Escribo esto con las vivencias que he tenido este año dados mis porblemas de espalda y mi segunda operación, por si pudiera servir a alguien:

1. Me dijo un traumatólogo privado, que en ocasiones los médicos privados no eran honestos con lo que manifestaban a sus pacientes. EStoy de acuerdo con esta afirmación. La operación prácticamente siempre puede esperar, los riesgos no son bajos ni las operaciones son sencillas y los resultados a esperar muchas veces no son tan positivos como dicen.
2. Siempre hay que pedir mínimo un par de opiniones antes de entrar en quirófano, en parte por lo anterior y en parte porque cuatro ojos ven más que dos.
3. Antes de ir a una operación hay muchas opciones, sacrificadas eso si, pero que dan buenos resultados. La fisioterapia es una de ellas. Hay que buscar un buen fisio no vale cualquiera, un fisio al que vas y te da unos masajes y ya no suele ser válido. Si tienes una patología compleja tienes que buscar un fisio cualificado. Si no te da resultados el fisio, vete a otro. Agota todas las opciones antes de operarte.
4. Las resonancias no son necesarias de entrada y que te hagan una eleva exponencialmente las posibilidades de que te vean algo y te acaben operando. Muchos rehabilitadores tocándote y moviendo tu cuerpo saben lo que tienes sin necesidad de una resonancia. No digo no a las resonancias pero ojo, y sobre todo en la privada, que te mandan resonancias al entrar por la puerta. Una hernia por ejemplo se ve con una simple radriografía.
5. Muchas veces los resultados de las operaciones no son buenos porque no estaban indicadas y otras ocasiones porque aunque indicadas no se aplica la técnica correcta. Es muy excepcional que con el nivel de preparación de los médicos en España, comentan un error quirúrgico o tengan una mala praxis. Pero si hay mala indicación el resultado será malo seguro aunque estés bien operado.

Ojo porque literalmente una metedura de pata te puede arruinar la vida.

Dicho esto mención especial a los cirujanos Rodríguez Mena y Piquer de Valencia, que me sometieron a una operación hace algo más de un año, muy sencilla y sin contraindicaciones. No me dieron ninguna alternativa de ningún tipo. El resultado fue un daño en el nervio y un calvario durante un año hasta que he conseguido poder comenzar a hacer una vida normal con mucha rehabilitación y sacrificio. Ahora con el master que he hecho tengo la opinión de que la operación no estaba indicada bajo mi punto de vista y desde luego me encontraba bastante peor tras la operación que antes. En ocasiones no hay protocolos de actuación, sobre todo en la medicina privada, para determinar si la operación es necesaria o no, y te puede pasar como a mí.

Como conslución la operación de espalda no es ninguna panacea y no necesariamente la solución a tus problemas .