7.
El siguiente paso, una vez que se consigue vaciar el corazón para
permitir su manipulación, consiste en conseguir que este se pare sin sufrir las
consecuencias de la isquemia. Para ello, se coloca una cánula en la aorta
ascendente, la cual inyectará por las coronarias una solución denominada
cardioplejia (compuesta por sangre fría, potasio y otros solutos) que consigue
que el corazón se pare en diástole y permanezca sin sufrir los efectos de la
isquemia durante un plazo aproximado de 20-30 minutos. Esto se denomina
cardioplejia anterógrada.
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