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Síndrome de Guillain-Barré, diagnósticos enfermeros

Síndrome de Guillain-Barré, diagnósticos enfermeros

RESUMEN

Este artículo tiene como objetivo dar a conocer la importancia de este síndrome, así como los cuidados de alta especialidad de Enfermería en este padecimiento, que a pesar de ser una enfermedad de baja incidencia, representa un gran impacto para quien la padece, debido a que la persona nunca pierde el estado de alerta y es consciente de su deterioro a lo largo del curso de la enfermedad, así como el hecho de que produce una discapacidad prolongada y es necesaria una atención multidisciplinaria, donde desde luego la Enfermería puede hacer una gran labor con la persona y familiares.

AUTORES:

  1. Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum (Cartaya)
  2. Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik
  3. Alejandro Núñez Márquez DUE. Hospital San Juan de Dios (Sevilla)

PALABRAS CLAVE: Síndrome de Guillain-Barré, cuidados de Enfermería, diagnósticos de Enfermería.

INTRODUCCIÓN

El síndrome de Guillain-Barré corresponde a un conjunto de síntomas producidos por cambios inflamatorios y degenerativos de las raíces nerviosas periféricas y craneales. La etiología exacta se desconoce. Sin embargo el cuadro a menudo está precedido por una infección vírica, con síntomas similares a la gripe, o aparece tras inmunizaciones.

Normalmente comienza por una debilidad muscular en las piernas, que en pocos días o incluso en horas se puede extender a las cuatro extremidades y a otros músculos, para producir una parálisis parcial o total. Cuando están afectados los nervios craneales a menudo se producen dificultades en la deglución y puede desarrollarse una insuficiencia respiratoria.

El pronóstico depende de la gravedad de los síntomas. Puesto que los nervios periféricos tienen la capacidad de regenerarse, es posible su restablecimiento, pero pueden hacer falta varios meses antes de que desaparezca la parálisis, que suele ocurrir en orden inverso a su aparición.

DEFINICIÓN

El síndrome clásico de Guillain-Barré incluye todas aquellas entidades clínicas caracterizadas por la afectación aguda o subaguda de las raíces y nervios periféricos debidas a un mecanismo inmunomediado (polirradiculoneuropatía aguda de origen autoinmune). Estas entidades, sintetizadas bajo un epónimo común, se presentan con diferentes manifestaciones clínicas y características electrofisiológicas.

CLASIFICACIÓN

En base a aspectos clínicos y electrofisiológicos, podemos diferenciar tres subtipos de síndrome de Guillain-Barré:

1) la polirradiculopatía desmielinizante inflamatoria aguda (AIDP), que constituye la forma clínica más frecuente en nuestro medio; y las formas axonales, en las que se incluyen;

2) la neuropatía axonal motora aguda (AMAN).

3) la neuropatía axonal motora y sensitiva aguda (AMSAN). Las formas axonales son mucho más frecuentes en los países orientales (< 5% en nuestro medio).

Existen variantes topográficas del síndrome de Guillain-Barré, poco frecuentes: el síndrome de Miller-Fisher (caracterizado por oftalmoplejía, ataxia y arreflexia), la parálisis faringo-cérvico-braquial (marcada debilidad de la musculatura orofaríngea, de hombros y cuello), la diplejía facial con parestesias distales o la pandisautonomía pura.

CAUSAS

Hay pocas ideas claras respecto a la etiología de esta enfermedad. Lo que se conoce hasta ahora es que el sistema inmunitario del organismo ataca a sus propios tejidos destruyendo la cobertura de mielina que rodea a los axones de los nervios periféricos, e inclusive a los propios axones. Cuando esto ocurre, los nervios son incapaces de transmitir señales con eficiencia. Por ello los músculos comienzan a perder su capacidad de responder a las señales nerviosas, las cuales deberían transportarse a través de la red nerviosa.

El cerebro también recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo, produciendo una incapacidad de sentir las texturas, el calor, el dolor y otras sensaciones que trae como consecuencia la recepción de señales inapropiadas que producen cosquilleo de la piel o sensaciones dolorosas. Debido a que las señales que van y vienen desde y hacia los brazos y las piernas han de recorrer largas distancias, son las más vulnerables a la interrupción. Por tanto, la debilidad muscular y la sensación de cosquilleo aparecen inicialmente en las manos y en los pies y progresan en sentido cefálico.

Se sospecha que cuando el síndrome de Guillain-Barré va precedido de una infección viral, el virus posee antígenos con secuencias proteicas similares a las de ciertos segmentos de las proteínas que conforman la mielina, por lo que los anticuerpos producidos por el sistema inmunitario para destruir las células infectadas por el virus podrían también atacar las bandas de mielina producidas por las células de Schwann (reacción cruzada) por lo que el sistema inmunitario las trata como células extrañas. También es posible que el virus haga que el propio sistema inmunitario sea menos discriminador acerca de qué células reconoce como propias, permitiendo a algunas de estas células inmunológicas, como ciertas clases de linfocitos, atacar la mielina.

Es la principal causa de parálisis fláccida adquirida y cuadriplejía. Con distribución mundial, con dos picos de incidencia, el primero en la adolescencia y adultos jóvenes y el segundo en la vejez, es rara en niños menores de un año de edad. No existe predisposición por sexo, con una incidencia anual de 1 a 2 por 100 000 habitantes y de 8 casos por cada 100 000 mayores de 70 años.

En cerca del 82% de los casos diagnosticados hay presencia de infecciones de vías respiratorias agudas o gastrointestinales que van de una a cuatro semanas antes de la aparición de los síntomas, por lo que es considerada una enfermedad postinfecciosa en la que el sistema inmunitario no es capaz de distinguir los antígenos del virus o bacterias de los antígenos de los nervios periféricos del huésped (de la mielina o axones).

TRATAMIENTO

No hay una cura específica, y el manejo consiste en tratamientos que reducen la gravedad de los síntomas y aceleran la recuperación en la mayoría de los pacientes.

Por lo general, la plasmaféresis y el tratamiento con altas dosis de inmunoglobulinas son la terapia de elección. Ambos son igualmente eficaces, pero la inmunoglobulina es más fácil de administrar.

La plasmaféresis es un método mediante el cual se saca sangre entera del cuerpo y se procesa de forma que los glóbulos blancos y rojos se separen del plasma. Las células de la sangre se devuelven luego al paciente sin el plasma, el cual el organismo sustituye rápidamente.

También se ha probado el uso de hormonas esteroideas como forma de reducir la gravedad del síndrome pero los estudios clínicos controlados han demostrado que este tratamiento no sólo no es eficaz, sino que puede incluso tener un efecto perjudicial sobre la enfermedad.

La parte más crítica del tratamiento consiste en mantener el cuerpo del paciente funcionando durante la recuperación del sistema nervioso. Esto puede requerir a veces colocar al paciente en un ventilador mecánico, un monitor del ritmo cardíaco u otras máquinas que ayudan a la función corporal. La necesidad de esta maquinaria compleja es una de las razones por la que los pacientes con síndrome de Guillain-Barré son tratados usualmente en los hospitales, a menudo en la sala de cuidados intensivos. En el hospital, los médicos también pueden detectar y tratar muchos problemas que pueden surgir en cualquier paciente paralizado.

DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS

  • 00040 Riesgo de síndrome de desuso
  • 00153 Riesgo de baja autoestima situacional
  • 00123 Desatención unilateral
  • 00039 Riesgo de aspiración
  • 00047 Riesgo de deterioro de la integridad cutánea
  • 00051 Deterioro de la comunicación verbal
  • 00155 Riesgo de caídas
  • 00002 Desequilibrio nutricional por defecto
  • 00126 Conocimientos deficientes
  • 00149 Temor
  • 00004 Riesgo de infección
  • 00031 Limpieza ineficaz vías aéreas

CONCLUSIÓN

En la actualidad no se sabe porque el Síndrome de Guillain-Barré afecta a algunas personas, lo que si se sabe es que el sistema inmunológico del cuerpo ataca al propio cuerpo.  Hasta este momento no existe cura alguna conocida para el Síndrome de Guillain-Barré, pues ciertas terapias se limitan a disminuir la gravedad de la enfermedad y a acelerar la recuperación de los pacientes.

Actualmente se defiende el uso del tratamiento combinado de inmunoglobulinas IV y plasmaféresis. En estos enfermos se impone cumplir las medidas generales prescritas para evitar y prevenir la aparición de complicaciones graves, que causan rápidamente la muerte. Los cuidaos enfermeros con respecto a este síndrome van encaminado a los diagnósticos que hemos citado con anterioridad, trabajar en esos diagnósticos con la familia y el propio paciente será de gran importancia para evitar complicaciones y reducir riesgos.

BIBLIOGRAFÍA

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