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Manejo del VIH en gestantes

Manejo del VIH en gestantes

INTRODUCCIÓN

El SIDA es un trastorno clínico grave y mortal, que se identificó como un síndrome definido e independiente en 1981. El síndrome representa la última etapa clínica de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que por lo común daña en forma progresiva el aparato inmunitario y otros órganos y sistemas, incluso el sistema nervioso central (SNC).

Manejo del VIH en gestantes

Autores:

Dra. Yudy Cambero Martínez. Especialista I grado en MGI y en Ginecología y Obstetricia. Profesor Asistente Facultad “Dr. Salvador Allende”.

Dra. Guadalupe Carballo Fernández. Especialista II grado en MGI. Profesor Auxiliar Facultad “Dr. Salvador Allende”.

Dr. Odell Rodríguez Hernández. Especialista I grado en MGI. Profesor Instructor Facultad “Dr. Salvador Allende”.

Dra. Alegna Hernández Pérez. Especialista I grado en MGI. Profesor Instructor Facultad “Dr. Salvador Allende

Facultad Dr. “Salvador Allende.

En el término de semanas a varios meses después de la infección por el virus, muchas personas presentan un cuadro agudo similar a la mononucleosis, de curso limitado, que dura una a dos semanas. Después de ese lapso, las personas infectadas pueden permanecer asintomáticas durante meses o años antes de que aparezcan otras manifestaciones clínicas, como infecciones oportunistas y síntomas generales y neurológicos. Por lo regular, la gravedad de las infecciones oportunistas ulteriores relacionadas con la infección por VIH guarda correlación directa con el grado de disfunción del sistema inmunitario.

El comienzo del cuadro clínico suele ser insidioso, con síntomas inespecíficos como linfadenopatía, anorexia, diarrea crónica, pérdida de peso, fiebre y fatiga. Sin embargo, dicha constelación de síntomas inespecíficos, en general, no basta para confirmar el diagnóstico de SIDA. Se denomina complejo relacionado con el SIDA (CRS) o “infección por el VIH sintomática” a los signos y síntomas recién mencionados en una persona infectada por el virus.

Se identificaron más de una docena de infecciones oportunistas y algunos cánceres que constituyen indicadores suficientemente específicos de la inmunodeficiencia subyacente como para ser incluidos en la definición inicial de caso de SIDA elaborada por los CDC en los Estados Unidos en 1982. Las infecciones oportunistas incluyen: neumonía por Pneumocystis carinii, criptosporidiosis crónica, toxoplasmosis del sistema nervioso central (SNC), candidiasis del esófago o de las vías respiratorias inferiores, criptococosis diseminada o del sistema nervioso central (SNC), micobacteriosis atípica diseminada e v pulmonar, de las vías gastrointestinales, del sistema nervioso central u ocular por citomegalovirus (CMV), infección mucocutánea ulcerada crónica o infección diseminada por el virus del herpes simple y leucoencefalopatía multifocal progresiva; entre los cánceres están el sarcoma de Kaposi, el linfoma primario de células B limitado al encéfalo y el linfoma no–Hodgkin. Estas enfermedades, si se diagnosticaban por medio de las técnicas histológicas o de cultivo estándares, o por ambas, cumplían con la definición del SIDA de los CDC para vigilancia si se habían descartado otras causas identificadas de la inmunodeficiencia.

En 1987 se revisó la definición mencionada para: 1) incluir más enfermedades indicadoras (como el síndrome de desgaste o consunción, la tuberculosis extrapulmonar y enfermedades neurológicas como la demencia o la neuropatía sensitiva por el VIH), y 2) para aceptar como diagnóstico presuntivo algunas de las enfermedades indicadoras si en las pruebas de laboratorio, como las mediciones de anticuerpos contra el VIH, se detectaban signos de infección por el virus mencionado.

Los CDC volvieron a revisar la definición de caso de SIDA para vigilancia en 1993, de modo que incluyera tuberculosis pulmonar, neumonía recurrente y cáncer cervicouterino invasor en personas infectadas por VIH. Además, se considera como caso de SIDA a todo individuo infectado por el VIH con un número de linfocitos CD4+ menor de 200/mm3, o un porcentaje de linfocitos T CD4+ del total de linfocitos menor de 14%, independientemente de su estado clínico.

Cuando los médicos y el personal paramédico conocen sobre el SIDA y se relacionan con personas seropositivas al VIH pueden aumentar su nivel de tolerancia.

Si se deja que siga su curso natural, el VIH causará una devastación de una magnitud sin precedentes.

Se estima que unos 200 millones de mujeres en todo el mundo quedan embarazada cada año, de las cuales unos 2.5 son VIH positivas. Uno de los mayores retos es lograr que casi el 99% de las mujeres embarazadas que no han contraído el virus sigan siendo VIH-negativas.

Existen estrategias para prevenir la transmisión materna infantil como son:

1. Prevención primaria del VIH entre los futuros padres

2. Prevención de embarazos no deseados en mujeres VIH-positivas.

3. Prevención de la transmisión materno-infantil del VIH.

Complementarios:

  • Western Blot
  • Hemograma con diferencial
  • Eritrosedimentación
  • Coagulograma mínimo
  • Serología
  • Glicemia
  • TGP Y TGO
  • Urea
  • Subpoblaciones linfocitarias (CD4)
  • Antígeno de hepatitis B
  • Rx. de Tórax
  • Carga Viral
  • Prueba citológico
  • Prueba de Tuberculina
  • Examen de Lípidos
  • Y los de seguimiento del embarazo.

En los casos diagnosticados, mediante el modelo de confrontación respetuosa, se puede negociar con la pareja, ofreciéndole conocimientos del riesgo para ellos y el niño, manejando los siguientes elementos:

  1. Riesgo del embarazo para la salud propia.
  2. Posibilidad de transmisión del VIH a la pareja si el hombre no está infectado, o de reinfección si este es también seropositivo al VIH; en caso que estén considerando aún la posibilidad de concebir el embarazo.
  3. Posibilidad de transmisión del VIH al bebé.
  4. Particularidades del SIDA pediátrico.
  5. Posibilidad de orfandad, y ante esto, garantías de educación y cuidado futuro de su descendencia.
  6. Respeto a la decisión que tome la pareja, o la mujer, y apoyo ante cualquier decisión.

Transmisión Materna Infantil del VIH