[size:11pt]El sonido de fondo que ha caracterizado al Mundial de Sudáfrica se asemeja al producido por millones de abejas enfurecidas. Este ruido es producido por las llamadas[b] “vuvuzelas”[/b], trompetas de plástico sospechosamente similares a las que escuchamos en el estadio Azteca desde hace unos treinta años. Sin embargo, resulta que la versión sudafricana es más ruidosa. Mucho más ruidosa. [b]125 decibeles (dB)1[/b].

Este ruido en el estadio ha generado muchas quejas, quizá más que el mismo balón [b]Jabulani[/b].
Desde la Copa Confederaciones se quejó el técnico Bryan Robson. Ya en el Mundial fue culpable, o por lo menos eso le dijo Lionel Messi a su técnico Maradona del gol que recibió Argentina por parte de Corea. Demichelis nunca escuchó los gritos de alerta de sus compañeros, mientras que Carlos Tevez considera más agotador jugar así ya que ahora no sólo hay que correr los noventa minutos sino que también gritar a pulmón abierto tratando de ser escuchado.

Sin embargo Joseph Blatter, presidente de la [b]FIFA[/b] ha defendido resueltamente a la vuvuzela; argumenta que es una característica típica del futbol en Sudáfrica, como los cantos y porras lo son en otras partes del mundo. El aficionado sudafricano pide respeto a sus costumbres. “No me imagino un partido sin tocar mi “vuvu” y el sonido producido por miles de ellas”.

La normatividad que limita niveles máximos de exposición a ruido laboral [i](NOM-011-STPS-2001)[/i] indica que exposiciones mayores a 85 decibeles pueden ser peligrosas.

La pregunta de los aficionados es: ¿Verdaderamente existe un riesgo para la audición en el estadio? Daniel Salomon, Director de [b]Comaudi[/b], especialista en control de ruido afirma que aunque una exposición diaria de tan sólo quince minutos a estos niveles sí podría causar pérdida auditiva; la situación en las tribunas del estadio no es tan grave. “Definitivamente recomiendo llevar tus tapones auditivos. Póntelos si el ruido te molesta. Podrás escuchar otras señales como voces con mayor claridad. En caso que alguna vuvuzela este sonando a menos de tres metros de ti, ¡vas a estar feliz que llevaste tus protectores al estadio!
Pero si el ruido no te molesta guarda tus protectores para usarlos en el hotel o el avión. El límite de 85 decibles se refiere a exposiciones laborales. Tu audición no corre peligro de daño permanente ya que no estarás ahí durante ocho horas diariamente (¡que más quisiéramos!).

Para finalizar solicita “Por favor no se regresen sus artefactos a México. Aquí ya tenemos ruido suficiente. Para trompetas no hay como las del Azteca. Después de todo ¿qué necesidad tenemos de terminar con la paz y tranquilidad en el hogar y afectar la audición de familiares y vecinos?
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