Desde mi punto de vista el problema no es exactamente ese. Lo que ocurre es que los psiquiatras nos hablan de desequilibrios químicos en el cerebro, pero no tienen forma de demostrar a nadie, ni siquiera a sí mismos, que un determinado paciente tiene un determinado desequilibrio.

Tampoco confían en lo que el paciente dice y se comportan como si supieran mejor que él qué es lo que le hace sentirse bien o mal y por qué. Es muy parecido al acosador que nos dice "tú no quieres a tu pareja, me quieres a mí" o "tienes que hacer lo que yo digo porque es lo que te conviene". No me parece lógico que se justifique diciendo que el paciente no se vale por sí mismo. Esta mañana leí un documento para estudiantes de medicina que quieren elegir especialidad. Sobre la psiquiatría decía "donde un profesional ve manía otro ve psicosis y otro sólo ve ansiedad". Al parecer ellos mismos reconocen que no se aclaran mucho. Una vez que el primer psiquiatra ya ha visto algo, lo que sea, la única manera de que el siguiente no lo vea es tratar de no contaminar su opinión antes de tiempo. ¿Cómo pueden saber así quién se vale por sí mismo?

Hay ocasiones en que molestan al paciente de tal manera en la consulta que la única forma de salir del paso es decir que vas a llamar a la policía, para que la policía pueda contarle al juez cómo se atiende allí a los pacientes. En ese momento te explican que estás bien y que no necesitas la medicación que se empeñaban en hacerte tomar. Pero si te descuidas te la harán tragar, y da igual cómo te sientas.

A veces lo niegan, pero los medicamentos crean dependencia física y no es fácil reducir la dosis. Si piensan que vas a intentar reducirla te la subirán para ponértelo difícil, y otra vez da igual cómo te sientas. Te ves convertido en un tragapastillas.

Son médicos porque pertenecen al colegio profesional, pero no se comportan como los demás médicos y por tanto nunca se les puede tratar como a un cardiólogo o a un dermatólogo. En nombre de la salud del paciente se saltan las normas éticas y deontológicas cuando les parece oportuno. Por supuesto la consecuencia lógica es que la gente informada desconfía de ellos. Precisamente la ética y la deontología sirven para que podamos confiar en los médicos.

Como la gente informada desconfía se ven obligados en la consulta a recurrir a estrategias para convencer, igual que los vendedores a domicilio o los comerciales de tu compañía telefónica cuando les das conversación. Opino que lo sensato es tratarlos como a gente poco seria, y si de verdad no podemos con nuestros problemas ponernos en manos de un buen psicólogo (nunca de uno cualquiera, porque los psicólogos poco serios también existen).

No creo que guste a todo el mundo que yo cuente estas cosas, pero yo no doy consejos médicos, yo reflexiono sobre las cosas que me interesan y por supuesto tengo tanto derecho a expresarlas como ellos a ejercer su medicina.