Implicaciones bioéticas ( paciente , patiens ) Ira. Parte.


Es importante darles algunos antecedentes de este artículo que nace y se desarrollará con la reflexión de dos autores:

Elisabeth Jackson Salazar Ph.D. en Psicología, y Juan Herrera Salazar . Decidimos escribir un artículo para la Revista Electrónica Portales Médicos, pero queremos anticipar e interactuar en lo posible con todos Uds , antes de someterla a la consideración de los editores: ( será una experiencia muy interesante, porque E. Jackson , no habla español , nacida en Estados Unidos de padre nicaragüense ). Tendremos que superar la barrera del idioma , para enfretar la discusión metafisica y expresar con claridad implicaciones metabioéticas de los términos que deseamos introducir a la práctica de la medicina para el siglo XXI , tarea que sabemos no será fácil.

Los invitamos n a vivir con nosotros esta aventura, haremos esta revisión y haremos entregas sucesivas:

Vamos a iniciar dándoles un resumen de la primera parte y las fuentes etimológicas del término paciente:
Resumen:
Los autores proponen el trabajo de Dorr A., para hacer una lectura en clave histórica,sociológica y antropológica de la Relación Médico Paciente, usando de referencia al sociólogo, Gilles Lipotvetsky, y al español Pedro Lain Entralgo. Este autor introduce el término Postmodernidad y plantea el hedonismo como móvil ( teoría etica de la utilidad ) que afecta y pone en crisis los modelos propuestos de relación médico-paciente actuales.
Vista la crisis de los modelos utilitaristas,contractualistas, de relación medico paciente, los autores proponen una relación nueva, enmarcada en el modelo bioético personalista, y proponen introducir nuevos términos para definir al paciente.


Primera Parte , Introducción:

Iniciaremos planteando el problema y citando a la formidable autora chilena que se apoya en el sociologo Lipovetsky y el famoso español Pedro Lain Entralgo, para darnos la argumentación para definir el problema .

Dörr A .Anneliese : Acerca de la comunicación médico-paciente desde una perspectiva histórica y antropológica. Rev Méd Chile 2004; 132: 1431-1436.

Facilitados por la exposición de los autores nosotros procederemos a argumentar por que es necesario buscar nuevos términos para sostituir el actual " paciente ". Los incluso invitaremos a un Task Force Internacional con este propósito. El nuevo término debera adaptarse a una nueva visión de la relación médico paciente, a un nuevo modelo para del siglo XXI, que delinearemos en ese futuro encuentro.

El trabajo de la Dra Dorr intenta hacer un análisis histórico, antropológico, sobre los factores que favorecen o dificultan la relación médico-paciente, con el fin de obtener una comprensión más contextualizada de dicha relación.

A través de la mirada, la expresión verbal,contacto manual y la relación instrumental, médico y enfermo se comunican en cuanto tales entre sí, uno como «persona enferma», el otro como «persona capaz de prestar ayuda técnica»; ambos,por tanto, como «personas».


Con ello queda constituido el fundamento específico de su mutua relación. Esta relación es la versión médica de la amistad entre hombre y hombre, la «amistad médica». Los distintos momentos que integran esta «amistad médica» son: el afectivo, el noético o cognoscitivo, el operativo y el ético-religioso.

Analizaremos siempre citando el articulo de la Dra Dorr, las instancias históricas y sociales que hoy condicionan, favorecen o dificultan esta «amistad médica», o relación entre el terapeuta y el enfermo.

En los años ochenta, Gilles Lipovetsky acuñó el término de «Postmodernidad» para describir los
tiempos actuales, en donde estaría primando fundamentalmente el hedonismo individual.
Esta era de la Postmodernidad tiene ciertas características propias tales como: el imperio de la técnica una sobrevaloración del trabajo, la indiscreción y la obscenidad.
La indiscreción constituye algo absolutamente novedoso en la historia humana y ha sido facilitada
por el peso de los medios de comunicación en la envida de los individuos, existiendo infinitos ejemplo
de esta permanente y abusiva invasión a la privacidad de las personas.
En lo que respecta a la obscenidad, no sólo se trata de la tendencia progresiva a eliminar toda forma de pudor, sino que también alude al hecho que nuestro mundo actua está dominado por el sentido de la vista. Se buscadesesperadamente mirar los objetos hasta en su más ínfimo detalle, desde todas las perspectivas posiblesrepitiendo la contemplación una y otra vez, por medio, por ejemplo, de la filmadora manual o de
vídeo.
Un último rasgo de la postmodernidad es la pérdida del sentido religioso. La relación fundamen
tal del hombre con lo divino, que lo sostuvo por siglos y milenios, ha sido reemplazada primero por la razón, después por la ciencia, y en las última décadas por el dinero y el placer.
Si observamos en la actualidad el encuentro entre el médico y el paciente, nos encontramos con
que el fenómeno de la postmodernidad también repercute en su relación.
Se están perdiendo las palabras relativas al padecer, la historia del dolor, el contexto familiar del sufrimiento, su entorno psico-social; en síntesis, se está perdiendo al «Hombre».
El médico queda relegado al rol de experto en mediciones y manejo de técnicas, y es así como los afectos que se desarrollaban en el encuentro entre el médico y el paciente, quedan fuera del campo.
Es decir, se recurre a la disociación afectiva, al discurso distante, a la carencia de información y,por ende, al dominio y control de toda implicancia emocional (Ingratta, Documento docente, 2003).Si revisamos un poco la historia occidental de la relación médico-paciente, nos podremos hacer un panorama más cabal de la génesis y desarrollo de la situación actual.
Pedro Laín Entralgo describió cómo, en los siglos VI y V a.c., aconteció el hecho más importante de la historia universal del saber médico: la constitución de la medicina como técnica.
Según el autor español , desde el paleolítico hasta la Grecia Clásica tres fueron los puntos cardinales de la relación médico-paciente:
1. La ayuda espontánea. 2. La curación mágica. 3. El Tratamiento empírico. En la Grecia clásica, la naturaleza es susceptible a ser conocida, se la puede ayudar o perfeccionar a través del arte o técknê.
Por lo tanto, las causas y conceptos generales de las naturalezas, son conocidas mediante el raciocinio y la observación rigurosa, lo que finalmente constituirá el fundamento de la acción terapéutica, dejando así el médico de ser curandero, hechicero o mago, elevándose a la condición de «técnico de la medicina» .


¿Cómo se Relacionaba el Médico y el Enfermo en la Grecia Clásica ?
Nuevamente, según la magistral obra de Pedro Laín Entralgo, la relación entre el médico y el enfermo se caracterizaba principalmente por una philia, es decir una amistad particular fundada en el amor a la perfección de la naturaleza, por ejemplo: amor al hombre y al arte, en cuanto éste es el recurso capaz de proporcionar perfección.
Esta peculiar amistad no poseería un carácter «técnico» si no se manifiestara ante todo como un conocer. Un médico que no supiera el «qué» y el «por qué» de lo que hace, no sería un técnico.
Estas actitudes del médico, en el sentido de estar movido por un amor a la naturaleza y al arte,se concretaron en dos principios: primero, «nohacer daño», y segundo, abstenerse de intervenir en aquellos enfermos en los cuales todo hacepensar que están cerca de la muerte.
Según Hipócrates, la medicina es de aquellas artes que se caracterizan por ser benéficas para los que de ella se sirven, pero penosa para quienes la ejercen. El médico, continúa, «tiene la vista contristada, el tacto ofendido y en los dolores ajenos sufre penas propias, mientras que los enfermos, por obra de este arte, escapan a los mayores males, enfermedades, sufrimientos, penas, muerte, porque contra todos ellos encuentra recursos la medicina ».
El médico debededicarse con gran empeño y decoro a la recuperación de la salud. Pero la salud no debe entenderse sólo como ausencia de enfermedad: el médico debe procurar también que su paciente logre una enekén hygieiés, un bienestar físico y espiritual, condición de posibilidad de la verdadera salud que conduce a la curación «sophrosine» (sensatez, sabiduría).

Paciente : Algunas consideraciones , Origen de l Término, Etimología:
Paciente: ( pătĭor, pătĕris, passus sum, păti ).

Paciente del latín patior: presente indicativo.

Infinitivo presente: Păti.

Participio presente: Pătiens, -ientis.

Participio perfecto: Passus, a, -um.

Gerundio: pătiendi; dativo: pătiendo ; acusativo: pătiendum ; ablativo: pătiendo

Todo significa padecer, así hemos obtenido el término sanitario de paciente. " aequo animo patior " soportar con ánimo sereno o serenamente (loc.)

Bueno manana espero tener la segunda parte....
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Desde Nicaragua
Dr. Juan Herrera Salazar