Yo no quiero la psiquiatría, ni la deseo para vosotros
no lo deseo para hoy, ni tampoco como un
recuerdo,
pues me gusta la libertad mental
de un humano, sus sentimientos
sus ojos, como un resplandeciente ramo de ilusiones.

Yo no quiero los neurolépticos
ni sus engañosos efectos
no los deseo para hoy, ni tampoco como un recuerdo,
pues me gusta el latido de aquel corazón que, luchando da vida a la muerte que los siquiatras le han condenado


Yo no quiero a los psiquiatras, porque sé que han callado
tantas bocas, tantos clamores que decían una verdad;
Pues yo quiero la libertad
de la gente, del esquizofrénico
con la fuerza de las palabras
enraizadas en la razón sin normas


a tranxi50@yahoo.es