Efectivamente, por condicionantes anatómicos, las personas con miopía tienen una mayor tendencia para presentar desprendimientos de retina que el resto de la población.
Esto no debe ser motivo de alarma, sino de realizarse revisiones periódicas (anuales o bianuales) o, al menos, sospechar ese problema cuando haya signos de alteración en un miope.
La cirugía sobre la córnea con Láser (por ejemplo el LASIK) corrigen de forma excelente la refraccíón y resuelven los problemas de visión de los miopes, pero no cambian la anatomía global del ojo, por lo que la tendencia descrita antes hacia el desprendimiento de retina no cambia. Es decir, sigue siendo aconsejable realizar revisiones periódicas aunque la visión sea buena.