente en Perú y Bolivia. En la década de los noventa, a pesar de los intentos para reducir el cultivo en esos países, Colombia se convirtió en el país con mayor cultivo de coca. Hoy en día, la cocaína es una droga clasificada bajo la Lista ll (“Schedule ll”) de la Ley sobre Sustancias Controladas, lo que significa que se considera que tiene un gran potencial para ser abusada, pero que puede ser administrada por un doctor para usos médicos legítimos, por ejemplo como anestesia local en ciertos tipos de cirugías de los ojos, oídos y garganta.

Las hojas de la coca, de donde se obtiene, se han ingerido por miles de años mientras que la sustancia química pura, el clorhidrato de cocaína, se ha consumido por más de 100 años.

Esta droga usualmente se vende en forma de polvo blanco, fino y cristalino que se conoce como “coca”, “nieve”, “dama blanca” o “talco”. Los traficantes generalmente la mezclan con otras sustancias inertes, tales como la maicena, el talco o el azúcar; o con drogas activas como son la procaína o como las anfetaminas [3].

2. TIPOS DE COCAÍNA Y VÍAS DE ADMINISTRACIÓN.

Se pueden distinguir dos formas químicas de cocaína, por un lado está la sal de clorhidrato que es la “forma en polvo” de la cocaína y se disuelve fácilmente en agua y por otro, la base libre (crack) o cristales de cocaína (freebase), que son cristales procesados con amoniaco o bicarbonato sódico y agua para posteriormente calentarlos y eliminar el clorhidrato para así producir una sustancia que se puede fumar, de allí proviene el término “crack” que se refiere al sonido crujiente que se oye al fumar esta mezcla.

Las principales vías de administración de la cocaína son la oral, nasal, intravenosa y pulmonar:

  • Oral- Aplicando la droga directamente sobre las mucosas.
  • Nasal- Comúnmente denominado esnifar (“snorting”), que se refiere al proceso de inhalar la cocaína en polvo por la nariz. Es la forma más común en la que se utiliza el clorhidrato de cocaína, siendo ésta absorbida por las membranas mucosas de la nariz que la llevan al riego sanguíneo. Esta forma de administración puede llegar a causar ulceraciones y perforaciones del tabique nasal por el efecto vasoconstrictor y anestésico.
  • Intravenosa- Es otra de las vías utilizadas para el clorhidrato de cocaína. Se transporta la droga directamente a la sangre aumentando así la intensidad de su efecto pero se destruye el tejido cutáneo con rapidez y causa ulceración, además de mayor riesgo de padecer infecciones parenterales (hepatitis, VIH…)
  • Pulmonar- Se refiere a la forma Inhalada o fumada típica del crack, al fumar se inhala el vapor o humo de la cocaína a los pulmones donde la sangre lo absorbe a la misma velocidad que cuando se inyecta, por ello es una de las formas más rápidas de introducir la droga en el cerebro. Puede consumirse fumada en cigarrillos (mezclada o no con tabaco y/o marihuana) o en pipas de agua…
  • “Speed-ball” o “Pelotazo” o “Revuelto” – Es la combinación de un opiáceo y un psicoestimulante para así mezclarse los efectos de ambas drogas. Las razones pueden ser económicos y para buscar contrarrestar los efectos secundarios. Por ejemplo, la heroína puede calmar la agitación que provoca la cocaína y ésta permite experimentar un efecto euforizante para que la heroína no solo produzca sedación y adormecimiento [1,3].

3. ¿QUÉ EFECTOS SE PRODUCEN TRAS UNA DOSIS DE COCAÍNA?

La cocaína tiene dos acciones farmacológicas: por un lado, bloquea los canales del sodio, actuando como anestésico local con efectos cardiotóxicos y de daño vascular. Por otro lado, inhibe la recaptación de catecolaminas (dopamina y noradrenalina) y de serotonina, con lo que aumenta las concentraciones de estos neurotransmisores en el sistema nervioso central (SNC), produciendo euforia. También actúa estimulando los receptores d2 dopaminérgicos, produciendo psicosis y esquizofrenia.

Los efectos característicos del consumo de cocaína son la euforia, el aumento del estado de alerta que mejora la capacidad de realización de tareas simples y repetitivas, la disminución de la sensación de cansancio, del sueño y del apetito.

La cocaína actúa sobre el SNC produciendo nerviosismo, temblor, fiebre, agitación, confusión, y a veces, delirio, pánico e ideas paranoides. También actúa a nivel periférico, produciendo taquicardia, hipertensión, vasoconstricción, midriasis, aumento de la glucemia y de la temperatura (por la intensa vasoconstricción), constricción de esfínteres y entumecimiento de la función digestiva. La cocaína es, además, un anestésico local [4].

Los efectos fisiológicos a corto plazo que resultan del consumo de cocaína incluyen:

  • Contracción de los vasos sanguíneos, dilatación de las pupilas y aumentos en la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
  • Desasosiego, irritabilidad y ansiedad.
  • Temblores, vértigos, espasmos musculares o paranoia.
  • Efectos cardiovasculares como alteraciones en el ritmo cardiaco y ataques al corazón.
  • Algunos efectos neurológicos incluyendo ataques cerebrovasculares, convulsiones, dolores de cabeza y hasta coma
  • Complicaciones gastrointestinales, como dolor abdominal y náuseas.
  • En raras ocasiones, puede ocurrir la muerte súbita la primera vez que se prueba la cocaína o de forma inesperada al consumirla subsiguientemente. Las muertes ocasionadas por la cocaína suelen ser el resultado de un paro cardiaco o de convulsiones seguidas por un paro respiratorio [3].

[ANEXO 1]

  1. TOXICIDAD DE LA COCAÍNA

La cocaína es bien absorbida por la mayoría de vías de administración, pasando rápidamente a la sangre y siendo distribuida por todo el organismo, teniendo especial afinidad por el cerebro. Podemos distinguir 2 tipos de toxicidad: aguda y crónica.

La cocaína administrada localmente ya sea masticando las hojas de coca o como anestésico local, no presenta efectos sistémicos notables y su acción es predominantemente anestésica, sin embargo, su administración inhalatoria y parenteral sí que desencadena rápidos efectos, la inyección IV los produce en 1-2 minutos que pueden causar convulsiones o arritmias debido a los altos niveles transitorios en cerebro y corazón, mientras que las mismas dosis aspiradas pueden producir solo euforia. La dosis tóxica varía ampliamente y depende de la tolerancia individual, vía de administración y la presencia de otras drogas y otros factores. Se considera que niveles sanguíneos de entre 100 a 200 mcg % producen alteraciones evidentes en el individuo.

Tienen un amplio efecto sobre el comportamiento y las emociones siendo altamente adictiva porque actúa directamente sobre los centros de recompensa. Una dosis disipa el hambre, crea una falsa sensación de bienestar y disminuye la sensación de fatiga aumentando así la resistencia física. El consumidor principalmente se siente eufórico lo que incluye desinhibición, sentimientos de competencia, autoestima aumentada… Pero esta agitación se convierte en disforia que se compone de ansiedad e irritabilidad que lleva a la readministración apareciendo 2 fases: estimulación y depresión que conlleva un deseo de parar y descansar, buscando sustancia que faciliten el sueño (alcohol, opiáceos…), si no se produce sueño aparece un período de hipersomnolencia e hiperfagia.

Además, produce un aumento de la frecuencia cardíaca que disminuye la eficiencia del corazón, aumentando la demanda de oxígeno y por vasoconstricción periférica, se incrementa la presión sanguínea. Las arterias coronarias se contraen y las arteriolas cerebrales y pulmonares se dilatan, explicando el alto riesgo de infarto agudo de miocardio o hemorragia intracraneal si hay sobredosis de cocaína.

La cocaína produce midriasis y visión borrosa en el ojo por relajación del músculo ciliar y estimulación del receptor 1. Además de retención urinaria por relajación en la musculatura.

En los pulmones hay broncodilatación, disminución de las secreciones bronquiales y mejor capacidad ventilatoria pulmonar. Asimismo se reduce la secreción de insulina y hay aumento del glucagón que dan como resultado un aumento de la glucosa en sangre.

Por otro lado encontramos la toxicidad crónica, en la que el consumidor tiene dependencia física y psíquica. Podemos distinguir una serie de efectos marcados, que son:

  • Efectos psiquiátricos: Con el uso crónico de la cocaína se puede presentar insomnio, pérdida de peso y psicosis delirante, un cuadro delirante y alucinatorio relacionado con la cantidad y duración de la sustancia usada. En casos más severos la prueba de realidad está perturbada pudiéndose producir accidentes mortales sino se tiene extremo cuidado, este cuadro es transitorio y normalmente remite al normalizarse el sueño.
  • Efectos cardiovasculares: Los efectos más relevantes que causa el consumo crónico de cocaína sobre el sistema cardiovascular son, espasmo coronario, depresión de la función ventricular y trombosis causantes del infarto agudo de miocardio, que electrocardiográficamente se manifiestan como presencia de ondas Q, elevación del segmento S-T, ondas T invertidas, ensanchamiento del complejo QRS y prolongación de los intervalos PR y QT, también se pueden presentar arritmias ventriculares y auriculares.
  • Efectos respiratorios: El consumo crónico de basuco, produce alteraciones pulmonares relacionadas con bronquitis crónica y EPOC, lo cual parece estar más relacionado con las impurezas contenidas por el basuco en su proceso de elaboración [5]

 

  1. SÍNTOMAS DE SOBREDOSIS Y TRATAMIENTO DE INTOXICACIÓN POR COCAÍNA

Los síntomas por intoxicación con cocaína incluyen:

  • Cardiovasculares- Palpitaciones, taquicardias, arritmias, dolor torácico, cardiopatía isquémica (que puede llevar a infartos en personas muy jóvenes)
  • Digestivo– Anorexia, náuseas, vómitos, diarrea…
  • Respiratorios- Respiración acelerada o difícil, falta de oxigenación con coloración azul en la piel…
  • Psiquiátricos- Ansiedad, agitación psicomotriz, delirio y alucinaciones, ideas paranoides, crisis de pánico…
  • Neurológicos- Disminución del nivel de conciencia, movimientos anormales, convulsiones, midriasis, hemorragias cerebrales…
  • Tentativa de suicidio [1,6].

La sobredosis de cocaína carece de antídoto por lo que requiere un tratamiento sintomático que generalmente son las benzodiacepinas, por ejemplo, el Loracepam 1-2 mg cada 2-4h si hay agitación sin exceder los 8 mg/24h. Además:

  • Es básico la toma de constantes vitales y la monitorización en el ECG [6].
  • Forzar la diuresis de forma eficaz [1].
  • En caso de agitación se descartará hipoglucemia, hipoxia y asociación con otros psicoestimulantes, pudiendo administrarse Diazepam, Midazolam o Clonazepam IV lento.
  • Evitar el riesgo de autolesiones con barandillas, contención física si precisa…
  • Si hay convulsiones por taquicardia, hipertensión o arritmias, el tratamiento de elección es el Diazepam (sublingual, oral o IV lento).
  • Si coexisten hipertensión y arritmias, se utilizará Labetalol, estando el Propranolol contraindicado, ya que puede desencadenar o empeorar la hipertensión arterial.
  • La bradicardia con QT largo requiere taquicardizar al paciente con perfusión de Isoprenalina y descartar hipomagnesemia. Para la taquicardia ventricular se ha propuesto el uso de fenitoína [6].
  • Si hay hipertermia utilizar medios físicos.
  • En caso de infarto agudo de miocardio evitar betabloqueantes [1].
  1. POSIBLES USOS FARMACOLÓGICOS

Hace unos cien años, se descubre una técnica para extraer de las hojas un anestésico local, el clorhidrato de cocaína. Se utilizó como anestésico local en cirugía oftalmológica y otorrinolaringológica hasta el descubrimiento de sustitutos sintéticos más seguros [1].

En la práctica médica la cocaína se usa todavía como anestésico superficial para paralizar membranas mucosas, como en los ojos, nariz y garganta, en donde su efectividad no ha sido superada [7].

Fuera de los usos médicos, no existe una forma segura de usar cocaína. No importa la vía de administración, el uso repetido de la cocaína puede causar la adicción o tener otras consecuencias adversas a la salud [8].

Ver anexo

7. BIBLIOGRAFÍA

  1. González Moreno AM. Estrategias farmacológicas en el tratamiento de la adicción por cocaína. Revista Española de Drogodependencias. 2006; 31 (3 y 4): 291-310. Disponible en: https://www.researchgate.net/profile/Carlos_Sirvent/publication/271511261_ Psicopatologia_asociada_al_consumo_de_cocaina_ y_alcohol_Psychopathology_associated_with_cocaine_and_alcohol_consumption _Psychopathology_associated_with_cocaine_and_alcohol_consumption/links/ 5666d42508ae192bbf92a9ed/ Psicopatologia-asociada-al-consumo-de-cocaina-y-alcohol-Psychopathology-associated-with-cocaine-and-alcohol-consumption- Psychopathology-associated-with-cocaine-and-alcohol-consumption.pdf#page=55
  2. Lizasoain I, Moro MA, Lorenzo P. Cocaína: Aspectos farmacológicos. Adicciones. 2002; 14 (1): 57-64. Disponible en: internet.drugabuse.tusalud.ucm.teachhealth.tol.centroreleax.adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/513/508
  3. NIH, National Institute on Drug Abuse. Cocaína: Abuso y adicción. EEUU. 2010 [Consultado el 2 de abril de 2020]. Disponible        en: https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/cocaina-abuso-y-adiccion/que-es-la-cocaina
  4. Mª Carmen González Chamero. Uso recreativo de la cocaína. De la diversión a la adicción.            2009;    28(1):       60-67.   Disponible        en: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-uso-recreativo-cocaina-de-diversion-13132027
  5. Téllez Mosquera J, Cote Menéndez M. Efecto toxicológicos y neuropsiquiátricos producidos por el consumo de cocaína. Rev Fac Med Univ Nac Colomb. 2005; 53 (1): 10-26. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/revfacmed/article/view/43483/44756
  6. González Llona I, Tumuluru S, González Torres MA, Gaviria M. Cocaína: una revisión de la adicción y el tratamiento. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. 2015; 35 (127). Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352015000300008
  7. Pascual F, Torres M, Calafat A. Monografía de Cocaína [Internet]. 2001; [Acceso 6 de abril de        2020].   Disponible       en: http://www.quiero-puedo.com/wp-content/uploads/2016/06/cocaina.pdf
  8. S. Department of Health And Human Services. Cocaína. Abuso y Adicción [Monografía en Internet]. Estados Unidos: 2001 [Acceso 2 de abril de 2020]. Disponible en: www.biblioteca.cij.gob.mx/Archivos/Materiales_de_consulta/Drogas_de_Abuso/Articulos/RRCocaina.pdf