Hace algunos años atrás mi hija empezó a sufrir dolores de cabeza, los cuales eran cada vez más intensos. Buscando una cura a estos dolores caímos en las manos del “prestigioso” neurocirujano Barcelone Fernando matrícula nº 5323 de la ciudad de Rosario.
Los primeros diagnósticos que acusó fueron problemas en la vista por estar muchas horas delante de la computadora y migrañas hereditarias, y la medicó con simples calmantes (todo esto sin antes hacer ningún estudio). Los dolores de cabeza seguían y nuestra preocupación aumentaba cada vez más, entonces le EXIGÍ que le hiciera un estudio más profundo. En él se encontró que tenía un pinealoma en la glándula pineal pero que esto no le producía los dolores de cabeza, que ella iba a llegar a viejita con esto porque era de nacimiento, asique no le dió importancia. Envié los resultados de los estudios a Córdoba para pedir la opinión de otro profesional, ellos se preocuparon por lo que vieron y pidieron verla personalmente. Este médico nos explicó que ella clínicamente estaba diez puntos, pero que el dolor de cabeza era consecuencia del pinealoma (tumor) porque hacía una pequeña hidrocefalia al inflamarse y obstruir el paso del líquido. La solución que nos daban era colocar una válvula para evitar un mal mayor. La cirugía era muy riesgosa pero no imposible, no hacerla ponía en riesgo su vida. Con esta opinión volvimos a ver a Barcelone Fernando y firme en su pensamiento nos dijo que no era nada y volvió a minimizar el problema. Lamentablemente, Ayelén confiaba en él, y decidió escuchar a su médico y aferrarse a el “no es nada” mientras seguía con su dolor de cabeza y él diciendo que si fuera algo malo no calmaría el dolor de cabeza con un simple analgésico (el cual no calmaba más de unos días). Mientras tanto seguíamos perdiendo tiempo.

El día 21 de Abril de 2010, mi hija fue internada de urgencia con dolor de cabeza, vómitos y dificultad en la visión (pasó lo que los médicos de Córdoba dijeron que iba a pasar si no se colocaba la válvula). Su médico que la estaba atendiendo desde el año 2006 y sabía lo que tenía y lo que le estaba pasando apareció recién al otro día como si nada, mientras mi hija sufrió toda la noche y toda la mañana. Me acuerdo que me pidió levantarse para ir al baño sin estabilizarse y tratando de encontrar su carita en el espejo me preguntaba: MAMÁ QUE ME ESTÁ PASANDO? Y este supuesto gran profesional no aparecía. Tuve que preguntarle a un enfermero: cuando pensaba aparecer el médico!?

Mi hija estaría hoy con nosotros si este personaje Barcelone Fernando hubiese actuado con mas rapidez, si hubiese sido más humilde, hubiese dejado de lado su soberbia y hubiese escuchado a sus colegas cordobeses que le estaban diciendo lo que pasaba o hubiese reconocido que esto escapaba de sus manos, que él no estaba capacitado para atender el problema que estaba viviendo mi hija. Le hubiese dicho a mi hija que fuera a Buenos Aires por ejemplo, quizás tenía la posibilidad de estar viva.

El 27 de Mayo de 2011, se cumplio un año que la operaron por segunda vez, y mi hija no volvió a despertar. Me quedan muchas dudas de lo que pasó adentro del quirófano… ¿Había una médica practicando en la cabeza de mi hija? Mi corazón de madre me dice que le cortaron alguna arteria y se les fue de las manos, luego llegó a mis oídos que dijeron que habían metido la pata. Por esto mi hija nunca más despertó.
El motivo por el que escribo esta carta, es para que le llegue a un joven que tiene lo mismo que tenía mi hija y está siendo atendido por este profesional (un día saliendo del consultorio me lo señaló, pero nunca supe su nombre). Esto no me va a devolver a Ayelén, pero quizás ayude a esta persona y a muchas otras que padezcan lo mismo y tengan la posibilidad de tratarse con otros médicos de Buenos Aires que SI estén capacitados y puedan salvarlos, sean más humanos y profesionales comprometidos.
Este médico no sabe nada de los problemas de cabeza ni de tumores en la glándula pineal, por su incapacidad y soberbia Ayelén no tuvo la posibilidad de curarse. Lo hago responsable de la muerte de mi hija y la destrucción de mi familia.


Rosario, Santa fe, Argentina.


Editado por OLGAG2 (04/06/11 10:53 PM)