ay, anita, nos dejarán en paz cuando dejemos de pensar en ellas!!

te comprendo perfectamente. A mí me pasa todo lo que tú has descrito, incluido lo de los mareos. Y también me dijo mi cardio que era sugestión pura y dura.

es innegable que tenemos un trastorno eléctrico, pero también está totalmente relacionado con un componente psicológico. Y digo yo, a ver, el que sea valiente que de un paso al frente: "¿quién es capaz de mantener el tipo ante una crisis de extras?, ¿quién no siente una punzada de miedo y el estómago encogido ante un extra bestial que nos golpea el pecho en cualquier momento y nos pilla desprevenidos?

somos humanos, y es lógico que nos asustemos. Sabemos que ésto es benigno, pero es inevitable tener miedo a veces, sobre todo cuando las indeseables se presentan en modalidades distintas, ya sea a horas desacostumbradas o con intensidades o efectos nuevos. Esto último es lo que a mí más me afecta, más que las extras suaves de todos los días, las de rutina. Esas son ya compañeras habituales y nos hemos hecho casi amigas. Pero las otras, las que me pillan por sorpresa siempre consiguen ganar la batalla. Espero que la guerra sea al menos, mía.

besos para todos y ánimos!!

santy