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Visión integral de Enfermería ante la violencia de género

Visión integral de Enfermería ante la violencia de género

La violencia de género es un problema de salud público cuya prevalencia es alarmante, y pese a ser un problema presente día a día, diferentes estudios reflejan que los profesionales sanitarios no se sienten capacitados para tratar a las mujeres víctimas de malos tratos, ya sea por escasa formación, o porque simplemente consideran que no es de su competencia, y como consecuencia, estas mujeres sufren esta enfermedad en silencio.

Carla San Román Iglesias

ÍNDICE

RESUMEN Y PALABRAS CLAVE

Visitas en pequeños intervalos de tiempo, consultas banales sin sintomatología, provocan en los profesionales sanitarios el desconcierto por no detectar un problema de carácter orgánico, dejando atrás la valoración biopsicosocial que se debe realizar a cada persona.

Las enfermeras somos una pieza clave en la detección de este problema, y por ello debemos de estar en continua formación respecto a este fenómeno, teniendo en cuenta el protocolo actual y la legislación que ampara a estas mujeres en nuestro país. Conocer el ciclo de la violencia y los principales signos y síntomas que presentan estas mujeres es básico para realizar un correcto abordaje del problema, comenzando por una adecuada valoración de la situación, y proporcionándoles la información que necesiten para afrontar este proceso.

Por la gravedad de la situación, instituciones como la Organización Mundial de la Salud, insisten en la importancia de desarrollar, ejecutar y evaluar programas destinados a la prevención primaria de la violencia y de la violencia sexual infligida por la pareja.

Palabras clave: violencia de género, mujeres embarazadas, personal de Enfermería.

INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia de género como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, así como amenazas de tales actos, la coacción o privación de la libertad tanto en la vida pública como privada” (Registro VIMPA Atención Sanitaria en Violencia Contra Las Mujeres Del Principado de Asturias 2014)1.

La violencia de género es un problema de salud pública, el cual ha tardado varios años en ser reconocido como tal. El papel de la Enfermería es muy importante para ayudar a las víctimas a superar esta contrariedad, puesto que como enfermeras, nos compete “realizar aquellas actividades que contribuyan a la salud o a su recuperación que podría realizar sin ayuda si tuviera la fuerza, voluntad o el conocimiento necesario, y hacerlo de tal forma que se le ayude a conseguir la independencia lo más rápido posible “(Virginia Henderson, 1996).

Es a finales de la década de los 70 y comienzo de los 80, cuando se reconoce la violencia de género como un problema social a nivel internacional. Tras las Conferencias Mundiales sobre la Mujer (México, 1975; Copenhague, 1980 y Nairobi, 1985), Naciones unidas solicita adoptar medidas para eliminar las discriminaciones en contra de las mujeres. La clave para desarrollar todas las definiciones y procesos normativos fue la IV Conferencia Mundial de las Mujeres (Beijing 1995). Gracias a esta conferencia, todos los países empiezan a reconocer la violencia de género en toda su estructura y sus numerosas manifestaciones. En Europa, es en el 1986 en el seno del Parlamento Europeo cuando se plantea la violencia de género como un problema. En el 1994 y 1997 se pone en marcha una Campaña Europea de Tolerancia Cero ante la Violencia contra las Mujeres la cual engloba, los malos tratos y las agresiones físicas y psíquicas que se puedan realizar contra las mismas, ya sea en el ámbito de trabajo, familiar o en la sociedad.

En España hasta la promulgación de la Constitución en 1978, no se emprenden acciones contra la desigualdad 2.

En los últimos años en España, se han ido desarrollando movilizaciones de organizaciones feministas, organizaciones no gubernamentales y agentes sociales en contra de la violencia sobre  las mujeres y se han articulado redes en contra dela violencia de género 2.

A nivel institucional se desencadenan  dos acciones normativas importantes, tanto en el ámbito estatal como autonómico:

  • La ley orgánica 1/2004, de 28 de Diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, aprobada por unanimidad por el Parlamento
  • La Ley Orgánica 3/2007 de 22 de Marzo, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres

La Ley Orgánica 1/2004  recoge de forma clara el concepto de “violencia de género” como algo distinto a la violencia doméstica y de otras formas de violencia intrafamiliar. La citada Ley define la violencia de género como “todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad” 3. En los últimos años se han producido en el derecho español avances legislativos en materia de lucha contra la violencia de género, tales como la Ley Orgánica 11/2003, de 29 de septiembre, de Medidas Concretas en Materia de Seguridad Ciudadana, Violencia Doméstica e Integración Social de los Extranjeros; la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, o la Ley 27/2003, de 31 de julio, reguladora de la Orden de Protección de las Víctimas de la Violencia Doméstica.

El ámbito de la actual Ley abarca tanto los aspectos preventivos, educativos, sociales, asistenciales y de atención posterior a las víctimas.

La OMS clasifica la violencia según el entorno en que se produzcan las agresiones como 1:

  • Violencia familiar: malos tratos o agresiones físicas, psicológicas, sexuales o de otra índole, infligidas por personas del medio familiar y dirigida generalmente a los miembros más vulnerables del mismo, criaturas, mujeres y personas mayores
  • Violencia de pareja: Agresiones que suelen producirse en el hogar, en las que el agresor, generalmente varón, tiene una relación de pareja con la víctima. Es aquel con el que tienen vínculos afectivos y de quien, frecuentemente dependen económicamente. Este tipo de violencia se produce en todos los países independientemente del grupo social, económico, religioso o cultural y afecta, con mucha más frecuencia a las mujeres.
  • Violencia comunitaria: agresión entre personas que no guardan parentesco, pueden conocerse o no, y sucede por lo general fuera del hogar.

La violencia de género es un problema de salud pública que está a la orden del día. Se trata de un problema prevenible. Según las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en el tiempo transcurrido del 2016 han fallecido 11 mujeres  por esta causa, de las cuales una ha fallecido en Asturias 4. En el año 2015 han fallecido 60 mujeres 4, por lo que cabe pensar que algo está fallando en la forma de atajar este problema de salud pública.

La violencia contra las mujeres adopta muchas formas, entre ellas las siguientes (OMS, 2013)5:

  • Violencia de pareja, incluido maltrato físico, sexual y emocional
  • Violencia sexual, incluida la asociada a conflictos
  • Matrimonios forzados y precoces
  • Tráfico de mujeres
  • Mutilación genital femenina
  • Asesinatos por honor

Si hablamos de denuncias por malos tratos las cifras se disparan. En el año 2014, hubo más de 125000  denuncias en España por violencia de género 6, parecen muchas denuncias pero según la Directora del Observatorio Nacional contra la Violencia de Género 7, en la mayoría de los casos de víctimas mortales no existen denuncias previas. El hecho de que disminuya el número de denuncias es un dato engañoso, puesto que lo que aparentemente debería ser una buena noticia, el número de víctimas va en aumento lo que nos sugiere que cada vez hay más miedo a denunciar. Debido al miedo, es por lo que debemos concienciar a la población, de la importancia que conlleva  que el entorno de la víctima denuncie. El 80% de las 54 mujeres muertas por violencia de género en 2013 no había denunciado 8.

Según el grupo de Vigilancia y Control de las Órdenes de Protección (VICOP) de la Policía Local de Gijón, durante el 2015 se han ejecutado 702 órdenes de protección de las cuales; 197 corresponden a violencia doméstica y 505 a violencia de género. Actualmente, 123 órdenes se encuentran en vigor de las cuales 58, corresponden al rango de edad de 31 a 50 años.

La violencia de género es un problema de salud público, en el que aparte de la sanidad, deben participar diferentes medios, como los ejes prioritarios de actuación: la justicia, seguridad (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado), los servicios sociales, la educación, la comunicación y la información 9.

El número de víctimas de violencia de género es abrumador y sin embargo, en un estudio realizado por Ortiz Barreda y Vives Cases, a 115 países, tan solo 55 países disponen de leyes sobre la violencia contra las mujeres, siendo la mayoría de los casos leyes que se centran en casos ya detectados o derivados de servicios policiales. Tan solo 24 leyes hacían mención a intervenciones específicas para el sector salud, mayoritariamente de prevención terciaria 10.

La escasa formación de las enfermeras para afrontar un caso de violencia de género, es tan solo uno de los puntos que, según el personal sanitario, debería mejorarse 11.

La violencia contra la mujer repercute gravemente en su salud ocasionando diversas situaciones como: lesiones físicas, embarazos no deseados, abortos inducidos, infecciones de transmisión sexual (incluida la infección por VIH), depresión, trastorno de estrés postraumático y uso nocivo de sustancias perjudiciales para la salud llegando incluso a la muerte. Es por todo lo mencionado anteriormente, por lo que como parte implicada en la atención a estas víctimas, debemos formarnos y ser conscientes de que como enfermeras podemos hacer mucho por ellas 5.

Las instituciones sanitarias engloban a profesionales de diferentes disciplinas como Enfermería, trabajo social, medicina, psicología, matronas y  fisioterapeutas, que intervienen en el diagnóstico y tratamiento de los diferentes problemas, los cuales, se pretende que sean resueltos por el sistema sanitario, desarrollando así un Modelo de Atención Integral a la Salud 12.

Como enfermeras, tenemos que tener en cuenta, que el embarazo es un factor desencadenante de violencia de género por numerosas causas: malas experiencias en la infancia (ser engendrados durante una agresión sexual de su padre a su madre), celos al neonato, disminución de la economía y del tiempo libre 13. Tenemos que ser conscientes de que el embarazo es un punto de máxima vulnerabilidad de sufrir malos tratos. No existe un protocolo para la detección de violencia de género durante el embarazo, pero sí deberíamos ser conscientes de que la gestación es una etapa de riesgo que puede derivar en violencia de género 14.

Los hijos/as de las mujeres que sufren violencia de género, también son víctimas de este problema de salud. La reiterada exposición de los mismos a un ambiente hostil hacia la madre, representa una forma grave de maltrato psicológico hacia los hijos/as. Por ello, hay que prestar una gran atención a la sintomatología de niños, jóvenes y adolescentes, ya que puede ser una manifestación de su exposición a la violencia de género, y para ello, es necesaria la colaboración de los profesionales de atención primaria y atención especializada 12.

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Desarrollar el término “violencia de género” y explicar la repercusión que tiene en la sociedad y sistema sanitario.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  • Diferenciar el término violencia de género de violencia doméstica.
  • Conocer la legislación vigente en materia sobre violencia de género.
  • Exponer las causas y consecuencias de la violencia de género sobre mujeres embarazadas.
  • Explicar la afectación de la violencia de género en familias con niños.
  • Transmitir la importancia de la formación en el personal de Enfermería.
  • Desarrollar las diferentes acciones emprendidas por Enfermería según los tres niveles de prevención.

MÉTODO

La recogida de información del siguiente trabajo se ha llevado a cabo a partir de diferentes fuentes:

  • Bases de datos electrónicas secundarias usando lenguaje controlado
  • Catálogos de salud
  • Recursos basados en evidencias científicas
  • Literatura científica publicada en forma de libros
  • Lenguaje libre soportado electrónicamente
  • Repositorios

Como bases de datos electrónicas secundarias se han empleado las siguientes: MEDLINE (PUBMED), LILACS, CUIDEN, CINAHL y COCHRANE (Consultar Anexo I).

Como repositorio se manejó DIALNET. En el caso de los catálogos de salud, se ha recurrido a la BIBLIOTECA VIRTUAL EN SALUD obteniendo algún resultado positivo de búsqueda. En cuanto a los recursos basados en evidencias científicas, se obtuvo un artículo relacionado con este trabajo en la Biblioteca Cochrane Plus.

Se ha recurrido al portal web del Instituto nacional de la mujer e igualdad de oportunidades, obteniendo varios resultados positivos para la búsqueda; así como en el Instituto Asturiano de la mujer.

Se han recabado datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Ministerio de Sanidad Servicios sociales e Igualdad, del Ministerio de Trabajo y Asuntos sociales y del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Se han utilizado artículos de varias revistas virtuales: ENFERMERÍA PARA ENCARAR LA CRISIS, JUVENTUD Y VIOLENCIA DE GÉNERO y XL SEMANAL.

Como recurso externo se ha contactado con la colaboración de la Policía Local de Gijón.

Finalmente, con lenguaje libre soportado electrónicamente se ha manejado el uso del metabuscador Google Académico.

Para poder iniciar la primera búsqueda bibliográfica, se localizaron los descriptores de salud en los tesauros MESH y DECS. Estos tesauros han sido MESH para la base de datos PUBMED y DECS, para la base de datos LILACS. Para ambas bases de datos y también para la base de datos CUIDEN, se han usado los mismos descriptores de salud, que fueron: violencia de género, violencia contra la mujer, atención primaria, personal de Enfermería, mujeres embarazadas con sus homólogos en inglés, intimate partner violence, spouse abuse, violence against women, dating  violence, health programs, health care, pregnant woman, pregnancy.

Una vez encontrados los descriptores de salud adecuados, se puso en marcha la primera búsqueda bibliográfica, refinándola y empleando los boleanos “AND” y “OR”  para ir combinando alternativamente con los descriptores MESH y DECS, también se emplearon varios limitadores de búsqueda especificados en las tablas que se muestran a continuación.

Como argumentos para introducir artículos científicos se establecieron los siguientes:

  • Artículos que tratasen directamente de la violencia de género y la actuación del sector sanitario
  • Artículos que hayan sido publicados como máximo hace 8 años
  • Artículos que hablasen sobre humanos
  • Artículos que fuesen en idioma: castellano, inglés y/o portugués
  • Artículos que traten de la violencia de género a mujeres embarazadas

Como argumentos para eliminar artículos científicos encontrados, se determinaron los siguientes:

  • Los artículos que no abordasen directamente la violencia de género
  • Los artículos que hablaran exclusivamente de la violencia doméstica
  • Artículos publicados hace más de 8 años
  • Artículos escritos en cualquier idioma distinto al: castellano, inglés y/o portugués