Mi marido me ha estado diciendo una y otra vez que notaba que mis zapatillas estaban ya gastadas y que lo mejor era que me comprase unas nuevas ya que me iba a hacer daño. La cuestión es que no le he hecho caso hasta que no lo he comprobado por mí misma, pero ahora estoy en la tesitura de comprarme unas nuevas zapatillas o por el contrario, adquirir unas sandalias, ya que ahora el tiempo está mucho mejor y todo tiene que seguir mejorando para dar paso al verano. También es cierto es que he visto una por Internet y siento que son mucho más cómodas y pueden servirme para cualquier vestido, algo que no podía con las zapas.