La implantación institucional del ECE responde a las necesidades específicas de información precisa respecto de un paciente en concreto. Los cambios tecnológicos han auxiliado el ordenamiento de la información clínica de un modo sin precedentes. Los beneficios de este cambio tecnológico van más allá de ser sólo un deseo de superación y de crecimiento organizacional de las instituciones médicas, del sector público o privado.
Además, el paciente ha mostrado mayor madurez como usuario de los servicios de salud. Uno de estos aspectos es el desarrollo de sus derechos, manifestado en la respuesta que algunos gobiernos han dado al tema creando organismos que hacen arbitraje médico para que no se cometan injusticias en la relación médico-institución-paciente. Una de estas manifestaciones es la demanda de un grupo importante de personas que exigen tener no sólo acceso libre, sino el manejo voluntario de su propio ECE.

En este contexto, ¿está México preparado para implantar un sistema de expedientes clínicos electrónicos?

¿Tiene la infraestructura necesaria?
y ¿la cultura para poder dsesarrollarlo en sus pacientes?