Siento mucho la perdida de vuestro padre, pero era un final anunciado. Por todos los agregados que indicáis padecía y que se fueron juntando.

No hay ayuda posible en esas luchas.
Ni medicinas.
Ni milagros.

Cuando la vida nos pasa la factura y cobra los olvidos, desvelos, mal pasadas a los que sometemos el cuerpo.

Descanse en paz y que vosotros encontréis confort. En que él esta hoy con su creador.