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Papel de Enfermería en el cateterismo cardíaco

Papel de Enfermería en el cateterismo cardíaco

Resumen:

La cateterización cardíaca consiste en la introducción de un catéter por la arteria radial o femoral que llega hasta la cavidad cardíaca o a arterias coronarias para el diagnóstico y tratamiento de patologías. Enfermería tiene un papel muy importante en la preparación de los pacientes y en sus cuidados posteriores para una correcta recuperación con prevención de complicaciones.

Rosa María Ruiz García. Graduada en Enfermería.

Laura Rodríguez Álvarez. Diplomada universitaria en Enfermería.

Elvira López Sánchez. Diplomada universitaria en Enfermería.

 

Palabras clave: cateterismo, Enfermería, cuidados, angioplastia.

Introducción.

La cateterización cardíaca es un procedimiento que consiste en la exploración del corazón, a través de un catéter que es introducido por la arteria radial o femoral, para el diagnóstico de patologías en arterias coronarias, en la cavidad del corazón, válvulas o el músculo cardíaco; y/o con fines terapéuticos. Este proceso se realiza introduciendo una solución de contraste, que, con rayos x, permite que se puedan comprobar las cavidades cardíacas y las arterias, de forma que se puede localizar una obstrucción o estrechamiento.

Si se comprueba que existe una obstrucción o estrechamiento de las arterias coronarias, se realiza una angioplastia coronaria, es decir, se introduce un balón que se infla para abrirlas, y se coloca un stent o malla elástica tubular para que no se vuelvan a cerrar, mejorando así el flujo sanguíneo. Para ello se debe sustituir, durante la intervención, el catéter de diagnóstico por uno con stent.

Cuidados pre-cateterismo.

Los días previos a la intervención el médico realizará el informe pertinente basándose en pruebas complementarias que se le realice al paciente (analíticas, electrocardiogramas, ecografías, etc.), y deberá proporcionarle información sobre la intervención (en qué cosiste, complicaciones, procedimientos, etc.) y sobre el día y la hora aproximada de realización. Así mismo, tras esa información, el paciente deberá firmar el documento de consentimiento informado.

Respecto a la terapia de anticoagulación, si el paciente toma anticoagulantes orales, tipo sintrom, se debe suspender dos días antes de la fecha de intervención; si posee una perfusión de heparina sódica, se debe suspender ocho horas antes de la intervención; y si tiene tratamiento con heparina sódica subcutánea se suspenderá ese día, siempre bajo indicación médica.

Los cuidados de Enfermería en las horas previas o el día anterior consisten tanto en una preparación física como psicológica.

En primer lugar se debe preparar al paciente recordando y recalcando la información ya proporcionada por el facultativo sobre todo lo relacionado con la intervención, de forma que se le transmita en qué consiste, qué pasos van a seguirse y cuáles son las posibles complicaciones que puedan tener lugar, así como su prevalencia.

Así mismo, debemos responder a todas sus dudas y animar a que exprese sus sentimientos, escuchándolo atentamente y empatizando con él, eliminando, al mismo tiempo, todas esas ideas erróneas que pueda tener. Todo ello, involucrando a su familia y seres queridos más allegados. De esta forma, se lograría disminuir o eliminar el miedo, la ansiedad y todos esos sentimientos negativos que pueden sentir antes de la prueba.

Respecto a la preparación física, se deben realizar una serie de pruebas: electrocardiograma, toma de constantes y medición del peso y de la talla. Asimismo, se debe rasurar la zona de las ingles y realizar una higiene corporal completa, retirando esmalte de uñas, maquillaje, joyas, piercings y prótesis dentales, éstas últimas en la misma mañana de la intervención. Además, se le debe canalizar una vía periférica, y avisarle de que debe estar en ayunas al menos seis horas antes.

En algunos pacientes puede ser necesario realizar un protocolo específico que será indicado por el médico. Entre ellos, encontramos el de nefroprotección, utilizado en personas con diabetes o problemas renales debido a que el contraste utilizado puede dañar los riñones.

Cuidados inter-cateterismo.

Durante el procedimiento en la unidad de hemodinámica, la enfermera debe, en primer lugar, recibir la documentación y al paciente e identificarlo correctamente y explicarle el procedimiento a seguir, proporcionándole acompañamiento y dándole seguridad en todo momento. Durante el procedimiento, una enfermera deberá colaborar con el médico proporcionándole todo el instrumental necesario y otra enfermera registrará todo, elaborará la documentación pertinente, administrará la fluidoterapia indicada y vigilará las constantes del paciente. Asimismo, se importante hacer que el paciente esté relajado, por lo que es muy recomendable hablar con él y tranquilizarle.

Cuidados post-cateterismo.

Una vez realizada la intervención, la enfermera de la unidad que corresponda recibirá al paciente y toda la documentación proporcionada, y comprobará las indicaciones prescritas por la unidad de hemodinámica.

Le indicará al paciente que debe guardar reposo absoluto hasta que el médico lo indique, y que no debe realizar movimientos con la zona de inserción. Medirá las constantes vitales, valorará su estado general y evaluará la zona de inserción del catéter.

Si se ha realizado por la arteria radial, poseerá una pulsera compresiva, que se irá retirando poco a poco, con una jeringa especial, a partir de la hora indicada por la unidad de hemodinámica, vaciando cada dos horas una cierta cantidad, vigilando que no sangre. En el caso de la arteria femoral, poseerá un vendaje o apósito compresivo en la zona, que se retirará a las 24 horas posteriores.

En ambos casos, se debe vigilar la irrigación de la zona; valorando si existe inflamación, calor, cianosis; y la presencia de sangrado y/o dolor. Los apósitos compresivos se retirarán a las 24 horas, se limpiará la zona con antiséptico y se pondrá un apósito oclusivo.

Se revisará si ha habido o no modificaciones del tratamiento, y se comenzará con el mismo de nuevo cuando vuelva el paciente a la unidad. Respecto a la ayuna, continuará así hasta pasadas mínimo dos horas, a excepción de casos especiales, como aquellos en los que haya náuseas, vómitos, etc.

Por otro lado, debe informarnos cuando haya orinado para comprobar que no existe lesión renal o de la zona.

Complicaciones comunes.

Las complicaciones más comunes son:

  • Sangrado: se debe comprimir la zona de forma manual y colocar de nuevo el vendaje o dispositivo de comprensión.
  • Infección.
  • Dolor e inflamación en el sitio de inserción.
  • Daño de vasos sanguíneos.
  • Formación de coágulos.
  • Daño renal por el contraste utilizado.
  • Prurito de la zona.
  • Arritmias.

Bibliografía:

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