Inicio > Enfermería > Flebitis por inserción de catéter periférico y cuidados de Enfermería

Flebitis por inserción de catéter periférico y cuidados de Enfermería

Flebitis por inserción de catéter periférico y cuidados de Enfermería

La canalización venosa es una actividad hospitalaria que la convierte en un acto casi mimetizado en el día a día de todo proceso de hospitalización. De esta práctica deriva una de las infecciones nosocomiales más conocidas, la flebitis.

Autores

Alexa Rojas Álvarez. Graduada en Enfermería.

Belén María Rufián Martínez. Graduada en Enfermería.

María del Rocío Rubio Gómez. Graduada en Enfermería.

Resumen

Los objetivos de este trabajo son conocer la flebitis derivada de la inserción de un catéter periférico, desarrollar sus características y describir el papel que tienen los profesionales de Enfermería en su aparición, mantenimiento y prevención.

Palabras clave: flebitis, catéter, Enfermería, tratamiento.

Introducción

Los catéteres intravenosos periféricos, son cánulas que se introducen en las venas para infundir líquidos, ya sean nutrientes, sangre o derivados, medicamentos o también para extraer muestras de sangre. Estos dispositivos son los más utilizados en la actividad diaria de un área de atención sanitaria como es la hospitalaria. Estos catéteres suelen ser insertados por los profesionales de Enfermería los cuales juegan un papel muy importante es su conservación y mantenimiento, el cual debe garantizar su correcto funcionamiento.

De la utilización de estos artefactos deriva una de las infecciones nosocomiales más comunes, la flebitis. Dado que hoy en día la canalización se realiza de forma protocolaria desde el Servicio de Urgencias Hospitalarias, hace que su estudio se convierta en foco de investigación para reducir los efectos adversos que genera ésta y a su vez se pueda reducir la prolongación de las estancias hospitalarias o las complicaciones  que deriva, por ejemplo la sepsis.

El manejo y cuidado de los pacientes que tiene catéter de vía periférica desemboca en el profesional de Enfermería.

Objetivo

Principal

  • Conocer en qué consiste la flebitis.

Secundario

  • Enumerar cuidados de Enfermería para prevenir y mitigar la flebitis.

Metodología

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las siguientes bases de datos: Medline, Scielo y Cochrane. Las palabras empleadas han sido: Flebitis, Enfermería, tratamiento.

Se consultaron un total de 15 artículos, tanto en español como en inglés, de los cuáles se seleccionaron 7 de ellos.

Referente a los criterios de inclusión y exclusión, han sido seleccionados artículos entre 2010- 2017, cuyo idioma sea el castellano o el inglés.

Se limitó la búsqueda a todos los artículos cuyo idioma no fuese el castellano o inglés, y aquellos con una antigüedad superior a siete años.

Resultados

Definición

La flebitis por inserción de un catéter periférico es la inflamación de la vena en el trayecto por donde pasa la cánula insertada.

Etiología

La flebitis puede ser por causas mecánicas, químicas y bacterianas:

  • En el caso de flebitis mecánica, que es la causa más habitual, sucede por la inserción de un catéter de mayor calibre en una vena pequeña, una lesión de la vena durante la inserción o mala fijación del apósito que debe evitar el movimiento del catéter.
  • La flebitis química la provoca el material que se infunde por la vía o catéter periférico, pueden ser líquidos irritantes con pH muy ácido o alcalino. En esta ocasión la inserción y la técnica aséptica es muy importante y también influye.
  • La flebitis bacteriana trata de la contaminación debido a poca asepsia de la piel en la manipulación de los sistemas de infusión, los cuales son enchufados al catéter.

La flebitis por inserción catéter periférico puede dar complicaciones, la endocarditis o la septicemia son dos de ellas, sin olvidar la posible formación de trombos y los problemas que estos acarrean (tromboflebitis, trombosis venosa o embolismo pulmonar).

Signos y Síntomas

La fisiopatología de la flebitis se inicia con una sensibilidad en la zona que rodea el punto de inserción provocando malestar en el paciente, siendo este el primer signo de alarma que debe vigilar el personal de Enfermería.

La flebitis como una inflamación es una respuesta inespecífica que al desencadenarse favorece la liberación de serotonina e histamina haciendo que el área circundante se vasodilate favoreciendo el edema característico de la tumefacción de la zona y causará dolor por la presión que ejerce sobre los nervios que le rodea. La histamina permite que la producción de plaquetas aumente haciendo aparecer el típico cordón trombótico que se palpa a lo largo de la vena canalizada, representando el calor local.

Se reconoce el eritema o rubor, calor en la zona, tumefacción y dolor; sin descartar la posibilidad de la aparición de secreción purulenta y fiebre.

Se puede utilizar una escala de la flebitis que recoge los siguientes criterios de clasificación. Con una puntuación de 0-asintomática, 1-eritema con o sin dolor de la zona, 2-dolor de la zona con edema o eritema, 3-dolores en la zona del acceso con eritema, formación de estrías o cordón venoso palpable, 4-Dolores y aumento del tamaño de más de 2´5 cm de largo, o presencia de pus.

Cuidados de Enfermería y  posibles intervenciones que podrían mitigar la flebitis

Los cuidados de Enfermería irán encaminados a evitar una posible infección, garantizando el estado de la zona donde está insertado el catéter intravenoso periférico Se abordan las siguientes actividades

  • Identificar los signos de infección de forma precoz, valorando el punto de punción en cada intervención que suponga el uso del catéter.
  • Ser proactiva en la asepsia profesional: mantener la higiene de manos en los cinco momentos de contacto con el paciente, antes del contacto con el paciente, antes de una tarea aséptica, después de una exposición a fluidos corporales, después del contacto con el paciente y después del contacto con el entorno del paciente. Estas medidas siguen siendo las principales para evitar las infecciones nosocomiales
  • Desinfectar el punto de inserción del catéter antes de ser colocado en el paciente, si vemos que el apósito se ha deteriorado hay que reemplazarlo: la zona de punción debe ser limpiada asépticamente previa colocación del nuevo apósito y no se palpará una vez desinfectada la zona.
  • Mantenimiento del catéter y sus cuidados: las actividades enfermeras estarán destinadas al mantenimiento de la vía.
    • La fijación del catéter con los materiales dispuestos para ello. Si se va usar una infusión continua y el catéter requiere una alargadera, esta se fijara también formando un doblez que no oponga resistencia con respecto a la dirección de inserción del catéter.
  • Educar al paciente para conservar la vía periférica: informarle sobre la utilidad del catéter, darle pautas de asepsia, no mojar la vía, evitar movimientos bruscos que puedan retirar el catéter, informar sobre signos y síntomas que pueden identificar de forma precoz y alertar de cualquier signo.
  • Utilizarel protocolo que se utilice en el hospital, en el que se incluya la fecha de inserción del catéter, el control diario de signos de infección y la retirada del catéter para no superar las 96 horas que recomienda la CDCP.

En caso de identificar una flebitis, las actividades recomendadas son:

  • Retirada del catéter.
  • Aplicar frío de forma indirecta con gasas y vendaje compresivo tolerado por el paciente, utilizando por ejemplo el Agua de Burrow que suele almacenarse en los frigoríficos de la mayoría de las unidades hospitalarias.
  • Poner crema antiinflamatoria como es el trombocito o pomadas con base de aloe vera para mantener la zona hidratada.
  • Administrar medicamentos prescritos, como los antipiréticos en caso de presencia de fiebre y recoger sangre para cultivo y determinar la mejor antibioterapia.
  • Registrar actividad.

Referencias

Arias-Fernández, L., Suérez-Mier, B., del Carmen Martínez-Ortega, M., & Lana, A. (2017). Incidence and risk factors of phlebitis associated to peripheral intravenous catheters. Enfermería Clínica (English Edition), 27(2), 79-86.

Capdevila, J. A. (2013). El catéter periférico: El gran olvidado de la infección nosocomial. Revista Española De Quimioterapia, 26(1)

Carballo, M., Llinas, M., & Feijoo, M. (2004). [Phlebitis in peripheral catheters (I). incidence and risk factors]. Revista De Enfermeria (Barcelona, Spain), 27(9), 25-32.

Martín Gil, B., Fernández Castro, M., López Vallecillo, M., & Peña García, I. (2017). Efectividad del tratamiento tópico de la flebitis secundaria a la cateterización periférica: Una revisión sistemática. Enfermería Global, 16(45), 491-507.

Martín Gil, B., Fernández Castro, M., López Vallecillo, M., & Peña García, I. (2017). Efectividad del tratamiento tópico de la flebitis secundaria a la cateterización periférica: Una revisión sistemática. Enfermería Global, 16(45), 491-507.

Saniger, M. A., García, D. L., & Arrazola, A. R. (2002). Complicaciones más frecuentes de la administración intravenosa de fármacos: Flebitis y extravasación. Enfermería Clínica, 12(2), 80-85.

Webster, J., Osborne, S., Rickard, C., & Hall, J. (2010). Clinically-indicated replacement versus routine replacement of peripheral venous catheters. Cochrane Database Syst Rev, 3