En el artículo de hoy quisiera reflexionar sobre el concepto que tenemos de “ayuda” y de qué forma respondemos al pedido: "necesito ayuda".
Es posible pensar que muchas veces nuestra forma de ayudar no ayuda?
Si pensamos en los momentos en que nos encontramos, en nuestras vidas, pidiendo por favor que nos ayuden podremos ver que en éste pedido de ayuda queda implícito otro pedido, que es que alguien haga aquello que en éste momento sentimos y creemos que no podemos hacer.
Qué pasa si alguien acude y responde a nuestro pedido solucionandonos el problema, seguramente le agradeceríamos muchísimo su esfuerzo pero seguiríamos quedándonos con la creencia de que nosotros mismos no podemos hacerlo, que no tenemos las fuerzas para superarnos.
De ésta manera se puede generar un vínculo de dependencia con aquel que ha solucionado mi conflicto.
Qué pasaría si viene alguien y nos ayuda a solucionar el problema acompañándonos pero no haciéndolo por nosotros.
Seguramente al principio nos sentiremos frustrados porque no ha cubierto nuestras expectativas de que nos solucionen el conflicto, nos enfadaremos porque nos ha abandonado en nuestra vulnerabilidad.
Pero poco a poco, haciéndolo nosotros mismos, nos generará un esfuerzo, nos pondrá en acción, nos hará sentirnos protagonistas del cambio y de la solución, y todo no hace falta hacerlo solos, podemos dejarnos acompañar.
Éstos conceptos que estoy describiendo seguramente lo han podido vivenciar simplemente estando al lado de un niño, en pleno proceso de aprendizaje.
Qué hacemos cuando estamos viendo que está en su etapa de prueba y error, estamos a su lado sin intervenir respetando sus tiempos de aprendizaje, le damos un punto de apoyo mientras intenta subirse a una silla, o lo subimos nosotros mismos?
Por supuesto que hay situaciones o personas que tienen tanta vulnerabilidad que es necesario “hacer por el otro” hasta que la propia persona va recuperando fuerzas para valerse por sí mismo.
En éstos casos es imprescindible tener la claridad para ir soltando, ya que muchas veces “el que ayuda” se puede también quedar atrapado en una relación de co-dependencia, es decir que depende del que depende.

Psicoterapia

Generalmente la primera demanda de parte de los pacientes tiene que ver con que alguien le solucione sus problemas, le diga qué tienen que hacer y cómo tienen que hacerlo, y cuando se encuentran con que el psicólogo no podrá hacer ésto aunque quisiera, se sienten frustrados, enojados, abandonados.
Si el psicólogo accedería a alimentar ésta creencia generaría una relación de dependencia, es decir, todo lo contrario al objetivo terapéutico principal: la autonomía.
La psicoterapia ofrece al paciente la posibilidad de reencontrarse con sus propias herramientas, de generar espacios para la creación de nuevas habilidades, promoviendo la independencia y la capacidad de ser el protagonista de su propia vida.
En el proceso terapéutico a medida que nos vamos auto-conociendo nos vamos fortaleciendo, fomentando nuestro crecimiento personal.

Un saludo para todos,
_________________________
Psicologo en Barcelona Psicoemo
www.psicologoenbarcelona.com