Inicio > Enfermería > Plan de cuidados de Enfermería en un paciente con Pielonefritis

Plan de cuidados de Enfermería en un paciente con Pielonefritis

Plan de cuidados de Enfermería en un paciente con Pielonefritis

La pielonefritis es la infección bacteriana aguda o crónica de las vías urinarias superiores, pudiendo llegar por vía ascendente o hematógena, siendo más frecuente en mujeres. El tratamiento se centra en la eliminación del microorganismo causante, previniendo la recaída, identificando y corrigiendo cualquier factor que contribuya a la infección.

Autoras

Sanz Pérez, Lidia. Graduada en Enfermería. Máster Universitario en Educación para la Salud. Hospital “San Jorge”, Huesca.

Barlés Sauras, Andrea. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Educación para la Salud. Hospital “San Jorge”, Huesca.

Pla Martínez, Mª Rosa.  Diplomada Universitaria en Enfermería. Equipo de Atención Primaria “San Andrés”, Barcelona.

López Portilla, Lorena. Graduada en Enfermería.

Périz Zapater, Julia. Graduada en Enfermería. Hospital “Royo Villanova”, Zaragoza.

Calvo Sanromán, Laura. Graduada en Enfermería.  Residencia de personas mayores “Ciudad de Huesca”, Huesca.

Resumen

La labor de Enfermería se centra principalmente en la enseñanza del proceso y el manejo del dolor, así como en la observación y vigilancia de las complicaciones.

Palabras clave: Pielonefritis, cuidados de Enfermería, diagnósticos enfermeros.

Introducción: Concepto (1)

La pielonefritis es la infección bacteriana de las vías urinarias superiores, que abarcan la pelvis renal, túbulos y tejido intersticial de uno o ambos riñones.

Vía de acceso de los microorganismos (1)

Las bacterias pueden llegar a la vejiga por la uretra y subir a los riñones (vía ascendente), o llegar a estos por el flujo sanguíneo (vía hematógena).

Etiología: Microorganismos más frecuentes (2, 3)

Los gérmenes patógenos que participan en la primera infección de la vía urinaria (pielonefritis aguda) generalmente pertenecen al grupo coliforme: Escherichia Coli (50-90%); menos frecuente: Enterobacter, Klebsiella, Pseudomona, Proteus. En las pielonefritis crónicas los más frecuentes: Proteus, Enterococo, Pseudomona, Estafilococo, Colibacilos, y entre los hongos, los del género Candida.

Factores relacionados o de riesgo (3)

  • Reflujo: la orina vesical ingresa de nuevo al lumen ureteral, de manera que la válvula vésico-ureteral es sobrepasada en sentido ascendente.
  • Obstrucciones: por malformaciones o lesiones adquiridas (litiasis, tumores o cicatrices).
  • Factores metabólicos: Son importantes en la diabetes mellitus, gota y en el mieloma.
  • Inmunodepresión: Ocurre en el SIDA y en tratamientos con fármacos inmunosupresores. Son frecuentes las infecciones por hongos.
  • Factores quirúrgicos: Diversos tipos de IQ de vía urinaria, riñones y órganos vecinos predisponen a infecciones urinarias y sondas vesicales.

Epidemiología (4,5)

Existe mayor probabilidad en mujeres (12,5 casos por cada 10.000 habitantes) que en hombres (2,3 casos por cada 10.000 habitantes). También el riesgo de padecer pielonefritis aguda está relacionado con la edad, siendo los ancianos y niños los más afectados, por sus cambios anatómicos y hormonales, así como las mujeres jóvenes, relacionado con la actividad sexual.

Clasificación (1, 6, 7)

Existen dos tipos de pielonefritis:

Pielonefritis aguda: Es una infección bacteriana activa del riñón de iniciación rápida.

Pielonefritis crónica: Se asocia con infecciones no bacterianas y procesos inflamatorios que pueden ser de origen metabólico, químico o inmunológico.

Cuando la pielonefritis perdura en el tiempo, acaba produciendo atrofia y destrucción de los túbulos y glomérulos; es el resultado de infecciones recurrentes del tracto urinario superior aunque también es posible que pueda pasar sin infección y sin antecedentes de ITU.

Manifestaciones (1, 5, 6)

Pielonefritis aguda:

  • Síntomas renales: Dolor en el flanco (puede ser unilateral o bilateral), escalofríos y fiebre.
  • Síntomas urinarios: Disuria, tenesmo vesical (urgencia miccional), polaquiuria, hematuria, orina turbia y maloliente y nicturia.
  • Otros: Malestar general, náuseas y vómitos, pueden presentarse síntomas de cistitis. Los adultos de mayor edad pueden presentar un cambio de comportamiento, confusión aguda, incontinencia o deterioro general. (Ver Tabla 1 al final del artículo).

Pielonefritis crónica:

  • El paciente puede permanecer asintomático y tener manifestaciones leves como: polaquiuria, disuria y dolor lumbar. No suelen presentarse síntomas de infección excepto por exacerbación aguda.
  • Manifestaciones como: Dolor en el flanco y fiebre (débil e inconstante)
  • Signos más notables: Fatiga, cefalea, anorexia y disminución del peso, febrícula, anemia por déficit de eritropoyetina.

Pruebas diagnósticas (1, 5, 7)

  • Urografía IV: muestra los cálices dilatados y frecuentemente la existencia de alguna obstrucción: estenosis, cálculos.
  • Urocultivo: para identificación del germen y para elegir el antibiótico apropiado.
  • Análisis de orina: aparecen leucocitos, cilindros y proteínas (No hay proteinuria o esta es mínima o intermitente hasta que la esclerosis de los riñones está avanzada).
  • Hemocultivo: si se sospecha bacteriemia.
  • Hemograma: se observa leucocitosis.
  • Estudios de la función renal: Nitrógeno ureico y creatinina.
  • Biopsia renal: anormalidades por infección recurrente y cicatrización.
  • Estudios radiológicos:
    • Riñón, uréter y vejiga (radiografía simple abdominal): Puede demostrar la presencia de cálculos renales o ureterales.
    • Examen radiológico del tórax: Puede demostrar derrame pleural.
    • Pielografía intravenosa (PIV) o pielografía retrógrada: Puede llevarse a cabo cuando existen episodios recurrentes o si se sospecha obstrucción.

Pielonefritis aguda: Puede llevarse a cabo un urograma intravenoso y otras pruebas diagnósticas para localizar cualquier obstrucción de las vías urinarias. Es indispensable mejorar la obstrucción y evitar el daño irreversible en el riñón. (Ver Tabla 2 al final del artículo).

Pielonefritis crónica: El grado de enfermedad se puede valorar mediante urograma intravenoso y mediciones de nitrógeno de la urea sanguínea, concentración y depuración de creatinina. La elección del antimicrobiano se determina mediante identificación del microorganismo patógeno por cultivo. (Ver Tabla 3 al final del artículo).

Tratamiento (1, 5-10)

Pielonefritis aguda: Se centra en la eliminación del microorganismo causante, previniendo la recaída, identificando y corrigiendo cualquier factor que contribuya a la infección.

Se realiza cultivo de orina y un antibiograma para identificar al microorganismo causal. Primero antibióticos de amplio espectro y tras resultados, el antibiótico específico. (Ver Tabla 4 al final del artículo). Cuando existe sospecha de infección por bacterias resistentes se utilizan antibióticos combinados o de amplio espectro.

Con sintomatología leve se realiza tratamiento ambulatorio vía oral  durante 7-14 días. Los síntomas graves (náuseas y vómitos persistentes, infección, deshidratación), requieren hospitalización y administración de antibióticos vía intravenosa entre 14-21 días hasta que tolere y remitan los signos. Los signos y síntomas suelen mejorar o desaparecer durante las primeras 48-72 horas de tratamiento.

Se realiza una ingesta adecuada de líquidos para asegurar una adecuada formación de orina, administrar AINES o antipiréticos para la fiebre o las molestias, analgésicos urinarios y espasmolíticos. El resultado del tratamiento se determina mediante seguimiento por análisis (creatinina sérica, BUN) y cultivo de orina (presencia o ausencia del proliferación bacteriana).

La intervención quirúrgica es necesaria si existe obstrucción. Se puede practicar una pielolitotomía, nefrectomía, derivación ureteral o reimplante de uréter.

Pielonefritis crónica: Si no puede liberarse la bacteria de la orina, pueden utilizar nitrofurantoína o trimetroprim-sulfametoxazol para suprimir su desarrollo.

Plan de cuidados de Enfermería (5, 7, 11-17)

Diagnósticos Enfermeros:

  1. Dolor agudo: (00132)

“Experiencia sensitiva y emocional desagradable ocasionada por una lesión tisular real o potencial o descrita en tales términos; inicio súbito o lento de cualquier intensidad de leve a severa con un final anticipado o previsible de una duración menor de seis meses”.

NOC: Control del dolor

NIC: Manejo del dolor

Actividades:

  • Evaluación exhaustiva del dolor (localización, características, inicio, duración, frecuencia, intensidad o gravedad, factores precipitantes).
  • Administración de antibióticos prescritos y analgésicos valorando su eficacia. Estimular al paciente a solicitar la medicación antes de que el dolor resulte intenso.
  • Utilizar técnicas no farmacológicas para aliviar el dolor como colocar una almohadilla eléctrica en la región suprapúbica, duchas con agua caliente, masajes en la espalda, técnicas de relajación, visualización guiada de imágenes.
  • Si resulta indicado y si ello supone un alivio para el paciente ayudarle a cambiar de posición y reposo en cama.
  1. Conocimientos deficientes: (00126)

“Carencia o deficiencia de información cognitiva relacionada con un tema específico”.

NOC: Conocimientos: régimen terapéutico

NIC: Enseñanza: proceso de enfermedad

Actividades:

  • Evaluar el nivel de conocimiento actual relacionado con el proceso de enfermedad específico.
  • Instruir al paciente sobre la necesidad de continuar el tratamiento aunque desaparezcan los síntomas ya que el microorganismo puede persistir.
  • Control de diuresis, valorar las características orina y control de peso diario.
  • Hábitos higiénicos adecuados: limpiar meticulosamente región perianal, secarse delante a atrás tras la micción, limpiarse con agua y jabón tras defecar, orinar antes y después de las relaciones sexuales, orinar con frecuencia cada 3-4h, evitar jabones fuertes, baños con burbujas y aplicación de polvos o pulverizadores en la región perianal.
  • Mantener una adecuada ingesta de líquidos, tomar zumos de arándanos.
  • Informar sobre la aparición de signos y síntomas de recurrencia de las infecciones (aspecto rubio, dolor, micción imperiosa, polaquiuria).

Complicaciones Potenciales:

  1. Sepsis y shock séptico

NIC: Prevención del shock

Actividades:

  • Observar si se producen signos precoces de shock séptico: piel caliente, enrojecida, seca, hipotensión o taquicardia, aumento del gasto cardiaco y la temperatura.
  1. Deshidratación

NIC: Vigilancia

Actividades:

  • Observar signos y síntomas de deshidratación: sed, sequedad de piel y mucosas, oliguria.
  1. Insuficiencia Renal

NIC: Vigilancia

Actividades:

  • Valorar la ingesta y la diuresis c/6h
  • Controlar el peso y la TA diariamente.
  • Controlar aparición de edemas y otros signos de sobrecarga hídrica (cambios en el estado mental, ruidos respiratorios, edema periférico, aumento brusco de peso).

Conclusiones

Los cuidados de Enfermería en pacientes con pielonefritis ayudarán a mejorar su calidad de vida tanto en la fase aguda como crónica de la enfermedad.

Las intervenciones enfermeras irán encaminadas a controlar y manejar el dolor del paciente, enseñanza del proceso de su enfermedad, así como la observación y vigilancia de las posibles complicaciones que puedan presentarse.

La utilización de un plan de cuidados estandarizado pero a la vez individualizado en el paciente, mediante la Taxonomía NANDA-NOC-NIC, constituye una herramienta clave en el trabajo diario de Enfermería que nos ayuda a disminuir la variabilidad en la práctica clínica.

Tabla 1: Manifestaciones en Pielonefritis Aguda

Urinarias

Frecuencia urinaria

Disuria

Piuria

Hematuria

Dolor lumbar

Dolor costovertebral a la palpación

Sistémicas

Vómitos

Diarrea

Fiebre aguda

Escalofríos intensos

Malestar general

Tabla 2: Pielonefritis Aguda

Anamnesis y exploración física

Análisis de orina

Urocultivo y antibiograma

Ecografía (al inicio)

Hemograma completo (leucocitos)

Hemocultivo (si sospecha bacteriemia)

Palpación (dolor en el flanco)

Estudios radiográficos (Rx simple abdominal y de tórax)

Pielografía I7V o pielografía retrógrada (si existen episodios recurrentes o sospecha de obstrucción)

Tabla 3: Pielonefritis Crónica

Análisis de orina

Hemograma completo

Urocultivos

Hemocultivo

Estudios de imagen para el diagnóstico (para evaluar posibles complicaciones)

Si hay bacteriemia (observar, controlar signos vitales del paciente)

Tabla 4: Antibióticos

Amplio espectro

Ampicilina

Vancomicina + aminoglucósido

Tobramicina

Gentamicina

Específicos

Trimetroprim-sulfametoxazol

Fluoroquinolonas

Ciprofloxacino

Ofloxacino

Norfloxacino

Gatifloxacino

Los aminoglucósidos están contraindicados en pacientes con nefropatía preexistente.

Bibliografía

  1. Smeltzer SC, Bare BG. Enfermería Medicoquirúrgica de Brunner y Suddart. Vol. I, II. 9ª ed. Madrid: McGraw-Hill/Interamericana; 2002.
  2. Ferato.com. Pielonefritis. [Internet]. [Consultado el 24 agosto de 2017]. Disponible en: http://www.ferato.com/wiki/index.php/Pielonefritis
  3. Rosenberg H. Pielonefritis. [Internet]. [Consultado el 24 agosto de 2017]. Disponible en: http://escuela.med.puc.cl/publ/anatomiapatologica/05genital_masc/5pielonefritis.html
  4. Czaja C, Scholes D,Hooton T, Walter E. Stamm W. Population-Based Epidemiologic Analysis of Acute Pyelonephritis. Oxford Journals. Medicine.Clinical Infectious Diseases.2007; 1;45(3):273-80. [Consultado el 24 agosto de 2017]. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17599303
  5. Swearinger P. Manual de Enfermería Medicoquirúrgica. Intervenciones enfermeras y tratamientos multidisciplinarios. 6ª ed. Barcelona: Elsevier Mosby; 2008.
  6. Lemone P, Burke K. Serie Enfermería: Enfermería Medicoquirúrgica: Pensamiento crítico en la asistencia del paciente. Vol. I, II. 4ª ed. Madrid: Pearson Education; 2009.
  7. Lewis MS, Heitkemper MM, Dirksen RS. Enfermería Medicoquirúrgica. Valoración y cuidados de problemas clínicos. Vol. I, II. 6ª ed. Madrid: Elsevier España; 2004.
  8. Ignatavicius D, Bayne M. Enfermeria Medicoquirúrgica. En: Biblioteca Enfermería profesional. Vol. 9, 10,11 y 12. Madrid: McGraw-Hill/Interamericana; 1999.
  9. Pielonefritis aguda en adultos. [Internet]. [Consultado el 24 agosto de 2017]. Disponible en: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=38651
  10. Beare, Myers. Principios y práctica de la Enfermería Médico-quirúrgica. 2ª ed. Madrid: Mosby Doyma; 1995.
  11. Programa Gacela CARE®. Plan de cuidados estandarizado: Pielonefritis aguda.
  12. Delavierre D. Orchi-épididymites. Encycl Méd Chir.Elsevier, Urologie, Paris. 18-635-A-10, 2003, p.12.
  13. Herdman TH. (Ed) NANDA Internacional. Diagnósticos Enfermeros: Definiciones y clasificación, 2015-2017. Barcelona: Elsevier; 2015.
  14. Moorhead S, Johnson M, Maas ML, Swanson E. Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC). 4ª ed. Barcelona: Elsevier Mosby; 2009.
  15. Bulechek GM, Butcher HK, McCloskey Dochterman J, Clasificación de Intervenciones de Enfermería (NIC). 5ª ed. Barcelona: Elsevier Mosby; 2009.
  16. Luis Rodrigo MT. Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica. 9ª ed. Barcelona: Elsevier Masson; 2013.
  17. Bulechek GM, Butcher H, Dochterman JM, Johnson M, Maas M, Moorhead S, et al. Interrelaciones NANDA, NOC y NIC. 2ª ed. Barcelona: Elsevier; 2007.