Soy un manazas, debo reconocerlo, mi mujer me ha dejado en la cocina para que hiciera la comida, y claro, quería presumir a mis amigos de mis dotes, pero al final he acabado en el medico por ser muy bruto. Lo que he estado haciendo es que quería hacer una pizza casera, lo normal y algo que ya había hecho en otros momentos, sin embargo, a la hora de echar queso, se me antojó añadir queso rallado con un rallador profesional. El problema vino cuando intenté darle muy fuerte y me he rallado literalmente la mano, quitándome bastante piel. A veces, como se suele decir, es mejor estarse quieto, porque de lo contrario lo próximo va a ser perder una mano o un brazo.