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Temperatura axilar bilateral en pacientes hospitalizados tratados con sueroterapia intravenosa a través de un catéter periférico en uno de sus brazos

Temperatura axilar bilateral en pacientes hospitalizados tratados con sueroterapia intravenosa a través de un catéter periférico en uno de sus brazos

La temperatura corporal es un dato clínico muy importante a partir del cual el personal de Enfermería y el facultativo toman decisiones; para aplicar los cuidados de Enfermería adecuados, la prescripción de tratamiento farmacológico como antitérmicos, la aplicación de medidas físicas para el control de la temperatura, la toma de muestras biológicas como hemocultivos, la solicitud de análisis clínicos, y otras pruebas complementarias que pueden determinar el estado de salud o bienestar del paciente.

AUTORES

Miguel Martínez Miras. Diplomado de Enfermería. Especialista en Enfermería del Trabajo Complejo Hospitalario Torrecárdenas.

María Victoria Martínez Miras. Diplomada de Enfermería. Complejo Hospitalario Torrecárdenas.

Resumen

Dentro de los métodos habituales a nivel hospitalario para la toma de temperatura corporal, se usan la vía oral, rectal, ótica y axilar. Siendo la temperatura axilar la que mayor variabilidad tiene según diversos estudios.

La temperatura que se toma habitualmente para el paciente hospitalizado en nuestro medio es la axilar, mediante un termómetro digital, en diferentes horarios del día.

Los sujetos a los que se llevó a cabo el estudio fueron pacientes adultos hospitalizados en el área de cirugía general del Hospital Torrecárdenas.

Para ello, se les tomó la temperatura axilar a los pacientes ingresados en dicha área que estuviesen sometidos a tratamiento médico con sueroterapia o fluidoterapia intravenosa a través de un catéter periférico en uno de sus miembros superiores.

Se diseñó un estudio de cohortes donde las axilas cuyo brazo esté sometido a sueroterapia/fluidoterapia conformarán el grupo exposición y las de los brazos no sometidos a sueroterapia/fluidoterapia el grupo no expuesto. Se determinó la temperatura axilar en los turnos de mañana, tarde y noche, en un horario establecido para no perturbar el descanso del paciente, durante 3 días consecutivos.

Para la toma de la temperatura axilar, se usaron termómetros digitales TERUMO® C205, modelo del que se dispone actualmente en la planta de hospitalización.

La temperatura es registrada en grados Centígrados, con un rango máximo y mínimo, según el fabricante de entre 32ºC a 42ºC (Grados Celsius), una exactitud de +/- 0,1ºC y una precisión clínica del 98%.

Las variables a estudio fueron; la temperatura axilar (ºC), tener o no suero en uno de sus brazos, el turno de registro de la toma (mañana, tarde o noche), la edad (en años) y el sexo (hombre o mujer).

Se consideró que una variación de la media de la temperatura, de una axila respecto a la que porta el suero, por encima o por debajo de la que refiere la bibliografía, se valoraría como relevante y tendría significación clínica.

Se pretende determinar la variabilidad de la temperatura axilar bilateral en pacientes hospitalizados sometidos a tratamiento con sueroterapia o fluidoterapia intravenosa a través de un catéter periférico en uno de sus brazos.

Se obtuvieron 158 tomas válidas de temperatura axilar, 79 para cada axila (n=158) de una muestra de conveniencia de 23 pacientes con una media de edad de 58,4 años (desviación típica σ=20.03), siendo el 68% mujeres y el 32% hombres.

No se encontró variación entre la temperatura axilar media de hombres y mujeres (36,67-36,65ºC). La temperatura media para las axilas expuestas a sueroterapia fue de 36.72 ºC y de 36.63 ºC para las no expuestas, no encontrando significación estadística. Sin embargo, cuando se estudió cada brazo por separado, se observó que en la axila derecha la temperatura media era superior cuando tenía sueroterapia (36,80ºC) que cuando no la tenía (36,55ºC), siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p<0,05).

En cuanto a la edad, hubo significación cuando se estratificó por grupos, disminuyendo la temperatura axilar media conforme avanzaba la edad.

En lo que respecta al turno horario, se comprobó que las medias de temperatura axilar variaban conforme a los ritmos circadianos, siendo más bajas a primera hora y más altas en la tarde-noche.

El dato más relevante ha sido la relación entre sueroterapia y aumento de la temperatura axilar en brazo derecho, sin que esta variación se haya considerado relevante clínicamente. El resto de los resultados obtenidos no difieren de los que aporta la bibliografía cuando se toma la temperatura axilar sin referir que haya sueroterapia o fluidoterapia, por lo se puede concluir que la toma de la temperatura axilar se puede realizar de manera indistinta en un brazo u otro independientemente de que porte sueroterapia o no.

Palabras clave

Temperatura, Temperatura corporal, Infusiones intravenosas.

Antecedentes y estado actual del tema

La temperatura del cuerpo humano está sujeta a numerosas fuentes de variación tanto internas como externas. Partiendo de la que Wunderlich 1 definió como la temperatura saludable 98ºF (Fahrenheit) ó 37ºC, existen numerosos factores extrínsecos, como los del medio ambiente, la dieta, fármacos, o el estilo de vida, que pueden producir alteraciones 2,3,4,5. Así mismo las variaciones endógenas producidas por los ciclos circadianos 6,7, el ciclo menstrual, los ritmos biológicos, la raza, el envejecimiento o el sitio de la medición pueden también modificar la temperatura 8,9,10,11,12,13,14.

Desde muy antiguo, ya el médico griego, Claudio Galeno relacionó el estado de salud de las personas con la temperatura del cuerpo y utilizó medicamentos capaces de modificar este calor. Estableció cuatro tipos de grados atendiendo al calor corporal; de calor, de frío, de sequedad y de humedad.

Desde entonces la invención humana ha fabricado numerosos instrumentos para medir la temperatura de nuestro cuerpo 1,15.

Anders Celsius aplicó la escala centígrada que manejamos habitualmente y que Fahrenheit había establecido en función del punto de fusión y congelación del agua a nivel del mar.

En 1867 el Dr. británico Thomas Cliffor Allbut fabricó lo que se considera el primer termómetro clínico, que contenía en su interior un metal pesado, el mercurio. Sin embargo, el mercurio y sus compuestos son extremadamente tóxicos para los seres humanos, los ecosistemas y la vida. En base a estas consideraciones, el Reglamento de la Comunidad Europea 1907/2006,  en la entrada 18ª de su anexo XVII16, estableció la prohibición de la comercialización de termómetros médicos para la fiebre que contengan mercurio, así como de otros dispositivos de medición que lo contengan, destinados a la venta al público en general. Y pide a la Comisión Europea que lleve a cabo un estudio acerca de la disponibilidad de alternativas fiables más seguras, técnica y económicamente viables, a los dispositivos de medición que contengan mercurio destinados a la asistencia sanitaria y a otros usos profesionales e industriales.

La termometría clínica moderna se ha sofisticado hasta el punto de poder colocar microprocesadores en transductores internos, que miden exactamente la temperatura del interior de nuestro cuerpo enclavados en la arteria pulmonar, que si bien son usados como técnica invasiva en cuidados intensivos 17, no son válidos para los pacientes de hospitalización general, no críticos.

La temperatura corporal es un dato clínico habitual que el personal de Enfermería y el facultativo utilizan para tomar decisiones, para la aplicación terapéutica farmacológica, aplicación de medios físicos para su control, petición de nuevas pruebas complementarias, la toma de muestras biológicas y otras actuaciones que pueden afectar a la salud y al bienestar del paciente.

Por tanto, determinar el estado febril o afebril de un paciente justifica una medición cuanto más precisa posible, independientemente del método utilizado, minimizando las variables que puedan alterar sus valores.

En la actualidad los métodos más utilizados para la toma de temperatura clínica, son la oral, rectal, timpánica y la axilar.

Numerosos estudios han intentado valorar cual es el método más fiable, en comparación con el método “Oro” que sería el de la temperatura interna.

En las revisiones sistemáticas de diferentes autores 2,12 se establece que la temperatura oral en la más fiable, seguida de la timpánica, no siendo aconsejable en adultos la temperatura rectal por las molestias que supone para el paciente, y deja a la temperatura axilar como la más variable.

Con respecto a la temperatura axilar, los registros en la boca y en el recto son un poco más altos 2 (del orden de 0,3ºC a 0,5ºC).

El organismo en condiciones normales mantiene la temperatura corporal dentro de un rango estrecho, independientemente de las variaciones del medio ambiente. A nivel de las axilas, en personas sanas, estos valores oscilan entre 36,2ºC y 37,0ºC. Normalmente la temperatura es un poco mayor en la tarde, cerca de las 20:00 horas, y más baja en la madrugada. Esta es una variación de tipo circadiano 13.

En esta variabilidad de la temperatura axilar, no se ha encontrado bibliografía que estudie si el paso de la infusión de fluidos o suero intravenoso a temperatura ambiente a través de un catéter periférico en un miembro superior puede suponer una variante en la temperatura axilar contralateral.