Mi esposo y yo adoptamos un niño de 3 años y medio (hoy tiene 6) q estaba en recuperación de SGB. Todo el tratamiento de recuperación fue muy duro para nosotros y sobre todo para él quien debía afrontar el abandono de su mamá biológica y su enfermedad. Llegó a casa sin poder caminar ni controlar efínteres, la Kinesiología y el amor hicieron el milagro muy rápido!!!!
Darío se acuerda de todo y cada tanto le cuenta a todo el que lo escucha que fue lo que le pasó, o porque tiene ese "hueco" en el cuello, o xq usaba "botitas" para caminar....
Si es difícil para un adulto imagínense lo que es para un niño tan pequeño!!!