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Para vivir más, intoxíquese menos

Para vivir más, intoxíquese menos

Los problemas de salud son una defensa del organismo contra sus propias toxinas y obedecen a su esfuerzo para evitar, minimizar, compensar o eliminar los daños causados por esas toxinas. Para curarse hay que drenar las sustancias nocivas que se acumulan en el tejido conjuntivo entre las células.

De acuerdo a la homeopatía clásica, los pacientes se curan al suministrarles, en dosis infinitesimales, aquellos remedios que suministrados en cantidades mayores a una persona sana le provocarían unos síntomas similares a los que se pretende combatir o aliviar en los individuos enfermos.

Para vivir más, intoxíquese menos

Por: Dr. James Vallejo Quintero. Homotoxicología – Baden Baden

Los medicamentos homeopáticos, desarrollados por el médico Christian Samuel Hahnemann (1755-1843), en el siglo XVIII, ayudan a desbloquear, estructurar y estimular el organismo, para que restablezca su “vis natura medicatrix” o fuerza vital innata pero limitada, la cual nos ayuda a mantenernos sanos, recuperar la salud y protegernos de las agresiones externas.

Un siglo después, el médico homeópata alemán Hans H. Reckeweg (1905-1985), creó una de las terapias biológicas que están más en ascenso: la “homeopatía de segunda generación”, también llamada homotoxicología u antihomotóxica, la cual se origina en el método de Hahnemann, y busca activar las defensas del organismo, para que se cure y reequilibre por sí mismo.

“Bajo el concepto de homotoxinas se engloban todas las sustancias tóxicas e intolerables para el ser humano, tanto originadas dentro como fuera del organismo”.

Venenos de dentro y fuera

En esta clasificación se incluyen desde los compuestos tóxicos provenientes de la alimentación o el ambiente, hasta sustancias orgánicas como el colesterol, el ácido úrico o la urea, que si bien son fisiológicas, cuando se hallan en exceso originan dolencias.

“Para Reckeweg las enfermedades son procesos biológicos de gran importancia, cuyo objetivo consiste en eliminar las homotoxinas y evitar, minimizar o eliminar las lesiones provocadas por éstas. Por el contrario, la curación consiste en eliminar las homotoxinas y las lesiones homotóxicas”.

“cada persona origina en su cuerpo o recibe desde fuera, debido a factores como el estrés, el desequilibrio de la dieta, la medicación o la contaminación, sustancias tóxicas u homotoxinas, cuya presencia o acumulación excesiva, activan las defensas orgánicas, generado una reacción: la enfermedad”.

Este es el fundamento de la homotoxicología, una terapia biológica o natural, que ayuda a los mecanismos de auto depuración del ser humano, con todas aquellas medidas que faciliten la eliminación de homotoxinas.

Esta técnica es preferible a la medicina ortodoxa, “en el caso de un resfriado común, es más sensato ayudar a fluidificar las secreciones mediante vahos, infusiones, saunas, compresas sudoríficas, ingestión de líquidos, que bombardear el cuerpo con fármacos que buscan suprimir los síntomas y sólo suelen conseguir que se prolongue o reaparezca poco después”.

Remedios homeopáticos y técnicas naturales

Para actuar sobre los humores, materiales y energías del cuerpo, además de remedios homeopáticos, esta medicina emplea otras sustancias muy diluidas y técnicas naturales: ayuno, sudoración, enemas, dietas, infusiones, compresas, sangrías, ventosas.

Para establecer un diagnóstico, se elabora la historia clínica del paciente, se averigua qué factores ambientales le mejoran y empeoran, por ejemplo el frío, el calor, la presión o la humedad. Además se le pide que comente sus emociones, y se le explora con aparatos que miden su electricidad biológica.

La homotoxicología también tiene efectos psicoemocionales: “El paciente suele acudir a la consulta con una enfermedad que conlleva una alteración en su estado emotivo, como miedo, tristeza o depresión”.

“Pero cuando drenamos con determinados productos sus lodos internos u homotoxinas, que se han ido acumulando en distintos órganos, sistemas o tejidos, y lo desintoxicamos y equilibramos, comienza a coger confianza en sí mismo y en la terapia, y sus emociones cambian a mejor rápidamente”.

La homotoxicología busca cortar la enfermedad en alguna de sus sucesivas seis fases de desarrollo, ayudando al cuerpo a desintoxicarse, para evitar que progrese hacia la siguiente etapa, más grave y a la cual se llega si no se eliminan las homotoxinas.

Actuar antes de que sea tarde

“ante la acción de cualquier estímulo nocivo, el organismo siempre tiende a recuperar su equilibrio biológico, y para ello pone en marcha una complejísima serie de mecanismos de compensación”.

En un primer momento, el cuerpo intenta eliminar la homotoxina por medio de la secreción o la excreción. En una infección de las vías respiratorias altas ello se produce a través de mucosidades, estornudos, lagrimeo, flemas, tos y sudoración.

Pese a las medidas de eliminación, que pueden ser ayudas por medio de medicamentos y cambios dietéticos, el cuerpo entra en una fase de reacción y busca desintoxicarse mediante una reacción de defensa a través de inflamaciones de todo tipo: artritis, colitis, gastritis, amigdalitis.

De la inflamación a la degeneración

Cuando el organismo ya no es capaz de eliminar sus homotoxinas por medio de la excreción ni las reacciones inflamatorias, comienza la etapa de depósito, en la cual intentará debilitar las homotoxinas acumulándolas primero en el tejido conjuntivo, el cual se deteriora causando dolor muscular y reuma, y después en los órganos, causando algunas dolencias agudas.

Si no se eliminan las homotoxinas mediante una dolencia aguda, con la ayuda del ayuno, sangrías, ventosas, dieta, sudoración o lavativas, el proceso sigue avanzado hasta el estadio de patología celular, que se manifiesta a través de lesiones orgánicas severas.

Se entra en las fases finales de impregnación y degeneración. El proceso degenerativo progresa hasta causar desde procesos inflamatorios crónicos severos y degeneración celular, hasta artrosis deformante y arteriosclerosis avanzada. Este terreno también es adecuado para que se desarrolle un cáncer.