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Hipoacusia por exposición laboral al ruido

Hipoacusia por exposición laboral al ruido

La hipoacusia  es un trastorno sensorial que consiste en la incapacidad para escuchar sonidos, y que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación. Se produce por una pérdida de la función del oído interno. Como resultado de la exposición a niveles elevados de ruido industrial se produce hipoacusia profesional y se considera uno de los riesgos laborales más comunes.

AUTORES

1ª Autora: Nuria Illamola Navarro. Diplomada Universitaria en Enfermería. Especialista en Medicina del Trabajo.

2ª Autora: Laura Sánchez Vidal. Diplomada Universitaria en Enfermería.

3ª Autora: Cristina Rodríguez Jiménez. Diplomada Universitaria en Enfermería.

4ª Autora: Noelia Custodio Cuaresma. Diplomada Universitaria en Enfermería.

RESUMEN

La pérdida de audición inducida por el ruido es el único tipo de pérdida de audición que es totalmente prevenible, por lo tanto, la enferma del trabajo juega un papel esencial en el abordaje de la prevención de esta patología.

PALABRAS CLAVE: hipoacusia, exposición laboral, enfermera del trabajo

INTRODUCCIÓN

La exposición repetida a ruido puede desarrollar una hipoacusia progresiva con los años. La pérdida auditiva empieza en la zona extraconversacional, por lo que puede no ser percibida. Posteriormente, se inicia la pérdida de comprensión del lenguaje oral sobretodo en ambientes ruidosos.  Si la exposición al ruido permanece en el tiempo pueden desarrollarse acufenos y manifestaciones neurovegetativas como el vértigo.

Las hipoacusias inducidas por ruido son un problema que se ha ido incrementando debido a la industrialización y la falta de conciencia sobre ello. Las ocupaciones en las que los trabajadores se consideran expuestos con mayores frecuencias a un nivel de ruido elevado son:

  • Trabajadores de producción de la industria, montadores
  • Mecánicos, trabajadores de mantenimiento, soldadores
  • Trabajos en la construcción y minería
  • Trabajadores de la industria tradicional y artesanos
  • Camioneros, repartidores, taxistas y otros conductores.
  • Trabajadores de la industria alimentaria.
  • Actividades recogidas en el cuadro de enfermedades profesionales

La importancia de esta enfermedad radica en el aislamiento social que puede derivar de la pérdida de audición, así como la importante bajada de la calidad de vida del trabajador y su familia.

DESARROLLO

Clasificación de las hipoacusias

  • HIPOACUSIA DE TRANSMISIÓN (Conductiva)

Motivadas por: otitis externas, tapones de cerumen, roturas timpánicas, otoesclerosis, subluxaciones de la cadena osicular, etc.

  • HIPOACUSIA DE PERCEPCIÓN (neurosensorial)

Motivadas por: ruido, viriasis, traumatismos craneoencefálicos, sustancias ototóxicas, tumores, edad avanzada.

  • HIPOACUSIAS MIXTAS

Presentan un componente transmisivo y otro perceptivo.

  • HIPOACUSIAS CENTRALES

Centros auditivos cerebrales.

Factores influyentes en la lesión auditiva

  • Intensidad del ruido: es la fuerza de la vibración sonora y se mide en decibelios (dB) El Real Decreto 286/ 2006, establece en el artículo 5 los niveles y valores de exposición máximos. Límite de exposición 87 dB. Límite pico 140 dB. La lesión auditiva aparece por encima de los 80 DB(A) y la probabilidad de daño aumenta según aumenta la intensidad de ruido continuo diario equivalente y durante un número de años de exposición determinado.
  • Frecuencia del ruido: es el número de veces que vibra una onda sonora por unidad de tiempo, y se mide en hercios (Hz). La frecuencia determina el tono de un sonido o un ruido. Los sonidos más peligrosos para el oído son los de alta frecuencia, a partir de la frecuencia de 1.000 Hz. Las frecuencias más susceptibles de daño corresponden entre 3000 y 6000 Hz, siendo la lesión en la banda de 4000 Hz la primera afectada.
  • Tiempo de exposición: la lesión se desarrolla en los primeros años de exposición y tras pasar un tiempo en que la lesión se mantiene, va afectando a las zonas receptoras inmediatas
  • Características personales: no está demostrado que haya personas más resistentes al ruido que otras, por tanto, el daño por exposición a ruido debe ser valorado de forma individual según los factores de las condiciones de trabajo de cada uno. Por otro lado, se debe proteger a los trabajadores que sufren patología auditiva independiente de la exposición al ruido.
  • Edad: diversos estudios establecen relación entre la presbiacusia (hipoacusia debido al envejecimiento del oído) y la exposición a ruido ya que la presbiacusia se manifiesta con mayor intensidad en las personas que han estado expuestas a ruido.

 Evaluación clínica

Los trabajadores sometidos a ruido de cualquier origen, durante su trabajo, deben controlar su audición, desde el inicio de la exposición. El protocolo más sencillo y operativo implica, en primer lugar, la realización de una anamnesis completa, que incluya el historial laboral, actual y anterior, con especificación de los puestos de trabajo. También son de gran utilidad los antecedentes personales y familiares para determinar el diagnóstico final. El procedimiento continúa con una otoscopia cuidadosa, previa a cualquier otro tipo de intervención y que al menos ha de garantizar la no existencia de obstáculos en el conducto auditivo externo, y la descripción del estado de la membrana timpánica.

Un buen método de orientación diagnóstica, es el empleo de la acumetría y las pruebas de Rinne y Weber que permiten distinguir entre hipoacusia de conducción y percepción. La presencia de inestabilidad/vértigo hace aconsejable una exploración neurológica.

Diagnóstico de la hipoacusia por ruido

El principal signo diagnóstico de la hipoacusia por exposición al ruido es el cambio del umbral auditivo, objetivable por audiometría. Sin embargo, cualquier oído sometido a un sonido de intensidad suficiente se fatiga y sufre un aumento de dicho umbral que se recupera en un plazo de tiempo entre 12 y 16 h. (Pérdida transitoria del umbral). Los cambios tras este periodo de tiempo sin exposición son considerados permanentes.

Una vez iniciada, esta pérdida de audición tiene un patrón audiométrico bastante típico. Los cambios iniciales suelen verse a 4000 Hz, pero no es inusual que el pico máximo se halle entre 3000 y 6000 Hz. En los primeros 10 años, el escotoma se hace más profundo y luego se detiene, mientras el defecto se extiende a las frecuencias más próximas. Si el estímulo no cesa, la muesca se hace más evidente en las frecuencias más bajas y la curva adquiere un aspecto de «cubeta» que desaparece a medida que aumenta el umbral para, las frecuencias agudas.

Este déficit auditivo es de tipo neurosensorial y, por tanto, las curvas obtenidas por vía aérea y ósea siguen la misma trayectoria en el audiograma. La bilateralidad y simetría de la lesión son otras características clásicas en el diagnóstico.

Prevención médica

  • Es importante la realización de audiometrías prelaborales para certificar el correcto funcionamiento de oído y establecer criterios de prevención si los trabajadores van a estar expuestos a ruido o existe una lesión anterior.
  • Las audiometrías periódicas proporcionan una visión evolutiva de la hipoacusia. Lo lógico es repetirlas cada año
  • Uso de protectores auditivos individuales: pese a ser el método menos idóneo para prevenir los efectos del ruido es el más utilizado. La elección debe realizarla un técnico especializado en higiene industrial dependiendo de los niveles de exposición. Deben ser homologados y las instrucciones de uso deben estar en el idioma del país.
  • Tapones: pueden ser de caucho, plástico, etc. No protegen con gran eficacia y pueden provocar otitis si quedan trozos de tapón en el oído. Son personales e intransferibles.
  • Cascos: Los cascos protegen más que los tapones si se utilizan correctamente. Cubren toda la oreja y se deben ajustar perfectamente para su correcto uso. Pueden estar acoplados a cascos protectores de la cabeza en caso de necesitar los dos equipos de protección individual. Pueden ser compartidos excepcionalmente por otras personas previa desinfección o cambio de las partes que están en contacto con la piel.

Se han de utilizar durante toda la exposición a ruido ya que su no utilización aunque sea en un periodo corto de tiempo, reduce seriamente la protección.

CONCLUSIONES

La exposición al ruido tiene efectos más importantes de los que podamos imaginar, ya que la incapacidad que genera para comunicarse influye directamente en la calidad de vida disminuyéndola, tiene un impacto directo en la socialización y además supone un alto coste económico.

La intervención de la enfermera del trabajo en la ejecución de programas de promoción y prevención forma parte de uno de los ejes principales en la vigilancia de la salud del trabajador.

BIBLIOGRAFÍA

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COLOMINA CAMPDERROS, MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO. Ruido, protocolo de vigilancia de la salud. Accesible en: http://www.msc.es/ciudadanos/ saludAmbLaboral/docs/ruido.pdf

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