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Plan de acción para la promoción de salud sobre el hábito de fumar en estudiantes de nivel medio

Plan de acción para la promoción de salud sobre el hábito de fumar en estudiantes de nivel medio

RESUMEN

En la actualidad casi todos los pueblos del mundo conocen el hábito de fumar tabaco. Inicialmente se creía que el fumar aliviaba tensiones y no tenía efectos nocivos. Actualmente es reconocido que fumar cigarrillos constituye un factor causal y/o agravante de múltiples enfermedades. La Organización Mundial de la Salud lo cuenta entre los principales problemas del 2000.

Fumar fue considerado primero como un vicio, después como un hábito y actualmente como una adición. Se estima que para el año 2020 el tabaco se convertirá en la causa de muerte de más de 10 millones de personas anualmente. Por estos motivos son importantes las acciones mancomunadas de diferentes sectores de la sociedad en la promoción de estilos de vida saludables, prevención del tabaquismo y abandono del mismo.

Plan de acción para la promoción de salud sobre el hábito de fumar en estudiantes de nivel medio.

Lic. José Ángel Cruz Rodríguez (1), MSc. Dr. Javier Cruz Rodríguez (2), Dra. María del Carmen Rodríguez Fernández (3), Lic. Amaurys Zubiaurre Valdivia (4), Dra. Yamilet Álvarez Luna (5), MSc. Dra. Elizabeth Álvarez-Guerra González (6) y Dra. Rosa Caridad Truffín Hernández (7).

(1)           Profesor de Nivel Superior Rama Economía. Licenciado en Economía. Director Instituto Politécnico de Economía “Rubén Martínez Villena”.

(2)           Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Máster en Urgencias Médicas. Residente de Cirugía General. Hospital “Arnaldo Milián Castro”.

(3)           Profesora de Nivel Superior Rama Economía. Licenciada en Economía. Doctora en Ciencias Pedagógicas. UCP “Félix Varela”.

(4)           Licenciado en Educación Especialidad Economía.

(5)           Especialista de I Grado en Medicina General Integral.

(6)           Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Máster en Medicina Bioenergética y Natural.

(7)           Especialista de I Grado en Medicina General Integral.

Se diseñó un plan de acción a poner en marcha durante el curso escolar 2011-2012 para educar a la población estudiantil del Instituto Politécnico de Economía “Rubén Martínez Villena” sobre los riesgos de hábito de fumar, la importancia de evitarlo y las opciones para abandonarlo.

Palabras clave: tabaquismo, efectos adversos, complicaciones, trastornos por uso de tabaco, prevención y control, cese del tabaquismo.

Desde la introducción del tabaco en Europa hace más de 500 años, el consumo y comercio de este han desempeñado papeles sociales y económicos importantes. En la actualidad, casi todos los pueblos del mundo conocen el hábito de fumar tabaco. Los primeros europeos que llegaron al continente americano observaron que los indígenas fumaban en pipa las hojas del tabaco e introdujeron esta práctica en Europa a mediados del siglo XVI. A comienzos del siglo XX cada fumador consumía más de mil cigarrillos al año. La actitud general de la sociedad era que el tabaco aliviaba tensiones y no tenía efectos nocivos. Durante la II Guerra Mundial los médicos recomendaban enviar cigarrillos a los soldados, por lo que se incluyeron en los lotes de raciones. Tras la II Guerra Mundial surgieron las primeras voces de alarma al observarse un aumento en la incidencia de cáncer de pulmón, a medida que se iban acumulando informes científicos, se iba conteniendo el auge de las ventas pero sin llegar nunca a una regresión (1).

Fumar cigarrillos constituye un factor causal y/o agravante de una serie de enfermedades: Enfermedad Cardiovascular (cardiopatía coronaria, angina de pecho, enfermedad vascular periférica, aneurisma aórtico), Enfermedad respiratoria (principalmente bronquitis crónica y enfisema), Enfermedad cerebro vascular (incluidas trombosis y hemorragia cerebrales), Cánceres (particularmente de pulmón, cavidad bucal, laringe, esófago, páncreas, riñón y vejiga), Ulceras gástricas y duodenales, e Infecciones de las vías respiratorias superiores. Las tasas de morbilidad y mortalidad de estas enfermedades están aumentadas en los fumadores. El hábito de fumar cigarrillos es responsable de: hasta el 30% de todas las cardiopatías coronarias; el 80-90% de los casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y un 30% aproximado de todas las muertes por cáncer (1-7).

El tabaco es el paradigma del factor causal en la epidemiología del cáncer. Muchas de las aproximadamente 5.000 sustancias aisladas en la hoja de tabaco o en los productos de su procesamiento y combustión se han identificado como potentes carcinógenos. Los últimos resultados ofrecidos señalan que el riesgo de muerte en los varones fumadores con respecto a los no fumadores es 27 veces mayor por cáncer de cavidad oral y faringe, 22 veces mayor por cáncer de pulmón y 10 veces mayor por cáncer de laringe. Los riesgos obtenidos para las mujeres fumadoras en estas localizaciones tumorales son, respectivamente, 6, 12 y 18 veces mayores que en las no fumadoras. El 80% de las muertes por cáncer de pulmón en España se deben al tabaquismo. Asimismo, un porcentaje similar de las muertes en varones producidas por tumores de labio, boca, faringe, laringe y esófago son atribuibles al consumo de tabaco. Al menos, 20.000 muertes anuales por cáncer ocurridas en España se atribuyen a este factor (3).

Se estima que para el año 2020 el tabaco se convertirá en la causa de muerte de más de 10 millones de personas anualmente. Provocará más muertes que la suma de las producidas por el virus de la inmunodeficiencia humana, la tuberculosis, la mortalidad materna, los accidentes, el suicidio y el homicidio. Las muertes por uso del tabaco son totalmente evitables (8).

En la mayoría de los países industrializados aproximadamente un tercio de la población adulta fuma, siendo la proporción ligeramente inferior para las mujeres que para los hombres. Desde 1950 a 1999 han fallecido 62 millones de personas a causa del hábito, por lo cual se considera al tabaquismo como una epidemia. La Organización Mundial de la Salud la cuenta entre los principales problemas del 2000, junto al paludismo, al SIDA y la pobreza. Fumar fue considerado primero como un vicio, después como un hábito y actualmente como una adición. En América Latina poseen esa adición el 40% de los hombres y el 21% de las mujeres, equivalente a un tercio de los adultos. En 1984, fumaba el 42,2% de la población cubana de 17 años y más. En 1988, esta cifra descendió a 40,1%, en 1989 a 37,5% y en 1995 a 36,8% (1,2).

Los no fumadores expuestos de forma involuntaria y continuada a humo de tabaco presentan un riesgo de cáncer de pulmón superior en un 20-30% respecto a los no expuestos. Se estima que de un 17 a un 30% de las muertes por cáncer de pulmón en no fumadores son debidas al tabaquismo involuntario. El aire contaminado por humo de tabaco es considerado como uno de los más potentes carcinógenos