El higroma es un linfangioma quístico, el ejemplo más típico es en el cuello, pero también se pueden ver en la axila y en la ingle. Se trata de un tumor voluminoso, congénito, por la general lateralizado que se adhiere a planos profundos pudiendo llegar hacia arriba a las regiones parotídeas, piso de boca y lengua y abajo hasta el mediastino. Se han reportado casos de diagnóstico intrauterino, en sonografías fetales. Los higromas deforman la región donde se asientan, son voluminosos y blandos y establecen conexiones amplias linfáticas con la circulación general. Pueden asociarse a linfangiomas superficiales. La punción por aspiración es usada para el diagnóstico diferencial, de aquellas ránulas que se deslizan por debajo del milohiodeo hacia el cuello, llamadas "plunging or cervical ranula". La tomografía y la resonancia magnética, son los métodos de elección para el diagnóstico, localización y extensión del higroma.
La solución suele ser quirúrgica.
El pronóstico es bueno si se puede extirpar totalmente el tejido anormal con cirugía. En los casos en que la extirpación completa no sea posible, es común que se presente la reaparición del higroma.