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Actuación de Enfermería en urgencias ante cuerpo extraño en oído

Actuación de Enfermería en urgencias ante cuerpo extraño en oído

RESUMEN:

Los cuerpos extraños en oído son motivo frecuente de consulta en los servicios de urgencias, tanto de hospitales como de centros de especialidades. En general, son más frecuentes los casos de pediatría de urgencias que en adultos por la propia idiosincrasia de los niños. Los casos que más se encuentran en relación a los cuerpos extraños son: alimentos, restos de algodón, elementos plásticos, partes de juguetes, elementos metálicos y útiles escolares.

La correcta extracción de los diferentes cuerpos extraños depende de varios elementos: localización del cuerpo extraño, naturaleza y tipo de consistencia del material, y la propia relación médico paciente.

1ª Autora – Carolina Azcona Cidraque, Graduada en Enfermería, Enfermera Emergencias 061 Aragón

2ª Autora – Mª. Estrella Ayala Navarro, Graduada en Enfermería, Enfermera Urgencias Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza

3ª Autora – Alexandra Campillos Acín, Graduada en Enfermería, Enfermera Quirúrgica Hospital Royo Villanova, Zaragoza

4º Autor – Alejandro Fernández Melic, Graduado en Enfermería, Enfermero Oncopediatría Hospital Materno Infantil Miguel Servet, Zaragoza

 

Palabras Clave: ORL, cuerpo extraño, conducto auditivo externo,

INTRODUCCIÓN

Anatomía:

Repasamos la anatomía del oído para contextualizar el órgano que es afectado por la intromisión de cuerpos extraños y que tiene que ver con la gravedad que surgiría en función de donde se ubique el citado objeto externo.

El oído se divide en tres partes: oído externo, medio e interno. El oído externo está compuesto por el conducto auditivo externo (CAE), con una extensión aproximada de 25 mm; consta de dos porciones: cartilaginosa externa y ósea interna. En la unión entre la

porción cartilaginosa y la ósea se estrecha y, es por esto, por lo que se dificulta la extracción de los cuerpos extraños que normalmente quedan situados en este punto.

El oído externo, dentro del cual se incluyen el pabellón de la oreja y el canal auditivo externo, está separado del oído medio por una estructura discoidal conocida como membrana timpánica (tímpano). El pabellón auricular está unida a la cabeza y es en su mayoría cartílago, y su función es captar las ondas sonoras y conducirlas por el canal auditivo externo. Éste mide aproximadamente 2,5 cm y finaliza en el tímpano. La piel del conducto tiene glándulas especializadas que secretan una sustancia cérea amarillenta, el cerumen. (Figura 1).

El oído medio se encuentra insertado en el hueso del lóbulo temporal (hueso bilateral de la base del cráneo), estructura que fue nombrada como caja timpánica. El oído medio es un almacén, compuesto en su mayoría de aire, que encierran tres huesecillos: martilloyunque y estribo, los cuales se mantienen en su sitio y se mueven mediante articulaciones junto a músculos que transmiten la información del sonido.

En la frontera entre el oído medio y el oído externo existen dos agujeros de pequeño tamaño; ventana oval y ventana redonda. La base del estribo está sobre la ventana oval y transmiten el sonido hacia el oído interno. La redonda es la salida de las vibraciones que generan los sonidos. La trompa de Eustaquio, comunica el oído medio con la nariz y la faringe y su función es igualar la presión del oído medio con la que hubiera en el exterior.

El oído interno se encuentra también en el hueso temporal pero más profundo en la base del cráneo; y está formado por una serie de estructuras que tiene la funcionalidad de la audición y el equilibrio del ser humano. La cóclea y los canales semicirculares constituyen el laberinto óseo. Los tres canales semicirculares (posterior, superior y lateral) intervienen en el equilibrio. La cóclea es un tubo óseo con forma de caracol. El techo de la cóclea está revestido por la membrana vestibular y el suelo por la membrana basilar, en la cual descansa el órgano de Corti que es el responsable de la audición.

Dentro del laberinto óseo se encuentra el laberinto membranoso relleno de un líquido llamado perilinfa. El laberinto membranoso incluye utrículosáculo y canales semicircularesconducto coclear y órgano de Corti; contiene, además, un líquido llamado endolinfa. Las alteraciones que surgen de estos líquidos es debido a que sirven para mantener el equilibrio y adaptarse a los cambios del entorno.

DESARROLLO

La introducción de cuerpos extraños en el oído, al igual que en nariz, puede ser de forma voluntaria o accidental y aunque es más frecuente en niños, también se da en adultos sobretodo en disminuidos psíquicos y en determinadas profesiones. Los más frecuentes en el adulto son: algodón, arena, carbón en mineros, semillas, insectos, larvas de mosca (miasis) entre otros (1, 2). Pueden aparecer sin ningún tipo de síntomas, o variar en su aparición clínica con las siguientes complicaciones:

  • Otorrea
  • Acúfenos
  • otalgia o hipoacusia de transmisión en especial si son de tipo no inertes o animados.

Para diagnosticar correctamente que es un cuerpo extraño el que se encuentra dentro del oído, se visualiza el cuerpo extraño por otoscopia. El diagnóstico diferencial debe hacerse con tapones de cerumen y con tumores del CAE (conductivo auditivo externo).

En la literatura, los insectos son los cuerpos extraños animados que aparecen con más frecuencia, sobre todo moscas y cucarachas (1, 3).

Dentro de los síntomas que genera la inclusión de un cuerpo extraño en cualquier parte del oído y, atendiendo nuevamente a los datos que se incluyen en la literatura, encontramos que, el síntoma que con más frecuencia suele aparecer es la otalgia (47%); síntomas asociados son: otorragia (4,3%), otorrea (0,9%), tinitus (2,6%) y fiebre (1,8%). En el 33,3% de los casos revisados, es el propio paciente el que comenta haberse introducido el cuerpo extraño, en general niños y personas con discapacidad. En el 6,8% el episodio es presenciado por algún familiar o es el que lo detecta (7).

Los cuerpos extraños que se pueden manipular tienen mejor pronóstico ya que resulta más sencillo la extracción del mismo (5).

Ver imagen 1 y 2. Tipos de cuerpo extraño. (final del artículo)

PROCEDIMIENTO Y TRATAMIENTO DE URGENCIAS

La extracción del cuerpo extraño puede variar dependiendo del tipo de cuerpo que sea. Será más sencillo cuanto más inanimado sea este cuerpo. Para extraer con éxito el cuerpo extraño se requiere de luz con una potencia suficiente, instrumental adecuado para poder acceder a estos lugares anatómicos, cooperación del paciente ya que es muy molesto la maniobra de extracción, y que el profesional sanitario muestre unas habilidades de paciencia y entrenamiento en la extracción.

Ver Imagen 3: Material necesario (Al final del artículo).

Cuando se intenta la extracción del cuerpo extraño, cabe la posibilidad de errar en varios intentos. Esto puede traer una serie de consecuencias asociadas, pero la más grave en este caso, sería la del desplazamiento del cuerpo extraño hacia la porción ósea del CAE, la cual, como ya hemos comentado es más estrecha. Incluso se puede llegar a dañar el tímpano o la cadena osicular. Existen varias opciones de tratamiento, para una correcta elección de la misma es importante valorar tanto la situación clínica descritas anteriormente como el tipo de cuerpo al que nos enfrentamos y a la propia experiencia del personal sanitario. Proponemos un procedimiento para la actuación en urgencias:

  1. Administrar analgesia si el paciente siente dolor.
  2. Explicar al paciente que es lo que va a hacerle para que este relajado y tranquilo ya que es importante esto para poder extraerlo, sobre todo en urgencias pediátricas.
  3. Colocar una toalla en el cuello para cubrirlo.
  4. Lavado de manos y colocación de guantes limpios para actuar en la zona a limpiar.
  5. Lavado de oído: con una jeringa grande contra la pared posterior del conducto. El lavado está contraindicado si es para la extracción de semillas porque mojarse se pujan. La irrigación con agua, puede seguir la siguiente ruta:

Se aplicaría glicerina carbonatada en el conducto auditivo, a temperatura corporal en el CAE, se aplica el contenido sobre la pared posterosuperior del CAE con flujo continuo a baja presión, para evitar que el chorro de agua que entrar en el oído no choque contra la pared del tímpano y recogiendo a su vez el líquido sobrante que va expulsando el oído. Si el procedimiento tiene resultados el cuerpo extraño saldrá mientras recogemos el agua sobrante que va saliendo del oído. Se debe realizar una otoscopia para asegurarnos de que todo quede en orden dentro del oído y que no se han dañado estructuras en este sentido.  El procedimiento realizado de forma adecuada tiene un porcentaje de éxito del 88,8%, según las referencias consultadas. (7).

Ver imagen 4: Lavado de oído (al final del artículo)

  1. Extracción con instrumental otológico: aspiradores, instrumentos con extremo curvado y pinzas tipo cocodrilo. Está contraindicado otro tipo de pinzas por el peligro de introducir aún más el cuerpo extraño, o por realizar daño en el paciente dentro del oído. Si son cuerpos extraños vivos hay que anestesiarlos o matarlos con aceite o lidocaína al 2 % y se procede a la extracción con las pinzas. Si durante la extracción se producen lesiones, se tratarían con liquido con aplicación en forma de gotas para el oído (Fluocinolona o Sulfato de Neomicina) administrada cada 12 horas.

Ver imagen 5: Extracción con instrumental (al final del artículo)

Una vez extraído el cuerpo extraño, es importante realizar una parte de educación para la salud, informando al usuario sobre cuidados posteriores que debe realizarse, lavarse el oído y vigilar cualquier cambio, explicarle signos de alarma ante los que debe acudir a consulta médica. Para finalizar el proceso, registre el procedimiento realizado en la historia clínica del paciente para la posterior alta.

COMPLICACIONES Y CRITERIOS DE DERIVACIÓN A ORL

Entre las posibles complicaciones que podemos encontrarnos con el procedimiento queremos resaltar los siguientes:

  • Perforación timpánica.
  • Otitis externa o media.
  • Lesión del conducto.
  • Náuseas, vómitos.
  • Mareos, vértigos y finalmente, sangrado.

Se derivará al ORL todo paciente al que no se haya podido extraer el cuerpo extraño o si durante su extracción se han producido lesiones o las complicaciones descritas. También es motivo de derivación cuando existe antecedentes de perforación del tímpano y en presencia de otorrea u otorragia. Si el insecto no sale y por el contrario se rompe, igualmente es necesario, derivar al paciente para valoración por otorrinolaringología.

En general, no es una patología grave la situación descrita, si bien hay que tener en cuenta que el procedimiento se debe realizar de manera muy cuidados y con mucha cautela para evitar las compilaciones derivadas y descritas. En este sentido, creemos que es un procedimiento que puede ser asumido por el personal de Enfermería, no siendo necesaria la actuación del facultativo especialista de área a no ser que surja alguna de las complicaciones señaladas.

Anexos

Anexos – Actuación de Enfermería en urgencias ante cuerpo extraño en oído

Anexos – Actuación de Enfermería en urgencias ante cuerpo extraño en oído

BIBLIOGRAFÍA

  1. Figueiredo, Ricardo Rodrigues; Azevedo, Andréia Aparecida de; Kós, Arthur Octavio de Ávila; Tomita, Shiro. Complications of ent foreign bodies: a retrospective study. Rev Bras Otorrinolaringol, 2008; 74 (1): 7-15.
  2. Heim, S. W.; Maughan, K. L. Foreign bodies in the ear, nose, and throat. Am Fam Physician, 2007 Oct 15; 76 (8): 1185-9.
  3. Figueiredo, R. Cuerpos extraños en oído, nariz, faringe y laringe. In: Figueiredo, R. Urgencias y emergencias en otorrinolaringología. 1ª. ed. Rio de Janeiro: Editora Revinter, 2006.
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  6. Kumar, S. Management of foreign bodies in the ear, nose and throat. Emerg Med Australas, 2004 Feb; 16 (1): 17-20A.
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  14. Guía en Atención Primaria. SemFYC. Barcelona 2000. ISBN: 84-89045:77-1.
  15. Martín Zurro A, Cano Pérez JF. Problemas Otorrinilaringológicos. Martín Zurro, 3º edición: 812-25
  16. Martínez Vidal A et al. Cuerpos extraños de faringe. Otorrinolaringología básica, Ergon eds,1988: 268-69.
  17. Otero A, Navarro A, Martín MT. Manual de consulta rápida en Atención Primaria – ORL. Lab. AstraZeneca. Madrid 2001.
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