Según noticia que aparece en El Médico Interactivo, la mutación en el gen BRAC2, relacionada con el riesgo de cáncer de mama también aparece en tumores masculinos

Los portadores de esta mutación genética presentan una mayor incidencia en la aparición de cáncer de próstata, páncreas, faringe y huesos que la población general.
Una mutación genética implicada en el aumento del riesgo de cáncer de mama y de ovario también aumenta de forma significativa el riesgo de cáncer de próstata y páncreas en los hombres, según un estudio realizado por investigadores holandeses y publicado en la revista Journal of Medical Genetics.

La mutación en el gen BRAC2 también podría aumentar el riesgo de padecer cáncer óseo y de faringe, sugiere la investigación. Los científicos investigaron a 139 familias con 66 mutaciones diferentes del gen BRAC2. Estas familias fueron reclutadas del registro nacional de pacientes con cáncer de mama u ovario en algún miembro familiar. Para ajustar el riesgo, los investigadores no incluyeron a los portadores conocidos y estudiaron la incidencia de los cánceres entre los miembros de familias con un 50 por ciento de posibilidades de ser portadores, entre 1.811 personas.

Posteriormente se calculó el riesgo global de desarrollar estos cánceres frente a las tasas esperadas en la población general. Entre 441 personas que fueron sometidas a la prueba de BRAC2, el 69 por ciento era portador de la mutación. En total, se detectaron 158 casos de cáncer entre los 303 portadores de la mutación genética frente a los 18 casos entre las 138 personas que no portaban la mutación.

Los investigadores concluyeron que había un mayor número de cánceres de próstata, páncreas, faringe y huesos que en la población general. Así, frente a la población general, los portadores de la mutación genética de BRAC2 tenían casi siete veces más de sufrir cáncer de faringe y ocho veces más de tener cáncer de páncreas. Además, los portadores tenían el doble de posibilidades de tener cáncer de próstata.

En esta línea, los portadores de la mutación genética tenían 15 veces más de sufrir tumores óseos, aunque los autores advirtieron que esto podría deberse a la diseminación de otros cánceres. La mayoría de estos incrementos de riesgo se atribuyen sólo a los hombres, y eran mayores entre las personas menores de 65 años. Once de 24 hombres con cáncer de próstata fallecieron, por lo que los autores sugirieron que se debería proponer a los portadores de esta mutación genética un tratamiento temprano y radical para esta enfermedad y no esperar.