Hay un tema peor aún, que es la frivolización de la cirugía, en primer lugar por personajes "famosillos" (los clásicos aumentos de pecho casi monstruosos) y luego, por su ejemplo, en el resto de la población.

Es una pena que técnicas tan eficaces y útiles tengan mal uso por la ausencia de un control psicológico preoperatorio o, simplemente, de sentido común, tanto por parte de algunos pacientes como por ciertos cirujanos.