Hola Sebastián. Tu postura frente al ejercicio físico es totalmente natural, al menos para mí, pues en su momento pasé por el mismo trance. Cuando la extras se hacen muy patentes por primera vez, nos asaltan gran cantidad de dudas y temores que nos llevan, entre otras cosas, a cambiar nuestros hábitos de vida.
Respondiendo directamente a tu pregunta, te diré que sí, que practico ejercicio "de forma normal" (supongo que lo que quieres decir con esa frase entrecomillada es que se hace de forma habitual) Después de mi inicial huida del ejercicio, por el temor totalmente justificado al que aludí antes, llevo ya unos meses haciendo deporte con regularidad, con lo que voy recuperando mi forma física a buen ritmo. Sobre si se sienten las extras o no... depende. Al principio, tengo que reconocer que estaba más pendiente de mi corazón que del ejercicio, pero pasado un tiempo y una vez que he ganado confianza, cuando entreno ni me acuerdo de las extras. De todas formas, en mi caso las extras mejoran (incluso desaparecen) cuando aumenta la frecuencia cardiaca, por lo que cuando el ejercicio es aeróbico e intenso, por mucho que quiera no las siento. En ese sentido, la ergometría es muy reveladora, pues es la forma más segura de saber cómo se va a comportar tu corazón frente al esfuerzo. No sé si te habrán hecho un estudio de ese tipo (prueba de esfuerzo, para que nos entendamos), pero si no es así, no estaría de más que la pidieras. Ahora bien, hay que tener en cuenta el pasado. Si una persona no ha practicado deporte con regularidad, no puede pretender que su corazón de extrasistólico se comporte ante el esfuerzo como si nada. Tampoco el de alguien que no padezca de extras se compartaría con naturalidad ante un esfuerzo al que no está acostumbrado. Así pues, si se quiere empezar a hacer ejercicio una vez detectadas las extras, sin haberlo hecho con anterioridad, recomiendo encarecidamente que se haga de forma supervisada y muy gradualmente. Nunca es tarde para cuidarse, pero hay que hacerlo de forma racional.
En cuanto a los desmayos, nunca he tenido un problema de ese tipo y, de tenerlo, intentaría por todos los medios saber exactamente cuál es su causa. No necesariamente tiene que tener relación con tu corazón, pero siendo extrasistólico, no puede descartarse nada a la ligera (insisto, pues, en la ergometría)
¿Mejoría en las extras por el ejercicio? Pues no soy capaz de decirte taxativamente que sí, pero es que tampoco lo necesito. Es como si me preguntaras que si por no fumar siento mejoría en las extras. Imagínate que la respuesta fuera que no, ¿supondría eso que entonces puedo fumar con total tranquilidad? Por supuesto que no. Pues el mismo argumento, a la inversa, vale con el ejercicio físico. Es posible que no detecte una mejoría ostensible en las extras por la práctica del deporte, pero ¿alguien puede discutir que la mejor forma de cuidar un corazón sano es haciendo ejercicio de forma regular y racional? Nuestros actos no pueden estar siempre condicionados por las extras (si se demuestra que algo es bueno para las extras lo hago y si no lo rechazo, aunque sea recomendable para mi organismo en su conjunto), pues la vida es algo más que un pequeño (o no tanto) desequilibrio eléctrico en nuestros corazones.

Un saludo,

Carlos.