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Hallazgos necrópsicos en mujeres con cáncer de cuello uterino

Hallazgos necrópsicos en mujeres con cáncer de cuello uterino

RESUMEN.

Se realizó una investigación retrospectiva, descriptiva y transversal de 260 mujeres fallecidas por cáncer de cuello uterino en el Hospital Oncológico Interprovincial de Santiago de Cuba, desde el 2000 hasta el 2010, con el objetivo de analizar los protocolos necrópsicos y las historias clínicas de las afectadas y contribuir al conocimiento de la historia natural del cáncer del cuello uterino.

En la casuística predominaron el grupo etario de 41-50 años, los carcinomas epidermoides (92,3%), los adenocarcinomas (5,3%) y la insuficiencia renal crónica como la causa directa de muerte (44,2%). Así mismo, 45% de estas féminas tuvieron metástasis a distancia y fue el hígado el sitio metastásico prevalente (26,1%), seguido por ganglios remotos y pulmón.

Hallazgos necrópsicos en mujeres con cáncer de cuello uterino

Dr. Juan Antonio Gutiérrez Rodríguez. Especialista de primer grado en Oncología. Profesor Instructor Departamento de Cirugía. Facultad 1. Hospital Oncológico Docente Provincial ”Conrado Benítez García”. Santiago de Cuba. Abril. 2013.

Palabras clave: Autopsias, Neoplasias del Cuello Uterino, neoplasias, mujeres

ABSTRACT

A retrospective, descriptive and cross-sectional investigation of 260 women who died due to cervical cancer in the Interprovincial Oncological Hospital in Santiago de Cuba was carried out from 2000 to 2010, with the objective of analyzing the necropsy protocols and the medical records of the dead patients and to contribute to the knowledge of the natural history of the cervical cancer. The age group 41-50 year, the epidermoid carcinoma (92.3%), the adenocarcinoma (5.3%) and the chronic renal failure as the direct cause of death (44.2%) prevailed in the case material. Likewise, 45, 0% of these female patients had distant metastasis and it was the liver the prevalent metastatic site (26.1%), followed by remote lymph nodes and lung.

Key words: Autopsies, cervical neoplasia, neoplasia, women

INTRODUCCIÓN.

El cáncer de cuello uterino ocupa el segundo lugar, por su frecuencia, entre los tipos de cáncer de la mujer en todo el mundo, con un número de casos al año que se estima en medio millón y unas 250 mil defunciones (1,2).El 80% de los casos aparece en países del llamado Tercer Mundo, donde constituye un problema de salud. Las cifras de incidencia varían de forma notable de un país a otro, incluso entre regiones de un mismo país y entre diferentes grupos sociales de un mismo país o región.

Para ilustrar la afirmación anterior recordaremos que la incidencia de la enfermedad en la población blanca americana (USA) es de 2,5 casos por 100 mil mujeres, la incidencia entre las afro americanas es de 13,2 por 100 mil mujeres; en las inmigrantes hispanas en Estados Unidos la incidencia es de 16,2 por 100 mil mujeres, mientras que la comunidad vietnamita en Estados Unidos presenta una incidencia de 43 por 100 mil mujeres.

Entre países la incidencia se comporta de forma paralela al patrón de desarrollo del país, reportándose cifras tan elevadas como 83 por 100 mil mujeres en el nordeste de Brasil a menos de 3 por 100 mil mujeres en Israel y Estados Unidos( 3 ). Las cifras tan dispares en la incidencia de la enfermedad, se deben a que el cáncer de cuello suele verse con más frecuencia en las capas más desprotegidas de la sociedad, donde priman patrones sexuales y reproductivos que favorecen la ocurrencia de la enfermedad; además estos grupos sociales tienen menos acceso a la atención médica y en particular a los programas de despistaje (4).

En los años cuarenta del pasado siglo la creación del test de Papanicolau (prueba citológica) representó una verdadera revolución en el diagnóstico precoz del cáncer de cuello uterino, disminuyendo de forma drástica la incidencia y mortalidad en los países cuya población tiene pleno acceso a los programas de despistaje y al tratamiento.

En la provincia canadiense de Columbia Británica la incidencia de cáncer de cérvix ha disminuido en un periodo de 20 años de más de 30 por 100 mil mujeres en 1955 hasta menos de 5 por 100 mil mujeres en 1985. La mortalidad por este tipo de cáncer disminuyó en estados unidos en un 70% en comparación con los años 40 del pasado siglo (5). Esto se ha logrado porque la realización de la prueba garantiza el diagnóstico oportuno de lesiones premalignas del cuello de útero, que al ser tratadas, evita la aparición de un cáncer en el futuro; y los casos de cáncer pueden ser diagnosticados en estadios precoces donde el tratamiento es efectivo y la posibilidad de curación alta.

En los últimos años los avances en biología molecular, biología celular e inmunología han logrado desentrañar ciertos misterios alrededor de la biología de cáncer de cuello de útero. Se ha logrado determinar el papel de agentes biológicos como el Virus del Papiloma Humano (VPH) en la génesis de este tipo de cáncer. La familia del Virus del Papiloma Humano (VPH) es una familia de ADN virus de los cuales más de 40 genotipos afectan el tracto anogenital produciendo un amplio espectro de enfermedades que va desde verrugas hasta cánceres invasivos de Vulva, Vagina, Cuello de Útero y Pene. Cuando el virus coloniza el epitelio anogenital se acopla el ADN viral al ADN de la célula del huésped, se produce la síntesis de oncoproteínas virales E6 y E7 que provocan daño en los genes supresores P53 y Rb (la mutación o delección de P53 es la anormalidad genética más común en el cáncer). E6 y E7 son responsables de la inducción y el mantenimiento del fenotipo transformado del cáncer de cérvix. Actualmente se piensa que el Virus del Papiloma Humano (VPH) está involucrado en la génesis del 99% de los casos de cáncer de cuello uterino (6,7). La tendencia actual respaldada por evidencias epidemiológicas y de laboratorio de Biología Molecular es considerar a la enfermedad secuela tardía de una infección de transmisión sexual. Entre los grandes monopolios farmacéuticos se ha desatado una carrera desenfrenada por crear una vacuna contra la infección por las cepas oncógenas del Virus del Papiloma Humano (VPH).

En Cuba, a pesar de existir desde 1967 un Programa de Diagnóstico Precoz de Cáncer de Cuello Uterino, la incidencia de la enfermedad es relativamente alta. El Hospital Oncológico de Santiago de Cuba, por estar enclavado en una de las regiones del país con mayor incidencia de este tipo de cáncer, recibe cada año más de un centenar de nuevos casos de la enfermedad y cada año fallece un grupo de mujeres portadoras de cáncer de cuello uterino, diagnosticadas muchas veces en estadios avanzados. En Cuba el cáncer de cuello uterino fue la quinta causa de muerte en el año 2008 y es responsable de gran cantidad de años de vida potencialmente perdidos, (8) a pesar de la existencia del Programa y de los cuantiosos recursos que aporta el estado a la salud pública en general y a este programa en particular.

A pesar de los avances en el conocimiento de la patogenia de la enfermedad somos del criterio de que desde el punto de vista clínico la enfermedad no ha sido