ASTIGMATISMO Y CIRUGÍA LÁSER: ¿ES REALMENTE EFICAZ?

Los avances en la técnica quirúrgica oftalmológica han permitido que se realicen de forma rutinaria y con muy limitados riesgos, intervenciones que no se hubieran imaginado hace unos años.
Con muy pocas molestias y en unos minutos, problemas como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, pueden desaparecer de forma permanente.

El astigmatismo es un defecto de refracción debido a que los dos ejes de la córnea son de distinto tamaño, uno más curvo y otro más plano. Esto significa que la imagen que llega a la retina se encuentra desenfocada. En el astigmatismo hipermetrópico un eje se enfoca en la retina y el otro por detrás de ella. Cuando uno de los dos ejes se proyecta por delante de la retina nos encontramos ante un astigmatismo miópico. Si ninguno de los dos ejes coincide en la retina hablamos del astigmatismo mixto.

El procedimiento conocido como Keratomileusis In Situ Asistida por Láser (LASIK) es la técnica más efectiva y segura actualmente para la corrección de astigmatismos menores de 6 dioptrías. Es el procedimiento más utilizado actualmente ya que 90% de los pacientes tienen un astigmatismo de esta magnitud. El LASIK modifica el poder de la cornea, que es el principal lente del ojo. La cornea tiene tres capas principales: epitelio, estroma y endotelio. El LASIK modifica la curvatura del estroma para darle nueva forma a la cornea.
La ventaja del LASIK sobre otros procedimientos con láser consiste en que el tallado se realiza en las capas profundas del estroma corneal.
El procedimiento se realiza mediante anestesia tópica (gotas oculares) y es muy rápido (pocos minutos).

Como cualquier procedimiento quirúrgico, conlleva cierto riesgo, aunque con las técnicas actuales la incidencia de complicaciones es muy escasa. En ocasiones es precisa la realización de un segundo procedimiento aplicando la misma técnica (Keratomileusis In Situ Asistida por Láser - LASIK) para conseguir un resultado óptimo.