He buscado en todos sitios pero nunca encontré un caso igual al mío, por eso inicio un nuevo tema.

Me llamo José, tengo 29 años y llevo más de 13 años arrastrando un problema que no he sido capaz de superar.

Mi única intención publicando mi historia aquí, es la de encontrar a alguien capaz de ayudarme en este trastorno. Ruego por tanto que únicamente respondan aquellos que, tras leer mi historia, crean que verdaderamente pueden ayudarme. Se lo agradeceré eternamente.

Intentaré ser breve. Mi caso es el siguiente. Hasta el maldito día que todo empezó, (4 de febrero del año 2000) yo era una persona absolutamente normal en todos los aspectos, sin embargo, ese día sobre las 13:30 horas, cuando ya llevaba despierto desde las 07:30 de la mañana, y no había orinado desde entonces, me entraron unas GANAS REPENTINAS DE ORINAR. Estaba sentado, en una clase en el colegio, y a pesar de tener tantas ganas, esperé los 5 minutos que faltaban para que acabara la clase. Tras ir deprisa al baño, cuando me dispongo a orinar, lo hago sin ardor, ni dolor ni nada raro, salvo que tras mis enormes ganas de orinar, (y tras 6 horas sin orinar), mi cuerpo solo expulsa un chorrito de no más de 3 segundos que dudo que sumaran más de 100 cm3.
Tras orinar y calmar mis enormes ganas de orinar con tan poco, me sorprendo sin darle mayor importancia al asunto. No obstante pocos minutos después comienzo a tener de nuevo ganas de orinar, ahora no tan fuertes, pero si suficientemente claras. Vuelvo a ir al baño, apenas 10 minutos después y, lógicamente apenas caen unas gotas.

A partir de ese momento, puedo decir que casi siempre tenía la sensación de tener ganas de orinar y en consecuencia orinaba muchas veces, pero poca cantidad.

Como es lógico, acudo al médico (posiblemente el peor urólogo del mundo), y sin escuchar muy bien lo que le digo me dice que tengo una infección de orina y que me tome X pastillas durante 7 días. Hago el tratamiento y nada mejora, todo sigue igual. Tengo permanentes ganas de orinar.

Tras dejar pasar 2 o 3 semanas me hacen una ecografía y análisis de orina, sin que se observe nada raro en ninguna de las dos cosas.

Pues bien, esa incomodísima sensación se extendió durante 4 o 5 meses, hasta que noté una mejoría que me alivió, pero que nunca me dejó volver a vivir de manera normal. (como antes).

Durante los dos años siguientes a esto estuve visitando urólogos para ver si conseguían ayudarme, pero tras varios análisis, varias ecografías, y un estudio urodinámico la conclusión fue “que no me pasaba nada, que me olvidara, y que sea lo que fuere se me terminaría curando”.

Tonto de mi, hice caso, e intenté convencerme de que no me pasaba absolutamente nada, y que esto desaparecería con el tiempo.

Tras 13 años, miles de días, y cientos de miles de situaciones observándome conozco perfectamente mis síntomas y seguramente toda esta observación sirva más que cualquier prueba médica, lo único malo es que ningún médico parece querer escucharla.

Si de algo estoy seguro después de todos estos años es de tres cosas:
1º a mi me sucedió algo físico, de carácter repentino (nada de infecciones que se desarrollan a lo largo de varios días), que me provocó aquellas ganas enormes de orinar y aquel infierno de varios meses con la sensación permanente de tener que orinar.

2º desde aquello, me he recuperado y acostumbrado parcialmente, no obstante sigo sin estar igual que antes. La prueba más evidente de todo esto, es que desde entonces nunca jamás he sido capaz de almacenar una cantidad de orina superior a 350 o 400 cm3 (aunque aguante hasta reventar), cuando antes estoy seguro que era capaz de almacenar de manera totalmente normal 500 cm3. De hecho, desde entonces me suelen entrar ganas de orinar cuando apenas tengo 200 cm3 en la vejiga, cuando antes de todo esto podía estar tranquilamente sin ganas hasta almacenar 400 cm3.

3º lo que me ocurre, sea lo que sea, se agrava con los nervios. Cualquier situación en la que no controle la posibilidad de ir al baño ya la considero “de riesgo”, no porque no pueda aguantar, pues aguanto bastante y nunca he tenido una fuga de orina, sino porque sé que ya no soy capaz de almacenar una cantidad normal de orina y que por tanto debo ir al servicio con más frecuencia que las personas normales. Insisto, los nervios agravan la situación, pero estoy seguro que no es la causa.

En muchas ocasiones sí que hay un espacio largo de tiempo entre cada visita al baño, 4 o 5 horas (o más), pero no porque mi vejiga almacene con normalidad la orina, sino porque en ese tiempo he generado menos orina de la normal.

Debo decir también, que nunca me levanto por las noches a orinar. No sé por qué, pero parece que por las noches apenas produzco orina, ya que por las mañanas orino muy poco (unos 150 o 200 cm3 como mucho), cuando lo lógico sería que tras 8 horas sin orinar lo hiciera en mayor cantidad.

Muchas gracias por leer todo esto y muchísimas gracias por la opinión/ayuda que podáis darme.

PD: podría aportar más datos, pero tampoco quiero extenderme tanto, de hecho creo que ya me he pasado.