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Deshidratación en lactantes

Deshidratación en lactantes

Este artículo tiene como objetivo repasar las causas, síntomas y tratamiento para la deshidratación en lactantes.

Autores:

  1. Alejandro Núñez Márquez. DUE. Hospital San Juan de Dios (Bormujos).
  2. Ana Hermosín Alcalde. DUE. Centro de diálisis Playa de Cartaya (Diaverum).
  3. Elena Pereira Jiménez. DUE Interclinik.

Resumen:

La deshidratación aguda es el estado clínico consecutivo a la pérdida de agua y solutos. La causa más frecuente es la gastroenteritis aguda; el 75-80% de los casos se produce en lactantes menores de 12 meses y más del 90%, en menores de 18 meses.

Palabras Claves: “deshidratación”, “lactantes”, “líquidos y electrolitos”, “desbalances hidroelectrolíticos”

Desarrollo:

Todos los días perdemos líquidos corporales (agua y otras sustancias) mediante la orina y el sudor, que al comer y beber reemplazamos sin sufrir molestias. El problema surge cuando la cantidad de líquidos que ingresa a nuestro organismo es menor a la que salió, pues aparece el riesgo de deshidratación.

El peligro es mayor en el recién nacido, ya que 80% de su composición corporal es agua, en tanto en un lactante (de 1 a 24 meses de vida) es de 70% aproximadamente, de manera que, ante cualquier falta de líquidos, la salud del pequeño puede verse afectada.

Cuando se habla de las causas de deshidratación en bebés, los médicos identifican varias, entre ellas, una pérdida excesiva de líquidos en caso de vómitos, diarrea y fiebre, o bien, una baja ingesta de líquidos.

Incluso, los días de intenso calor pueden representar riesgos de deshidratación en lactantes, pues su cuerpo aún no tiene la capacidad de regular la temperatura adecuadamente, de manera que, con la acentuada sudoración, perderá agua y sales minerales vitales.

Clasificación

Conforme a las variaciones que se producen en el peso y la composición del plasma, la deshidratación se valora en los siguientes parámetros 12:

Variaciones en el peso

El grado de deshidratación se basa en la pérdida de peso. En los lactantes, < 5% se considera deshidratación leve; el 5-10%, moderada y > 10%, grave; en los niños mayores, < 3%, leve; 3-7%, moderada y > 7%, grave

Variaciones en la composición del plasma

Basada en los valores séricos de sodio: hipotónica (< 130 mEq/l), isotónica (130-150 mEq/l) e hipertónica (> 150 mEq/l). En la primera y la segunda la deshidratación es eminentemente extracelular, mientras que en la última es intracelular

Según el equilibrio ácido-base. Se puede producir acidosis metabólica por pérdida de bicarbonato o alcalosis metabólica en los vómitos incoercibles.

Basada en los valores de potasio, aunque resulta difícil valorar sus pérdidas por su localización intracelular.

Señales de deshidratación

La deshidratación puede ocurrir lenta o rápidamente, según la forma en que se pierda el líquido y la edad del niño, esto significa que entre más pequeño sea el bebé, mayor es el peligro, pues su organismo tiene menores reservas de agua y otras sustancias vitales.

Para toda mamá, es muy importante conocer los síntomas de deshidratación en bebés; entre los más comunes están:

  • Ojos hundidos.
  • Zona blanda de su cabeza (fontanela) hundida.
  • Boca y labios secos.
  • Piel reseca (si se toma entre los dedos con un pequeño pellizco, ésta no vuelve a su forma original), con tono pálido e, incluso, puede tornarse grisáceo.
  • No le salen lágrimas cuando llora.
  • El pequeño pasa más de 6 a 8 horas sin mojar el pañal.
  • Tiene orina de color amarillo oscuro en el pañal y huele más fuerte de lo normal.
  • Sus deposiciones son secas y duras.
  • Las manos y pies del bebé se sienten fríos y parecen tener manchas.
  • Somnolencia o nerviosismo excesivos.
  • Está aletargado y sin energía.

Prevención de la deshidratación

Ante cualquier señal de deshidratación en lactantes es preciso acudir al médico de inmediato para que evalúe al pequeño e indique el tratamiento adecuado.

Por principio, el profesional de la salud mide el grado de deshidratación pesando cuidadosamente al pequeño y comparando este peso con el que tenía antes de enfermarse (lo cual es posible gracias a que, durante los primeros meses de vida, la revisión del estado de salud del bebé es constante). La diferencia entre ambas cifras sería la cantidad de líquido que el lactante ha perdido.

Por lo general, el grado del problema que el pequeño experimente determina el tratamiento de deshidratación en lactantes, el cual puede comprender las siguientes medidas:

  • Evitar eltrastorno hidroelectrolítico. Los electrolitos son sales y minerales presentes en todos los fluidos corporales, y deben estar balanceados para que el organismo funcione de manera adecuada, de lo contrario, se corre el riesgo de experimentar un trastorno hidroelectrolítico. Tomando en cuenta que un bebé tiene más probabilidades de sufrir esta condición, es vital recuperar el equilibrio hídrico corporal brindando al pequeño sales orales, de acuerdo con las indicaciones del médico.
  • Intenta lalactancia materna eficaz. Durante los primeros meses de vida, el alimento indispensable y exclusivo para el ser humano es la leche materna (o de fórmula, según sea el caso), por tanto, asegúrate de que el pequeño está succionando adecuadamente el pezón o el biberón. Si hay problemas, prueba distintas posturas hasta encontrar la más cómoda tanto para la madre como para el bebé.
  • Atiende tus molestias en los pezones.La lactancia materna constituye el alimento ideal, sin embargo, en ocasiones se convierte en una experiencia dolorosa para la madre, ya que puede sufrir dolor, irritación o lesiones en los pezones que imposibilitan llevarla a cabo. En este caso, conviene hablar con el médico y buscar la mejor alternativa (leche de fórmula, por ejemplo) de inmediato, a fin de garantizar la nutrición del bebé y prevenir que aparezcan signos de consumo insuficiente de leche materna.
  • Más líquidos, más frecuentes. Para evitar casos de lactantes deshidratados, a las primeras señales de falta de hidratación el médico posiblemente recomiende brindar a un bebé menor de 3 meses únicamente leche materna o fórmula, aumentando la frecuencia con que se alimenta. Si el pequeño es mayor, es probable que el pediatra sugiera darle un líquido especial, además de la leche materna o de fórmula, para reponer la cantidad de agua y sales (electrolitos) que ha perdido su cuerpo.
  • Jugos con agua. Si el bebé ya toma jugo de frutas, conviene diluirlo con agua para aumentar la cantidad de líquidos que ingiere.
  • Cuidados en el clima caluroso. Demasiada actividad en un día caluroso, abrigarlo excesivamente, o el simple hecho de estar sentado en una sala con aire sofocante puede producir transpiración y peligrosa pérdida de líquidos en un lactante. En estas condiciones, brindarle mayor cantidad de líquidos y vestirlo con ropa fresca es vital.

Tratamiento

Rehidratación oral

Las soluciones de rehidratación oral (SRO) están indicadas en la prevención y el tratamiento de la deshidratación aguda, como la complicación de las gastroenteritis agudas y otros procesos en los que haya pérdidas mantenidas de líquidos (sudación excesiva, fibrosis quística, vómitos, etc.). Son válidas para cualquier tipo de deshidratación (isotónica, hipertónica o hipotónica) y en los grados de deshidratación leve y moderada. Se pueden utilizar a cualquier edad, y son preferibles frente a las soluciones caseras, expuestas a mayor número de errores en su composición y dilución.

Rehidratación intravenosa

En el tratamiento de las DA moderada y grave deberemos restituir rápidamente la volemia para impedir o tratar la situación de shock, reponer el déficit de agua y de electrolitos, teniendo en cuenta las pérdidas continuadas que puedan seguir produciéndose y aportar las necesidades diarias de agua y electrolitos hasta que se pueda volver a la administración de líquidos por vía oral.

Conclusión:

Recuerda siempre estar atenta a que tu hijo consuma suficientes líquidos, sobre todo, en días calurosos.

Cualquier señal de deshidratación en lactantes es razón suficiente para acudir al médico, pues la salud de un bebé puede empeorar rápidamente si no se atiende como es debido.

Bibliografía:

  1. Rivas A, Pinel G, Álvarez Calatayud G. Deshidratación aguda. Valoración del grado de deshidratación. Tipos. En: Álvarez Calatayud G, Mota F, Manrique I, editores. Gastroenteritis aguda en pediatría. Barcelona: Edikamed; 2005. p. 63-70.
  2. Álvarez Calatayud G, Rivas A, Cañete A. Deshidratación aguda. En: AEP, editor. Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría. Vol. 4. Madrid: AEP; 2002. p. 177-86.
  3. Mallory MD, Kadish H, Zebrack M, Nelson D Use of a pediatric observation unit for treatment of children with dehydration caused by gastroenteritis. Pediatr Emerg Care. 2006; 22:1-6.
  4. King CK, Glass R, Breese JS, Duggan C; Centers for Disease Control and Prevention. Managing acute gastroenteritis among children: oral rehydration, maintenance and nutritional therapy. MMWR Recomm Rep. 2003; 52:1-16.
  5. Álvarez Calatayud G. Terapia de rehidratación oral. En: Ruza F, editor. Manual de cuidados intensivos pediátricos. Madrid: Norma-Capitel; 2003. p. 419-22.