Inicio > Medicina Familiar y Atención Primaria > Los profesionales del sistema de salud ante la violencia de género. Propuesta de un protocolo de actuación

Los profesionales del sistema de salud ante la violencia de género. Propuesta de un protocolo de actuación

Los profesionales del sistema de salud ante la violencia de género. Propuesta de un protocolo de actuación

La violencia de género se puede definir como una manifestación extrema de la desigualdad y el sometimiento en el que viven las mujeres en el mundo; se trata de una conducta que ocasiona daño físico, social, psicológico o sexual a la mujer.

Autores: María Victoria Martínez Miras*, Vanesa Ruiz Catalicio*, Dolores Perales Segura*

* Universidad de Almería, Diplomada Universitaria en Enfermería

RESUMEN

La manifestación de este abuso depende de muchos factores sociales, culturales y sobretodo educacionales. El objetivo de este trabajo se basa en la realización de una búsqueda bibliográfica sobre la violencia de género, sus fases y el desarrollo de su proceso; las políticas y leyes que lo rigen y las acciones sanitarias que se llevan a cabo en nuestro país. Realizar un protocolo de actuación sanitaria donde intervengan los diferentes colectivos y en el que cada profesional tenga bien definidas cuáles son sus funciones.

Tras la revisión bibliográfica hemos realizado una propuesta de un protocolo de actuación sobre la violencia de género, basado en una metodología de Gestión de Calidad a partir de la identificación de una mujer maltratada.

Palabras clave: Protocolo; violencia de género; gestión de calidad; maltrato.

INTRODUCCIÓN

La violencia contra el género femenino, es la manifestación extrema de la desigualdad y el sometimiento en el que viven las mujeres en el mundo. Constituye un atentado contra el derecho a la vida, a la seguridad, a la libertad y la dignidad de las mujeres, por lo que impide el desarrollo de una sociedad democrática como defiende la Constitución Española (CE) 1.

La Ley 13/2007, de Medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género, establece en su Título I, Capítulo II medidas de sensibilización (art. 8) y de apoyo al movimiento asociativo (art.9) y en su Título II, Capítulo VI se establece la atención a colectivos especialmente vulnerables (art. 45).

Es un problema tabú para nuestra sociedad 2, y la mujer acosada, que lo ha tolerado durante mucho tiempo 3,4. Esta situación en la que el más poderoso y fuerce somete a alguien más débil a la fuerza por diferentes factores sociales, culturales, educacionales, ideológicos, religiosos y de aceptación de roles sociales, asignados a uno y otro sexo, y que afecta a toda la población, de una forma u otra, en función del contexto en el que se desarrolle. La violencia de género no manifiesta de manera abierta. Se trata de un grave problema social, a nivel mundial, silenciado, producto de una relación de supremacía, siendo un fenómeno generalizado, fruto de unas conductas previamente aprendidas.

SITUACIÓN ACTUAL

Tras un estudio bibliográfico actualizado sobre la violencia de género, pretendemos explicar las distintas situaciones que se viven durante el periodo evolutivo de la violencia de género que precisa una previa intervención y a posteriori un planteamiento de los objetivos que se desean alcanzar, con el fin de proponer un plan estratégico tanto de gestión como de cuidados, dependiendo del tipo de violencia, ya que nos requerirá una serie de actuaciones.

Actualmente, existen numerosos documentos tanto a nivel nacional como internacional, en relación a las recomendaciones para luchar contra la violencia de género, destacando en ellos el papel de los profesionales de la sanidad, ya que pueden y deben ser partícipes tanto en su prevención como en su detección precoz, y en el tratamiento de los daños que genera en la salud de la mujer. Se hace hincapié en la necesidad de participar, humanizar y brindar formación a estos profesionales, en un tema en el que actualmente los conocimientos son deficientes. Es por ello, que incluido en el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud, emitido por el Ministerio de Sanidad y Política Social, se ha desarrollado un informe cuya finalidad se basa en ofrecer aquellos elementos que vayan dirigidos a favorecer la implicación del mayor número de varones sanitarios para influir de forma beneficiosa en todas aquellas mujeres víctimas de la violencia de género que acuden a sus centros sanitarios 5.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), realizó un estudio basado en la violencia contra la mujer infligida por su pareja, incluyendo la violencia física, sexual y psíquica y los comportamientos dominantes, con el fin de evaluar el vínculo de dicha violencia con las repercusiones para la salud. Los resultados indican que la “violencia doméstica”, se haya extendida en todos los países incluidos en el estudio. El porcentaje de mujeres que habían tenido pareja alguna vez y que habían sufrido violencia física o sexual, o ambas, por parte de su pareja a lo largo de su vida oscilaba entre el 15% y el 71%, aunque en la mayoría de los entornos se registraron índices comprendidos entre el 24% y el 53%6.

En España, durante el desarrollo del Seminario sobre Mainstreaming de género en las políticas de salud en Europa, celebrado en la capital en 2001, se aprobó el planteamiento en las políticas de salud en Europa sobre la igualdad de género. El mainstreaming de género en la salud, promovido por la OMS, es un proceso técnico y político, que requiere cambios en la cultura organizativa y en la manera de pensar, así como en los objetivos, estructuras y distribución de recursos de las agencias internacionales, gobiernos y organizaciones no gubernamentales; en él, se planteaba como objetivo, tal y como se expresa en el documento «…ofertar un foro de discusión sobre la perspectiva de género en las políticas sanitarias europeas«, creándose de esta manera «El Plan Estratégico de acción para la salud de la mujeres en Europa», completamente relacionado entre el género y la salud 7-9.

Se propone la incorporación dentro de los planes de salud, el concepto de género, ya que el problema de salud no afecta igual a un sexo que a otro sexo en patologías concretas y en situaciones específicas, por los diferentes cometidos que en la sociedad actual desempeñan el hombre y la mujer.

El Plan Estratégico habla de igualdad para ambos géneros, y de equidad de género como justicia social8,9, considerando la igualdad como un derecho, fundamentado en la inexistencia de la discriminación por sexo, a acceder a todos los recursos de los servicios de salud y equidad como la imparcialidad, a la hora de distribuirse los beneficios y servicios sanitarios, según las necesidades de hombre y mujer, ya que son diferentes. Dar a cada uno lo que necesita.

Como consecuencia de estas reuniones, obtenemos la clara diferencia entre el concepto de sexo y género, definiendo a éste como las características de las mujeres y hombres que son construidas socialmente, y el sexo como una característica determinada biológicamente.

Cuando en la sociedad no encontramos una definición para el género, nos encontramos ante una situación de desigualdad, de falta de equidad y a su vez de inaccesibilidad de los recursos sanitarios.

Desde una perspectiva sanitaria, haremos una breve descripción de las etapas que engloban la violencia de género, los diferentes tipos de maltrato y las propuestas a seguir por parte del personal el sistema de salud, como oportunidades de mejora.

  • Fases de la Violencia
  1. Acumulación de tensiones: ocurren una serie de incidentes que aumentan con el paso del tiempo en los que aparecen agresiones verbales y pequeños golpes.
  2. Episodio agudo: los incidentes de agresión se vuelven más intensos. Se rompe parte del mobiliario, los golpes son mayores, aparecen abusos sexuales e incluso puede llegar al homicidio. Durante esta segunda fase la inestabilidad del agresor se hace muy patente. La víctima, llegado este punto, busca ayuda y abandona el domicilio donde convive con su agresor o por el contrario se encierra en el hogar para ocultar las lesiones físicas que le han ocasionado.
  3. Luna de miel: el agresor vuelve arrepentido, prometiendo no volver a repetir lo ocurrido, seduciendo a la víctima e intentando una reconciliación. Llegada esta fase, la mujer, es capaz de asumir su parte de culpa por dudar de él, marcharse o romper su relación, dándole otra oportunidad.
  • Tipos de maltrato 7,10,11: físico, psicológico/emocional, sexual y social.
  • Indicadores de violencia:

Tal y como indicaba la OMS pueden ser físicos, psíquicos y sexuales.

  • Lesiones:

La víctima de violencia de género, acude a los servicios de urgencias o a los centros de Atención Primaria, siendo en ese momento el indicado para que los profesionales del sistema sanitario actúen, ya que una detección inicial de signos de malos tratos, dependerá en la mayoría de las situaciones, de una acertada o incorrecta derivación del caso.

En nuestro país, desde que se realizaron las modificaciones en el Código Penal 9 en cuanto a la protección de las víctimas de violencia de género, se crearon una serie de protocolos de actuación sanitaria y no sanitaria ante el maltrato, dando respuesta a esta situación de desigualdad de género, acoso e intimidación física, psicológica y social 12,14,18,19. Estos protocolos hacen actuar a un equipo multidisciplinar que lleva a cabo las actuaciones oportunas para luchar contra el problema, desde la prevención hasta las últimas actuaciones de reinserción social, familiar y laboral de las mujeres maltratadas.

Desde la activación el plan de acción contra la violencia, cada colectivo asume las competencias asignadas, abordando a la víctima de forma integral desde las diferentes seis áreas de actuación:

  • Servicios sanitarios y judiciales.
  • Sensibilización y prevención
  • Educación y formación.
  • Recursos sociales
  • Investigación

El plan estratégico en materia de salud se basa en la prevención, detección, formación e información y en la propia actuación:

– Objetivos generales del plan protocolizado: sensibilizar al personal del sistema sanitario, procurar la coordinación entre los diferentes grupos implicados, proporcionar una excelente calidad en la asistencia sanitaria y por último, evaluar los resultados.

– Objetivos específicos: formar adecuadamente a los profesionales partícipes del plan, para que identifiquen los diferentes tipos de maltrato, sean capaces de detectar signos de violencia, desarrollar factores de riesgo familiares si se sospecha malos tratos y que definan su magnitud, brindar seguridad a los profesionales en las actuaciones ante la mujer maltratada, unificar criterios de actuación, organizar actividades, evaluar acciones y realizar revisiones periódicas.

Desde la prevención, la actuación de un profesional sanitario, bien formando, que sea capaz de informar y asesorar a la población, comenzando desde los colegios de educación primaria, es una pieza clave para contribuir a la creación de igualdad de género sobre aspectos de los cuidados de la salud 8,9,12,15.

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Se llevó a cabo una revisión sistemática de la bibliografía sobre la violencia de género. Se consultaron en las bases de datos de Medline, Cinalh, Cochrane, Enfermería al día, Dialnet, PubMed y Scielo. Los descriptores utilizados fueron “violencia de género”, “maltrato a la mujer”, “plan estratégico de salud en el maltrato”. Se aplicó un filtro de idiomas (trabajos publicados en castellano) y un periodo temporal (1995-2015). De un total de 33 referencias encontradas, fueron seleccionadas 12 para una revisión más profunda y exhaustiva. De ellas pudimos extraer entre los puntos más importantes:

> Las acciones prioritarias ante la violencia de género, que consisten en poder lograr alcanzar los objetivos generales y específicos marcados en el Plan y establecer un protocolo de actuación tanto con los profesionales sanitarios, como no sanitarios.

> Las acciones preventivas se deben basar en la información desde edades muy tempranas sobre el maltrato y en materia sanitaria, promoviendo la información a través de profesionales formados a la futura víctima, ofreciendo ayuda. Cada profesional, debe conocer los recursos de los que dispone y puede ofrecer, programas de atención, servicios de urgencia, centros de atención primaria, etc. Pero sobre todo, las acciones preventivas deben ofrecer programas que incluyan reconocimientos, diversas pruebas complementarias y exploraciones si existiera alguna sospecha de encontrarnos ante una mujer maltratada.

> Los profesionales sanitarios deben realizar una valoración inicial en la que puedan identificar la existencia de signos de maltrato, la existencia de factores de riesgo en la familia o personales, y siempre dejarlo registrado. Posteriormente y una vez identificado el caso de malos tratos, se debe derivar, según cada caso y programar las acciones a desempeñar por el personal enfermero. Como indicábamos anteriormente, mediante reconocimientos, pruebas complementarias y diagnósticos enfermeros de las lesiones que presente la víctima, junto con el estado anímico y siempre dejando registro de cada hallazgo encontrado.

> Se realizaran las actividades planificadas en el plan de cuidados y las prescripciones que el facultativo haya delegado.

> Por último, se debe realizar una evaluación del plan que se ha llevado a cabo y cómo evoluciona la víctima desde el punto de vista de la salud.

En el momento de elaborar un plan estratégico en materia de salud en relación a la violencia de género debemos tener en cuenta diversos factores como las características del país, la zona geográfica, el nivel sociocultural, ya que las necesidades variarán, por lo tanto estos planes no se pueden unificar, se deben adaptar para conseguir la igualdad de recursos y derechos para que la mujer y el hombre alcancen la salud.

Para conseguir esa igualdad, debemos educar a la sociedad en la que vivimos actualmente, para que aunque sea a largo plazo, logremos solventar el problema. Desde la infancia se debe informar y formar a los pequeños fututos maltratadores y a las potenciales víctimas del agresor, educando como ya hemos reiterado en diversas ocasiones en que la igualdad de género, es un derecho para la sociedad y la salud, e intentando erradicar la violencia ya que nunca supone una solución.

CONCLUSIONES

El hecho de que existan protocolos en las actividades que debe realizar el personal del sistema sanitario favorece la coordinación de los diferentes colectivos que forman parte del proceso de detección de malos tratos, asistencia sanitaria y continuidad de cuidados en los casos de violencia de género.

La revisión bibliográfica realizada y el estudio de la situación actual, nos lleva ante un problema ante el que se pueden presentar protocolos de actuación, centrando las conclusiones en actos bien definidos como es la formación de los profesionales, la educación para la salud, la implantación de programas de prevención, y en definitiva, los planes de actuación contra la violencia de género, consiguiendo una correcta coordinación del equipo multidisciplinar, actuando en función de los recursos y necesidades de los que se disponen y por último, evaluar los resultados, haciendo un seguimiento periódico individualizado de cada una de las víctimas.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ministerio de Sanidad y Políticas Sociales. Informe del Parlamente Europeo sobre la situación actual en la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres (2004-2009). Consultado en Mayo de 2017. Disponible en: http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/e02_t03_Estudios.htm
  2. Mohamed KM. La Mujer en el Islam. Madrid: Edit. Centro Cultural Islámico Sohail; 2000.
  3. Pernas B. Las raíces del acoso sexual: las relaciones de poder y sumisión en el trabajo, en Osborne, coord., La violencia contra las mujeres. Realidad social 3, políticas públicas. Madrid: UNED Ediciones; 2001.
  4. Yagüe RA. La mujer como víctima. Aspectos jurídicos y criminológicos. Universidad de Castilla-La Mancha; 2000.
  5. Ministerio de Sanidad y Políticas Sociales. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud. Hombres sanitarios implicados en las estrategias contra la violencia de género. 2009. Consultado en [Marzo 2017]. Disponible en:

http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/e02_t03_Estudios.htm

  1. Organización Mundial de la Salud. Género y Salud. Violencia contra la mujer infligida por su pareja. Consultado en [Marzo 2017]. Disponible en:

http://www.who.int/gender/violence/who_multicountry_study/summary_report/chapter2/es/

  1. De Vega JAR. Las agresiones familiares en la violencia doméstica. Pamplona: Ed. Aranzádi; 1999.
  2. Guía de buenas prácticas y usos forenses para combatir la violencia de género. Madrid; 2001.
  3. Delgado JM. La violencia doméstica. Tratamiento jurídico: problemas penales y procesales: la jurisdicción civil. Barcelona: Ed. Cólex; 2001.
  4. Coddou-Placier F, Kunstmann GG. Violencia en sus distintos ámbitos de expresión. Barcelona: Ed. Dolmen; 1997.
  5. Corsi J y otros. Maltrato y abuso en el ámbito doméstico. Fundamentos teóricos para el estudio de la violencia en las relaciones familiares. Barcelona: Ed. Paidós; 2003.
  6. Herman J. Trauma y recuperación. Cómo superar las consecuencias de la violencia. Barcelona: Ed. Espasa Hoy; 2004.
  7. Acosta LM. El rompecabezas. Anatomía de un maltratador. Barcelona: Ed. Ares y Mares; 2004.
  8. Mullender A. La violencia doméstica. Una nueva visión de un viejo problema. Barcelona: Ed. Paidós; 2000.
  9. Ceballos EME. La violencia doméstica. Análisis sociológico, dogmático y de derecho Comparado. Granada: Ed. Comares; 2001.
  10. Murillo S. Relaciones de poder entre hombres y mujeres. FMP y Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid: Ed. Díaz de Santos; 2000.
  11. Quemada C Ruiz-Jarabo, Pilar BP. La violencia contra las mujeres. Prevención y detección. Madrid: Ed. Díaz de Santos; 2004.
  12. Rojas ML. Las Semillas de la Violencia. Granada: Espasa Bolsillo; 1998.
  13. Echeburúa E y otros. Vivir sin violencia. Terapia para controlar y modificar el comportamiento violento. Madrid: Ed. Pirámide; 2002.
  14. Blanco P, Ruiz-Jarabo C, Vinuesa LG, Martín-García M. La violencia de pareja y la salud de las mujeres. Gac Sanit 2004;18 (Supl 1):182-8.
  15. Instituto de Investigaciones Feministas. Violencia de género y sociedad. Una cuestión de poder. Ayuntamiento de Madrid; 2005.
  16. Delgado A, Aguar M, Castellano M, Luna del Castillo JD. Validación de una escala para la medición de los malos tratos a mujeres. Atención primaria 2006, 38 (2): 82-89.