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Papel de la enfermera quirúrgica en la cesárea urgente y emergente

Papel de la enfermera quirúrgica en la cesárea urgente y emergente

Resumen

La cesárea es una técnica que consiste en la extracción del feto por vía abdominal y se realiza para preservar la vida y la salud de la madre y/o del feto. Existen indicaciones para la cesárea que se pueden conocer con antelación, pero en la mayoría de los casos, la indicación de intervenir se produce en el periodo intraparto, dándole a la cesárea un carácter de urgencia.

En estos casos es necesaria la actuación rápida y eficaz del personal de Enfermería de quirófano que debe estar bien entrenado en este tipo de situaciones donde la vida de la madre y el feto corren un grave peligro.

Gutiérrez-Ausejo 1, D. Latasa-Abancéns 2, A. Autor Eguizabal 3

1   Diplomada en Enfermería. Especialidad en Enfermería quirúrgica. Complejo Hospitalario de Navarra

2    Licenciado en medicina. MIR Ortopedia y Traumatología. Complejo Hospitalario de Navarra.

3   Auxiliar de Enfermería. Área quirúrgica. Complejo Hospitalario de Navarra.

Palabras clave

Cesárea, urgencia, Enfermería de quirófano

Introducción

La cesárea es la intervención quirúrgica que permite la salida o nacimiento de un feto mediante una incisión abdominal y uterina. Los ginecólogos realizan la cesárea cuando el parto vaginal puede ser peligroso para la madre o el niño.

Indicaciones fetales

  • Sufrimiento fetal agudo (SFA) por aporte disminuido de oxígeno al feto.
  • Taquicardia o bradicardia fetales mantenidas

Indicaciones maternas

  • Rotura uterina
  • Placenta previa o de inserción baja, o desprendimiento prematuro de placenta
  • Prolapso de cordón por canal vaginal
  • Desproporción céfalo-pélvica
  • Trabajo de parto muy prolongado (distocia) o inducción fallida
  • Posición anormal del bebé
  • Presencia de una enfermedad importante asociada (toxemia, preeclampsia, eclampsia, hipertensión

La cesárea de urgencia es aquella toda aquella patología cuya evolución es lenta y no necesariamente mortal, pero cuya atención no debe retrasarse más de 6 horas ya que puede desembocar en situaciones que provoquen la muerte del paciente o consecuencias irreversibles.

La cesárea de emergencia es la situación en la que la falta de asistencia conducirá a la muerte en minutos y en la que la actuación sanitaria es de importancia primordial.

Es importante en ambos casos el apoyo a la madre. La madre a la que se practica la cesárea presenta temor a lo desconocido, a la propia muerte o a la del bebé, por lo que es importante brindarle seguridad diciéndole que ella y su bebé van a ser atendidos por personal especializado. Hay que disminuir su ansiedad explicándole donde va a estar el bebé cuando nazca y que no podrá estar con él hasta que se le pase el efecto de la anestesia.

Resultados

La cesárea urgente o emergente es una situación de máxima prioridad que debe afrontar el equipo quirúrgico que trabaja en el quirófano maternal. Es una intervención muy rápida en la que se debe realizar una correcta distribución de roles por lo que como regla general la primera enfermera que llega al quirófano es aquella que asume la instrumentación y la siguiente asume la función de anestesia y circulante en el caso de que sólo hubiera 2 enfermeras como es en el caso de nuestro hospital.

Ambas a la entrada del turno deben comprobar que dentro del quirófano tienen todo lo necesario para realizar una cesárea, e inmediatamente después de su utilización debe volver a comprobarse todo. Debemos valorar y aplicar una serie de cuidados específicos para la intervención de cesárea.

1.1 Enfermera de anestesia/circulante

Al llegar al quirófano la enfermera de anestesia enciende el respirador y el monitor de anestesia y comprueba que hay preparada medicación de urgencia (atropina, efedrina y anectine). Comprueba también el material necesario para intubación de urgencia (laringoscopio, tubo endotraqueal de 61/2 a 71/2, jeringa de 10ml para hinchado del balón, esparadrapo, aspirador) así como mascarilla laríngea del nº 3 y 4. En pacientes no intubados se mantendrá la cabeza lateralizada y se prepara en el respirador unas gafas nasales o una mascarilla facial según indicación de anestesista.

Cuando la paciente llega a quirófano la enfermera ayuda a pasar a la paciente a la mesa quirúrgica y le realiza un breve cuestionario (nombre completo, alergias, existencia de objetos metálicos o piezas postizas y horas de ayunas prescritas), mientras realiza la monitorización (TA, pulsioxímetro y ECG). Se deja una vía venosa abierta con abbocath del 18-16G y se comprueba la realización de pruebas cruzadas. El celador procede a la correcta colocación de la paciente. Si la paciente no lleva anestesia epidural, o ésta no es efectiva, el anestesista decidirá anestesia general o intradural.

La enfermera realiza una verificación del sondaje vesical permeable y continuo y la correcta fijación sobre el muslo de la paciente y coloca la placa neutra del bisturí eléctrico en el muslo de la paciente, preparando el aparato del bisturí eléctrico a 50 (corte y coagulación). También descubre el abdomen para la desinfección de la piel. La enfermera coloca a los pies de la mesa de quirófano un cubo con bolsa roja para la placenta y un cubo con bolsa blanca para el contaje de compresas y gasas, ata las batas de su compañera y del resto de miembros del equipo y se procede a comenzar la intervención.

Durante la cirugía se vigilarán las constantes vitales (caída de St O2, aumento de la Pa CO2, aumento o disminución de la tensión arterial) así como se vigilará si hay cambios de color en las partes acras. Tras la salida de la placenta, se pregunta a los ginecólogos por la administración de medicación uterotónica, siendo los fármacos más frecuentes el Duratobal o el Syntocinon. La enfermera anota de la cantidad de sangrado recogida en el receptal del aspirador e identifica hematuria en la bolsa colectora de orina si la hubiera. Se recoge y etiqueta el cordón umbilical para extracción de muestra de pH fetal y se lo lleva la matrona junto con la placenta. Debe haber un registro de todos los datos en el libro de quirófano. Durante todo el proceso la enfermera circulante atiende a las necesidades del paciente. Al finalizar ayuda al aseo y traslado y repone el carro de anestesia y las drogas utilizadas. Junto con su compañera, una vez limpio el quirófano se vuelve a preparar todo.