INTERVENCIÓN Y SEGUIMIENTO EN LOS AFECTADOS

El eje prioritario de intervención es la pedagógica frente a todas los trastornos que los niños sxf presentan en función de su fenotipo cognitivo- conductual. Es fundamental la intervención multidisciplinar.

Debemos tener en cuenta que además de una escolarización adecuada a sus capacidades, estos niños van a precisar apoyo logopédico para los trastornos de lenguaje; apoyo psicológico para las dificultades de conducta y de relación; son niños además a los que los cambios les producen una gran ansiedad por lo que hay que anticiparles cualquier modificación de sus rutinas; la mayor parte de ellos va a necesitar además psicomotricidad. La pedagogía de estos pacientes no solo debe adecuarse a su capacidad intelectual sino que debe también contemplar las peculiaridades conductuales del niño, y además debe ir más allá de la edad escolar con una previsión de futuro enfocando sus capacidades laborales.

Las dificultades de atención presentes en la práctica totalidad de los niños afectados y los trastornos del habla y el lenguaje van a ser dos de los principales campos de actuación y van a ser persistentes a lo largo de su evolución, más allá de la edad infantil.


El farfulleo, con habla rápida y poco inteligible y el retraso del lenguaje de severidad variable en la edad infantil evolucionan posteriormente en la mayoría de los casos a un trastorno semántico-pragmático del lenguaje, que va a persistir.
Además de la intervención pedagógica y del seguimiento neurológico, no debe ser olvidado el seguimiento pediátrico, y como cualquier niño, ser sometidos a los programas de seguimiento del niño sano, pero teniendo en cuenta las posibilidades de patología general de los niños sxf, con el fin de efectuar una labor de prevención. Y esta labor de prevención tampoco debe ser olvidada en el adulto.