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Nuevos desafíos para el diagnóstico en salud mental: diagnóstico diferencial, comorbilidad  y abordaje integral en ortorexia nerviosa

Nuevos desafíos para el diagnóstico en salud mental: diagnóstico diferencial, comorbilidad  y abordaje integral en ortorexia nerviosa

La ortorexia nerviosa (ON) es un nuevo trastorno de la conducta alimentaria (TCA) que está emergiendo en las últimas décadas,   relacionado con la preocupación extrema por la vida sana o búsqueda de la salud centrada en comer lo más sano posible.

Autores:

Olga B. Martínez García. Psiquiatra.

María Luisa González Montoro, Enfermera.

María Liñán López Enfermera especialista en Salud Mental

Palabras Clave: ortorexia, trastorno de conducta alimentaria, restricción alimentaria, trastorno obsesivo

Introducción, descripción y prevalencia

Francisco Palandri acuñó el término en 1997 del griego orthos, ‘correcto’, y ὄρεξις orexis, ‘apetito’ Literalmente sería traducida como  “apetito correcto”, siendo la principal característica que  el sujeto tiende a  evitar ciertos alimentos, como los que contienen grasa, conservantes, colorantes artificiales, restringiendo tanto lo que toma, que llega a desarrollar alteraciones metabólicas y nutricionales.

Bratman uno de los médicos que más se ha dedicado a su estudio,  afirma que «la desnutrición  es común entre los seguidores de las dietas de comida saludable”.

Se estima que el 28% de la población de los países occidentales la padece o la ha presentado en algún momento siendo los más afectados los jóvenes y las mujeres si bien estas son cifras sobre todo procedentes de EE:UU. En España se habla de una prevalencia en torno al 1%. No existen cifras oficiales  en tanto no se trata de un diagnóstico recogido como tal en las guías diagnósticas.

Orígenes y primeras descripciones:

Sin duda uno de los que primero describieron y se interesaron por esta nueva entidad fue Steven Bratman. Médico estadounidense y profesional de la Medicina Alternativa, defendió  la importancia de hallar una dieta que ayudara al ser humano a encontrar el estado de salud perfecto.

Bratman fue médico generalista y miembro del movimiento de alimentos naturales de EEUU durante 25 años. Era un fervoroso seguidor del poder de la dieta para curarlo todo -o casi todo- y alcanzar así la salud. En la década de los 70 fue cocinero y agricultor orgánico en una gran comunidad en Nueva York. Esta comunidad, estaba formada por gente de diferentes campos dietéticos, que poseían un conjunto de teorías contradictorias sobre lo que era “una buena alimentación”.

En medio de todo este caos, Bratman acabó por componer su propia dieta consistente, únicamente, en vegetales recién recogidos del huerto, que masticaba al menos 50 veces antes de tragarlos. Al igual que muchos otros ortoréxicos, sus restricciones dietéticas se fueron volviendo cada vez más inflexibles. Animaba a los demás, a seguir su ejemplo y a castigarse cuando probaban una pequeña porción de algún alimento, que él consideraba prohibido.

Experimentó en sí mismo las consecuencias que puede sufrir una persona que centra su vida en torno a una alimentación excesivamente estricta o severa al presentar un estado de desnutrición que le puso en riesgo físico.

Después de pertenecer durante 25 años al Movimiento de Alimentos Naturales de Estados Unidos, el Dr. Bratman inició una campaña contra las dietas rígidas:

“La mayoría de los estadounidenses haría bien en mejorar su dieta, no hay duda sobre esto. Sin embargo, en el campo de los alimentos sanos, muchas personas se beneficiarían si se pasaran al bando contrario y no fueran tan estrictas”

Necesitó varios años para lograr desprenderse de estos hábitos. En la actualidad es un profesional de las medicinas alternativas, que hace campaña, en contra de lo que considera una dedicación excesiva a las dietas “sanas”, que pueden impedir que el cuerpo, se beneficie de una nutrición básica. Según Bratman, la mayor parte de estas dietas, si se siguen rigurosamente, pueden conducir a la ortorexia que, como muchos de los trastornos alimentarios, guarda mayor relación con el control psicológico, que con determinados alimentos.

Semiología y manifestaciones clínicas:

Bratman fue de los primeros en describir lo que se considerar los síntomas y conducta que nos llevarían a considerar la presencia de la ortorexia:

  • Preocupación excesiva por la calidad de lo que se come más que por el placer y la necesidad de comer.
  • Aumento en la calidad de la dieta mientras disminuye la calidad de vida; el problema de la ortorexia es que los alimentos saludables no alimentan el alma, uno piensa más en lo que se mete en la boca que en dar más importancia a resto de facetas de su vida.
  • Pensar durante más de tres horas al día en la dieta; en este tiempo se incluye cocinar, hacer la compra, leer acerca de dietas, pensar si un alimento es sano o no.
  • Desplazarse grandes distancias para conseguir alimentos especiales: (ecológicos, de importación, puros, sin aditivos, etc)
  • Planificación de las comidas de los días siguientes; los ortoréxicos tienden a planear los menús para los próximos días, semanas, etc…
  • Ser cada vez más estricto con uno mismo; el ortoréxico se vuelve más rígido en sus hábitos alimentarios lo que le provoca un gran placer.
  • Abandonar actividades cotidianas por mantener una dieta saludable; dejan de acudir a citas, de realizar trabajos ya que todo su tiempo lo ocupan con la comida.
  • Aumento de la autoestima y la experimentación de un estado místico o de virtud mientras se sigue la dieta correcta. Sentimiento de superioridad hacia aquellos que no siguen esa dieta.
  • Sentimiento de culpabilidad o de “pecado” cuando se rompe esa dieta; su autoestima va muy unida a lo que comen. Un bocado de un alimento prohibido lo tomarán como un pecado, por lo que cuando ocurre, se castigan con dietas aún más estrictas.
  • La dieta llega a convertirse en una religión de la que en algunos casos intentan hacer proselitismo
  • Aislamiento social; la rigidez de la ortorexia provoca que sea muy difícil mantener esa alimentación en un lugar que no sea su casa. Los ortoréxicos evitan comer fuera de casa o en restaurantes por lo que las reuniones con amigos serán cada vez menos frecuentes hasta llegar a la completa soledad. En ocasiones también aparecen conflictos con el resto de miembros de la unidad familiar.
  • Sentimiento de control total cuando se come la comida correcta; la vida es difícil de controlar, de tal manera que controlando lo que comen, tienen la ilusión de ejercer poder sobre los demás aspectos de su vida.