En el bar de siempre, el esquizofrenico está sentado,
tiene barba de días, la cabeza decaída,
mirando a nadie y nada porque nadie le hace compañía.

Conoce el desprecio y desconocimiento que los demás tienen por su enfermedad,
sabe que el tiempo pasa sin gozo alguno,
que medicado no puede dar la frescor y la belleza que tenía antes.

Es esquizo, lo sabe muy bien, está medicado, se da cuenta,
es esquizo, y lo nota cada vez que llora,
es esquizo, y tiene corazón para verlo, para sentirlo.
pero era,, era ayer cuando todavia se sentía libre.

Y se acuerda del embustero del psiquiatra
que como si fuera un dios le preparó este infierno,
se acuerda de que a cada sueño se le oponía con medicación y mañanas que nucna llegan. -¡irás mejorarando!,, si ya,,

Y hace memoria de los placeres que su psiquaitra le niega,
de cada alba de gozo que no puede sentir ahora
de cada hora que pierde, de cada minuto, llora porque muere lentamente.

Es esquizo y lo sabe, está medicado, no siente,
pero se acuerda del embustero del psiquiatra
que como si fuera un dios le preparó este infierno.

tranxi50@yahoo.es