Inicio > Divulgación médica > La piel del bebé

La piel del bebé

La piel del bebé

La piel del bebé es muy vulnerable ya que poseen menor capacidad de protección  que la de un adulto.

De hecho la piel del bebé cuando nace está recubierta de una grasa blanquecina llamada vérnix caseoso con un alto contenido en agua y grasa; con propiedades protectoras y curativas frente a las infecciones, lesiones cutáneas y antioxidantes; durante el parto actúa como lubricante y como película protectora que reduce la fricción del cuerpo del bebé.

La piel del bebé

María del Carmen Pérez Pérez. Auxiliar de Enfermería. Hospital de La Línea de la Concepción en Cádiz. Formación Profesional Grado 1 y 2 en la rama de Sanitaria.

Margarita Almagro Moreno. Auxiliar de Enfermería. Hospital de La Línea de la Concepción en Cádiz. Formación Profesional Grado 1 en la rama de Sanitaria.

Margarita López Almagro. Auxiliar de Enfermería. Hospital Reina Sofía en Córdoba. Formación Profesional Grado 1 en la rama sanitaria.

Palabras clave: piel, bebé, grasa, vérnix caseoso, parto,  limpieza, temperatura, corporal, recién nacido, baño, pañal, ombligo

En el cuidado de la piel son aspectos  importantes la integridad de la piel, la higiene (con especial atención en el ombligo y el pañal) control de la temperatura y adecuado uso de antisépticos y emolientes.

La higiene de la piel.

La limpieza de la piel no se debe iniciar hasta que la temperatura corporal no se haya estabilizado. En muchos hospitales se baña inmediatamente al recién nacido o se limpia su piel de esa sustancia blanquecina para así poderlo presentar a su madre.

En el momento del nacimiento el PH es neutro y luego se va volviendo más ácido varía entre 4´5 y 6 según la zona de la piel.

Cuidados generales de la piel del bebé.

– Baño diario con jabón de bebé, con la menor cantidad de perfume; deben evitarse los jabones neutros, de avena, o manzanilla, que pueden secar la superficie de la piel.

– No utilizar estropajos, esponjas, solo utilizar la mano y el jabón.

– Aplicar al finalizar el baño crema (emolientes) sobre la superficie de la piel, evitar los que contengan perfume o colorante en exceso. Evitar aplicar talco.

– Para el aseo de la zona del pañal se utiliza agua y un jabón suave; asegurándose que se encuentre la piel seca antes de colocar el pañal, se puede utilizar crema protectora para evitar irritaciones ya que es una zona que siempre está más húmedas y es propensa a tener dermatitis por contacto del pañal. También se pueden emplear pastas con zinc para mantener la piel seca y pomadas antifúngicas  en caso de colonización por hongos.

– La ropa del bebé será de algodón preferentemente y holgados, evitar abrigarlo en exceso para evitar la aparición de salpullido.

La ropa del bebé debe lavarse con jabón de pasta y evitar suavizante.

CUIDADOS DEL OMBLIGO.

El cuidado del ombligo es necesario para evitar infección.

Después del baño hay que secar muy bien  la zona  y colocarle una gasa alrededor del ombligo  humedecida con alcohol de 70 º y colocar el pañal que tape dicha gasa.

BIBLIOGRAFÍA:

Bau C, Del Pozo A. Cosmética Infantil (I) Características generales de la piel del bebé. Offarm. 2003.

García-Patos Briones V. Cuidados de la piel del recién nacido. La dermatología y el pediatra. Ed. Ergón: Barcelona 1997.