Gracias por el consejo, intentaré aplicarlo. Es complicado cuando casi no puedes pisar el embrague del coche, atarte los zapatos o inclinarte para lavarte los dientes, por no decir dar una vuelta en la cama, es en estos momentos cuando los ánimos desaparecen por completo y piensas que más puedes hacer. El médico me da como opción una segunda rizolisis pero como el resultado de la primera ha sido un desastre total porque no solo no he mejorado sino que estoy mucho peor no creo que repita quirófano. En fin, habrá que aprender a vivir con este dolor y aceptar las limitaciones. Un saludo