Esa clínica (http://prietoyserrano.com) se negó a atenderme cuando acudí con brakets puestos los cuales habían producido un desajuste bestial (e irremediable) entre el maxilar superior e inferior.
Debieron atenderme de urgencia y retirarme el arco para que no siguiera actuando y ver qué se podía hacer.
Además son de los que opinan que una vez comenzado el tratamiento el paciente no puede preguntar nada, que ellos ya no tienen que contestar, responden, que todo hay que hablarlo antes.
Durante el tratamiento el paciente sigue siendo una persona y sigue teniendo derechos y el consentimiento informado previo al tratamiento conlleva también poder interrogar y ser respondido después.
Supongo que en esta clínica no habrían destrozado mis magníficos huesos (hasta el punto de sufrir actualmente apnea del sueño con riesgo de muerte) pero les falta ética (como todos los demás que no me atendieron). Pero la mafia hace que haya un respeto absoluto hacia las malas obras de otros profesionales.