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Percepción del curso de Reanimación Cardiopulmonar ante padres y madres con hijos lactantes en centros de educación infantil

Percepción del curso de Reanimación Cardiopulmonar ante padres y madres con hijos lactantes en centros de educación infantil

Objetivo: El objetivo del estudio es conocer la percepción de los padres y madres de hijos lactantes sobre la formación en la reanimación cardiopulmonar en centros de educación infantil de la ciudad de Zaragoza.

AUTORES:

  1. Victoria Eugenia Rull Rodríguez – Médico Especialista en Medicina Intensiva.
  2. Elías Gracia Carrasco – Graduado en Enfermería / Master oficial en Enfermería de urgencias, emergencias y transporte sanitario. Teléfono: 655201558.
  3. Manuel Sinués Júdez – Graduado en Enfermería.
  4. Begoña Pellicer García – Graduado en Enfermería /Master oficial en investigación en Ciencias de la Salud.
  5. José Carlos Azón Belarre- Graduado en Enfermería.
  • ÍNDICE
  • RESUMEN
  • INTRODUCCIÓN
  • OBJETIVO
  • MATERIAL Y MÉTODO
  • RESULTADOS
  • DISCUSIÓN
  • CONCLUSIÓN
  • BIBLIOGRAFÍA
  • ANEXOS

RESUMEN

Material y método: Se seleccionan a 84 padres y madres con hijos matriculados en centros de educación infantil. Los padres y madres asisten a un curso formativo de 2 horas y 30 min sobre la reanimación cardiopulmonar tanto en el paciente adulto como en el paciente lactante. Al finalizar la formación responden de manera “online” a una encuesta con doce variables donde evalúan la calidad de la misma.

Resultados: Los resultados obtenidos de los 84 alumnos son realmente positivos en todas las variables, destacando una nota media de la formación de la sesión en 9,67 puntos sobre 10, además de que el 100% de la muestra indico que después de esa formación seria perfectamente capaz de saber actuar ante una situación de urgencia. La importancia de este tipo de cursos por parte del alumnado es muy valorada con una puntuación media de 9,69 puntos sobre 10.

Conclusiones: Se podría concluir indicando que los cursos de formación de corta duración de reanimación cardiopulmonar en personal no sanitario, con conceptos claros y prestando especial atención a la parte práctica son claramente valorados por parte del alumnado.

Palabras clave: reanimación cardiopulmonar, RCP, formación en RCP, parada cardiorrespiratoria, la RCP en el niño.

INTRODUCCIÓN:

El aumento de las enfermedades cardiovasculares en los países industrializados se está convirtiendo en una de los factores de riesgo más significativos en la parada cardiorrespiratoria (PCR). La prevalencia de este acontecimiento está en la horquilla de 30 a 55 personas por cada 100.000 habitantes cada año. De todas estas personas sólo sobrevive el 8% (1). En España casi 40.000 personas mueren cada año debido a enfermedades cardiovasculares (2). La tasa de atenciones de PCR en nuestro país es de 24 por cada 100.000 habitantes.

La mitad de las personas que reciben esta asistencia fallecerán antes de la llegada al hospital. Los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (2010) relacionables con la PCR hablan de “defunciones por paro cardiaco, muerte sin asistencia, y causa desconocida”, grupo de situaciones en las que las medidas de soporte vital básico (SVB) pueden ser realmente útiles (fig. 1-3). Especialmente elevado es el dato de muertes en la Comunidad de Madrid, muy posiblemente se deba a los distintos protocolos de los SEM para catalogar las muertes por parada cardiorrespiratorias. Una vez estandarizadas, de forma indirecta, estas defunciones sorprenden como la provincia de Zaragoza destaca por su baja mortalidad respecto a la población de referencia (España) en este tipo de acontecimiento (fig. 4).

La parada cardiorrespiratoria se caracteriza por ser un suceso súbito que aparece en el entorno extrahospitalario, y solo en 15 de cada cien casos recibe las medidas de soporte vital básico imprescindibles para aumentar las probabilidades de supervivencia. El proveedor de cuidados, inmediatos y vitales, en dicho entorno, es el ciudadano (3). Ser capaz de actuar de forma precoz en soporte vital básico (SVB), puede duplicar o cuadriplicar las posibilidades de supervivencia de la víctima (2,3). La precocidad efectiva estaría dentro del rango de los 0 a 5 minutos para poder conseguir un soporte vital realmente eficaz (2).

El 80% de las PCR con resultado de muerte se produjeron en presencia de familiares o amigos, ciudadanos en general (2,3). Esto justificaría la necesidad de que la mayor cantidad posible de la población tenga conocimiento de soporte vital básico (SVB), y que este conocimiento sea llevado a la práctica de una forma óptima (2).

Además, sabemos que los familiares de pacientes con patología cardiovascular están mucho más motivados para aprender las técnicas de soporte vital básico (SVB) (3). En función del género se ha verificado que las mujeres se muestran mucho más interesadas, quizá por su rol social histórico de cuidadoras, en ampliar su formación en cuidados de soporte vital básico (SVB) y reanimación cardiopulmonar (RCP). También se ha valorado que aquellas personas que se autoperciben como preparadas para practicar la reanimación cardiopulmonar (RCP) tienen una percepción del aprendizaje más sencilla (2).

¿Pero por qué es tan importante recibir instrucción sobre soporte vital básico (SVB) en tiempo y forma adecuadas? Navalpotro et al. analizó 582 PCR sucedidas en Madrid de forma retrospectiva, a lo largo de dos años. Especialmente interesante resulta la distinción que hacen los autores en lo referido a la variable de calidad asistencial en la reanimación cardiopulmonar (RCP): PCR presenciada ( el paciente estaba rodeado por ciudadanos en el momento del episodio), PCR presenciada por los servicios de emergencias médicas (SEM) (se valora si los SEM presenciaron el episodio), PCR a la llegada de los SEM (se valora el que a la llegada de los SEM el paciente estuviese siendo asistido con medidas de soporte vital básico (SVB) por el/los ciudadanos presentes en el lugar en el momento del episodio). Los resultados muestran que la supervivencia a una PCR súbita es significativamente mayor si los SEM están en el momento de la PCR (4). Los datos de este estudio corroboran a Miró et al. que sugiere una mala preparación de la población lega en el conocimiento y aplicación efectivas de estas maniobras. Tengamos en cuenta que las medidas de soporte vital básico (SVB) que puede iniciar un SEM no difieren apenas de las que podría prestar un ciudadano correctamente formado (5). En países con una correcta formación popular en soporte vital básico (SVB) estas diferencias no son tan significativas. También anima a que se tomen medidas urgentes de formación masiva para la población general, especialmente a los más jóvenes. Si esta formación se aplica consecutivamente a lo largo de toda la vida escolar, los conocimientos teóricos adquiridos se retienen con más intensidad, y las habilidades prácticas se ejecutan con mayor rapidez y eficiencia (4).

Pero parece ser que la capacidad de que cualquier ciudadano sea capaz de reaccionar ante una PCR es importante incluso si el resultado final es el de éxitus. En la Comunidad Autónoma Vasca se ha investigado sobre la idoneidad de la presencia de los familiares durante las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), mediante encuestas individuales, llegando a la conclusión de que la presencia de los familiares de las víctimas de la PCR en las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) podrían reducir el nivel de ansiedad y facilitar el duelo natural. Al parecer, en estos casos, los familiares tienen la percepción de que se ha hecho todo lo posible, disminuyendo además las reclamaciones de los usuarios de los SEM y facilitando la notificación del fallecimiento al médico del equipo reanimador. ¿Podría ser este ejemplo del Servicio Vasco de Salud una forma de cuidado invisible? Evidentemente, a mayor población formada y capacitada, mayor probabilidad de que los familiares de un paciente en PCR presencien los intentos reales de salvar la vida de éste, asumiendo con menos incertidumbre el posible desenlace fatal (6).

Las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) nacen en los años 60, cuando los pioneros Safar y Elan comienzan a difundir sus descubrimientos relacionados con las maniobras de ventilación boca-boca y compresión torácicas. Lamentablemente esta difusión se enmarcó, en un primer momento, únicamente en el entorno médico – militar y no en la población general, hasta que en 1978 Safar demostró la efectividad de adquisición de destrezas en reanimación cardiopulmonar (RCP) en jóvenes (7). Por otro lado, en Europa, en 1960, Noruega inicia la enseñanza de la reanimación cardiopulmonar (RCP) a los escolares (7). A partir de 1973, en los EEUU se comenzó a dar importancia al colectivo escolar como el más interesante para comenzar a recibir formación en RCP de forma protocolizada (estableciendo reciclajes y simulacros específicos periódicos). En otros países como Turquía van más allá, y no solo se ha investigado acerca de la efectividad de la formación en RCP en población escolar, sino que además se ha valorado la eficiencia, a efectos de aprendizaje, de distintos formatos didácticos (enseñanza clásica teórica, enseñanza vía web y enseñanza grupal basada en casos). Los resultados son significativamente favorables en el caso de la formación grupal práctica (8).